Una Louisiana sobrenatural de 1985 hace de escenario perfecto para la última obra del estudio alemán Crytek. Este estudio, mundialmente conocido por ser el desarrollador del primer Far Cry de Ubisoft, y de la franquicia Crysis -además de intentar dar el pelotazo en el mercado de los engines con su CryEngine-, lanzó el juego que nos ocupa, Hunt: Showdown, en formato Early Access para Steam en 2018, y la versión final vio la luz en 2019. En este 2020 es cuando el juego ha llegado finalmente a Xbox One y PlayStation 4.
Los acuosos terrenos del bayou y el delta del Dawson serán los terrenos elegidos de los pantanos de Louisiana donde se desarrollará toda la acción del juego. Unos lugares malditos donde sin saber muy bien el motivo, los residentes y parte de la fauna se han convertido en seres del inframundo y otros monstruos han tomado forma y campan a sus anchas en esta decrépita y pútrida zona. Pero no es esto lo único que ha traído a esta área a los cazarrecompensas como nosotros, sino la presencia de tres tipos de grandes y letales monstruosidades, cuya caza es nuestro objetivo, y su botín nuestra recompensa.
Hunt: Showdown es un FPS multijugador cooperativo y competitivo con elementos PVE, donde tomaremos el papel de uno de estos cazarrecompensas y tendremos que dar caza a una o dos de las tres grandes monstruosidades, la Araña, el Carnicero, o el Asesino. Estos objetivos se esconden en un amplio mapeado, que además se encuentra plagado de NPCs hostiles que van desde lugareños malditos, hasta monstruos o bestias del pantano que no dudarán en atacarnos en cuanto perciban nuestra presencia.
Al comenzar Hunt: Showdown y realizar su tutorial dividido en tres misiones de diferente dificultad, pasaremos al hub central del juego, donde podremos elegir entre los distintos modos de juego y todo lo referente a la personalización de nuestro cazador de recompensas, el cual será «contratado», ya que podremos perderlo si morimos -a partir del nivel 10- y tendremos que contratar a otro nuevo caza recompensas. Además es posible tener varios cazadores contratados, cada uno con sus niveles de experiencia, sus habilidades y su armamento propio para poder usarlos según nos interese. Estos cazadores adicionales tienen un coste -o pueden conseguirse en uno de los modos de juego- pero siempre habrá un cazador básico gratuito por si nos quedamos sin dinero.
Una vez en la partida, el objetivo es sencillo, acabar con el gran monstruo o monstruos -algunos contratos piden cazar a dos de estos seres-, para ello habrá que localizarlos primero, y esto lo haremos encontrando tres pistas en el mapeado que irán acotando la zona del mapa donde el monstruo se encuentra. Para encontrar estas pistas usaremos lo que se llama visión oscura, un tipo de visión sobrenatural donde la pantalla se oscurece y podemos ver la orientación de las pistas. Una vez conseguidas las tres pistas y localizado el objetivo, tendremos que acabar con el monstruo, que no nos pondrá las cosas fáciles. Los tres tipos de monstruos principales son mucho más fuertes, rápidos y letales que cualquier otro enemigo en le mapa y hay que plantear bien los combates si queremos salir con éxito. Aprovechar las opciones que da el escenario, y usar el armamento correcto será esencial.
Pero con la muerte del monstruo principal no acaba todo, sino que antes de poder recoger la recompensa, habrá que desterrar el alma del enemigo, en un ritual que llevará tiempo, y en ese tiempo tendremos que proteger la zona de posibles ataques. Finalmente podremos coger el botín y tendremos que ir a un punto de extracción donde otra vez después de una espera más, seremos extraídos y ganaremos la partida.
Suena sencillo dentro de la dificultad que puedan plantear los enemigos que nos encontremos, y la lucha contra el monstruo principal, y así sería si a la vez no hubiera con nosotros varios cazadores más con el mismo objetivo que nosotros y que salvo en los modos de juego que admiten cooperativo, no dudarán en conseguir el botín antes que nosotros, o en su defecto, acecharnos para mandarnos al otro barrio en cuanto lo hagamos nosotros, o simplemente despacharnos en cuanto nos crucemos en su camino. Aunque si somos nosotros quien conseguimos la recompensa, tendremos una visión oscura mejorada -pero limitada- que nos indicará si hay otros cazadores en las cercanías.
Podremos afrontar los contratos en solitario contra otros 9 cazadores, o en cooperativo contra otros 11, en equipos de 1, 2 ó 3 cazadores. Como es habitual, jugar en cooperativo es más divertido y da más opciones de triunfo y más variedad de estrategias. Con el destierro y el punto de extracción, se consigue que el final de cada partida se convierta en una auténtica batalla campal por hacerse con el premio. Si nuestro cazador sobrevive a la misión, ganará dinero y experiencia, además de que podrá subir de nivel y desbloqueará nuevas habilidades pasivas, y podrá usar mejores armas que compremos o consigamos en la partida. Aunque siempre hay que tener en mente que la muerte es permanente a partir del nivel 10 y todo esto lo podemos perder. Para paliar esta situación, existe un segundo progreso, el de nosotros como jugador, el cual es permanente, así que el dinero que ganemos, y las armas, consumibles y herramientas a las que consigamos acceso, sí estarán disponibles para los nuevos cazadores contratados.
Existe otro modo de juego llamado Juego Rápido donde la acción se centra mayoritariamente en el PVP, y el objetivo será cerrar cuatro grietas para activar un manantial cuya energía tendremos que absorber. Es un modo para 10 jugadores con partidas más rápidas y frenéticas, donde se nos dará un cazador al comenzar a jugar, y si ganamos, nos lo quedaremos para nosotros, con todo el armamento conseguido. Es una buena forma de conseguir cazadores interesantes sin tener que pagar una fortuna por ellos.
Hunt: Showdown hace gala de un apartado audiovisual como a los que Crytek nos tiene acostumbrado -sobre todo en PC, donde el juego es un espectáculo visual- , sin embargo en esta ocasión, el poderío del CryEngine se ve empañado por un recurrente popping, en especial en las versiones de consola. No es muy molesto, pero si llamativo. Sin embargo el apartado sonoro es de sobresaliente, tanto la banda sonora muy inspirada, como los efectos de sonido, que son posicionales y tienen una calidad altísima y un peso en la jugabilidad muy importante, al estar todo el mapeado repleto de elementos que causarán ruido y podrán llamar la atención de enemigos y de otros cazadores, con lo que el sigilo se convierte en una herramienta necesaria. Todo un acierto.
En definitiva, Hunt: Showdown está lleno de aciertos, como su apartado audiovisual -obviando el popping ya mencionado y los tiempos de carga- su fiel recreación al periodo temporal referido, con un amplio armamento pero con las deficiencias y la poca precisión que este tenía en su época, y su sistema de juego, bastante interesante, y que convierte el enésimo PVP en una nueva experiencia al tener que realizar bastantes pasos previos más típicos de los juegos monojugador, y que hará que cada jugador plantee su propia estrategia y su forma de intentar conseguir el botín, siendo el más rápido en encontrar y despachar al objetivo, o quedarse en las sombras acechando a otro cazador para dar cuenta de él cuando este lo haya conseguido. Sea como sea, el éxito del juego a largo plazo dependerá de que logre formar comunidad, y de que el matchmaking sea más regular, ya que suele hacer emparejamientos algo extraños. También que Crytek continúe añadiendo contenido y pula un poco más las versiones de consola ayudará a ello.
Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Koch Media