Análisis

Somos seres incompletos que necesitamos de los demás para llegar a dónde no podemos, pero también de nuestra propia seguridad y fe interna. Journey Of Broken Circle nos propone una aventura de plataformas y puzzle con un profundo trasfondo sobre la vida, el amor con un marcado transfondo existencialista.

Lovable Hat Cult es un estudio independiente danés formado por Andrea Brasch y Patrick Jarnfelt. Patrick fue director del club de desarrolladores independientes de Copenhague. Andrea fundó una asociación para impulsar a las mujeres en el desarrollo de videojuegos, así que ambos vienen de la escena independiente danesa. El estudio presenta con esta aventura su primer juego de larga duración. El programa nos llega por cortesía de Nakana.io que acostumbra a publicar este tipo de aventuras narrativas y trascendentales que intentan hacernos reflexionar.

El protagonista del juego es un círculo incompleto blanco – que recuerda bastante a PacMan – y que busca estar completo. Atravesará diversos escenarios en busca de amigos que le permitan conseguir su objetivo de ser un circulo completo. Cuando los encuentre, se unirán físicamente y sumarán sus cualidades; pudiendo conseguir habilidades como poder aferrarse a paredes o flotar, por ejemplo, de modo que le ayudarán a superar la aventura y llegar hasta el final.

También habrá momentos en que volverá a estar solo y sus miedos e inseguridades se transformarán en una mancha negra que le persigue. La historia es una profunda reflexión existencialista sobre la amistad y como los demás nos completan para afrontar las necesidades diarias, así como necesitamos de nuestra propia fuerza interior y autoaceptación para superarlas. La historia, aunque intenta ser profunda y existencialista, a veces cae en clichés un tanto naífs.

Técnicamente es un juego muy sencillo pero muy atractivo visualmente que busca emocionar con las imágenes, todo ello con un aspecto humilde y con la simpleza por bandera. Nos hará pasar de una cueva a una cima donde observamos una aurora boreal entre otras situaciones igualmente bellas. Aún así es una naturaleza bastante realista. Cuenta con una banda sonora ligera sintetizada, que funciona bien para el juego y acompañarnos en nuestra aventura sin llegar a ser memorable.

Más allá de los peculiares protagonistas, el mundo es coherente y acorde a lo que vemos en pantalla. Las físicas son buenas, el control muy simple e intuitivo. Es un juego sencillo pero efectivo. Nuestro personaje puede morir, pero el juego nos hace repetir las escenas sin límite de oportunidades o vidas. No hay indicadores de puntuación, tan solo veremos a los personajes. Los diálogos son a base de bocadillos de cómic, y aparte de eso, solo veremos un indicador de guardado del juego. El juego guarda automáticamente tras ciertos eventos y conforme liberemos nuevas zonas, podremos elegirlas desde el menú de presentación. La aventura nos puede llegar a dar para unas 3 o 4 horas de juego en total.

Journey of the Broken Circle es un tipo de juego único y especial. La forma en que se presenta y se desarrolla a medida que avanzas es una experiencia muy profunda y emocionante. Los personajes son a la vez surrealistas, pero coherentes y muy bien elegidos a medida que avanza y sigue la narración. Es bastante plataformero, con una mezcla de Locoroco y escenas muy al estilo Sonic superando loopings y cuestas pronunciadas.

Es aquí donde aparece el punto más crítico del juego, porque la jugabilidad no es constante o creciente, sino aleatoria. Nos encontraremos momentos en los que solo avanzamos y avanzamos con momentos que tendremos que repetir una docena de veces por que ni si quiera sabemos o tenemos indicios de lo que hay que hacer. Tendremos que repetir y equivocarnos hasta entender por donde ir o como superar determinados obstáculos.

Journey of the Broken Circle es un juego de plataformas centrado en la historia que cuenta una historia abstracta, profunda y existencialista sobre las relaciones a través de su juego protagonizado por un círculo al que le falta una pieza y que busca completarse a través de otras peculiares criaturas del juego. El juego tiene una buena historia, interesante aunque a veces resulta algo infantiloide. Las mecánicas de juego son ingeniosas para transmitir esa historia, pero la jugabilidad es desigual con momentos de repetir y repetir y otros de simple paseo. En general es una buena experiencia, pero desigual e irregular en algunos tramos.