Indiana Jones y el Gran Círculo llegó el año pasado para demostrar que Xbox Game Studios aún mantiene algunos ases bajo la manga. En esta misma revista online le di un nueve y medio, completamente merecido a mi parecer. Y habiendo pasado más de medio año desde que fue lanzado -originalmente en Xbox Series X|S y posteriormente en PlayStation 5-, ese sentimiento ha quedado reforzado. Uno de los juegos más sólidos de 2024 nos trae, en esta ocasión, su primer contenido descargable, llamado La Orden de los Gigantes. El precio de este  contenido descargable es de veinte euros, que podría parecer un poco alto, pero veamos que ofrece. Si compramos en su momento la Edición Premium -o la coleccionista-, no hará falta que adquiramos el DLC, ya que estará incluido.

Lo primero que observaremos es que entrar en La Orden de los Gigantes no es tan directo como pensamos. En vez de acceder desde el menú pulsando una tecla, deberemos volver al Vaticano, la primera gran zona del juego, y hablar con un personaje que antes no estaba ahí, al más puro estilo Dark Souls. El padre Ricci y su loro nos darán acceso a una zona antes inexplorada y nos iremos inmiscuyendo en leyendas de hombres gigantes de la antigüedad, los cuales ya habíamos visto en el juego principal. La historia, así como el DLC, es corta pero intensa y bastante interesante. Además de a los fascistas, nos enfrentaremos a un extraño culto a Mitra, que porta extraños ropajes escarlatas y que se perfila como uno de los principales antagonistas de la expansión.

La expansión se lanzó el 4 de septiembre de 2025 y está disponible en todas las plataformas principales, incluyendo Xbox Series X|S, PlayStation 5 y PC, además de estar incluida en Game Pass para quienes adquirieron las ediciones superiores. En cuanto a su duración, ronda las seis horas, lo que lo iguala aproximadamente a uno de los arcos narrativos del juego base. Aunque no es un añadido excesivamente largo, sí ofrece una experiencia concentrada y cuidada que sabe mantener el ritmo. La mayoría de la aventura se desarrolla en Roma, lo que permite recorrer la Cloaca Máxima, visitar criptas antiguas y adentrarse en ruinas como las del Coliseo. Al poco de comenzar también veremos un gran canal romano y una villa con varias casas alrededor.

Solamente por la recreación de la Ciudad Eterna ya merece la pena jugar a La Orden de los Gigantes, porque el trabajo artístico y técnico logra trasladarnos a un escenario histórico vivo y convincente. Es cierto que un poco más de variedad en las localizaciones hubiera ayudado, y más Roma exterior y menos cloacas hubiera sido un acierto, pero aún así la ambientación resulta uno de los grandes atractivos.

En cuanto a mecánicas, no hay una gran evolución respecto al juego base, pero tampoco se siente necesaria. Si lo que vimos en la aventura principal nos gustó, aquí recibimos una ración más, con puzles muy interesantes y desafiantes, además de zonas de plataformeo bastante elaboradas. Entre ellos destacan algunos acertijos complejos que juegan con corrientes de agua, compuertas y mecanismos antiguos, que integran de forma inteligente la historia con la jugabilidad. También encontramos una sección de escalada que posiblemente sea una de las mejores de todo el juego, por cómo combina verticalidad, ritmo y aprovechamiento del entorno.

Como ya pasaba en el título principal, el juego siempre tiene ese nivel de reto sin llegar a confundir ni desesperar. Todo fluye bastante bien y seguimos creyendo que somos Indiana Jones de forma totalmente convincente. También se mantienen las secciones abiertas donde se nos deja cierta libertad para elegir entre el sigilo o la acción directa, aunque algunos encuentros con enemigos de la Orden de Mitra pueden sentirse algo menos inspirados que en el juego original, con una inteligencia artificial que no siempre responde de manera realista. Aun así, la combinación de exploración, combate y sigilo sigue siendo tan divertida y coherente con lo que esperamos de la franquicia después de disfrutar del juego base.

Además de la historia principal, tenemos también un buen número de coleccionables que alargan la vida útil de la expansión y, siendo tan bonitas las localizaciones, merece la pena explorar y llevar la experiencia un poco más allá. Estos coleccionables no son un mero relleno, ya que aportan información adicional sobre la Orden de los Nefilim y los gigantes a través de las generaciones, profundizando en la mitología del juego de una forma tan atrayente como interesante y que recompensará a quienes disfruten del lore.

No todo es perfecto, por supuesto. La dificultad de ciertos puzles puede sentirse más críptica que desafiante, lo que puede provocar que haya que invertir más tiempo en resolverlos sin que siempre se tenga una sensación clara de progresión. También es cierto que, aunque Roma está maravillosamente recreada, la falta de mayor variedad en escenarios exteriores puede dar la sensación de repetición tras varias horas en cloacas y criptas. Sin embargo, estas apreciaciones se equilibran con lo bien que se mantiene la esencia jugable y la ambientación de la saga.

En resumen, Indiana Jones y el Gran Círculo: La Orden de los Gigantes es un buen añadido al juego base. No inventa nada, simplemente hace lo que el juego base ya hacía bastante bien: puzles, plataformas, sigilo y acción para todos aquellos que jugaron y se quedaron con ganas de más. Quizás el precio de veinte euros pueda ser un poco elevado en un principio, pero si le sacamos el jugo y le damos un par de vueltas para conseguir un buen número de coleccionables, sin duda merecerá la pena. Y solo me queda volver a repetir lo increíblemente bien que se ve Roma en esta expansión, un escenario que por sí solo justifica la visita.