Lysfanga: The Time Shift Warrior es uno de esos juegos que engaña a primera vista. El juego puede parecer un juego de plataformas y acción al más puro estilo Prince of Persia. La ambientación y el encuadre apunta esa saga. ¡Incluso el tiempo tiene un papel protagonista en esta historia! Pero en cuanto empezamos a jugar, toda esas ideas preconcebidas irán desapareciendo, y la realidad se hará camino. Pero no se trata de una decepción, Lysfanga: The Time Shift Warrior traza su destino, y nosotros disfrutamos.

Lysfanga: The Time Shift Warrior -Lysfanga a partir de ahora- es un juego de puzles y acción. Lo primero que destaca en este título es su mecánica principal. En Lysfanga controlamos a nuestra heroína, una ducha guerrera que dispone de diferentes poderes para enfrentarse a los demonios que están asolando el territorio. El principal es el tiempo; podremos usarlo para derrotar a muchos enemigos a la vez.

La historia de Lysfanga es poco innovadora, pero se nota que han dedicado trabajo para desarrollarla. Nuestra protagonista se verá inmersa en la defensa de Antala, y necesitará la ayuda de dioses para poder defenderse. Sin embargo, no todo es lo que parece… Además de que el juego nos ofrece un interesante drama familiar, lo cual añade profundidad a nuestra protagonista. Como digo, nada en la historia es realmente rompedor, pero está bien elaborada y el doblaje -solamente al inglés- hace que sea aún más interesante.

Pero hablemos de su mecánica principal antes mentada. No es fácil explicar cómo funciona; el juego se desarrolla en arenas cerradas, donde aparece un número fijo de enemigos. Nuestro objetivo es derrotarlos en el menor tiempo posible, y para ello tendremos que usar varias copias del personaje. Mataremos a unos pocos enemigos y el “tiempo” del personaje terminará. Volveremos a aparecer y a matar a otro grupo de enemigos. Cuando todos estén muertos a la vez, habremos superado la arena. 

Pero claro, no es tan sencillo como suena. Algunos de los enemigos están conectados, por lo que al menos dos copias de nuestro personaje tendrán que matarlo en el mismo instante. Otros enemigos están protegidos por la zona delantera, así que tendremos que distraerlos para que una futura copia haga el trabajo sucio. Cada enemigo tiene su propia estrategia, y dominarlos a veces es complicado.

Algo que me ha gustado mucho en Lysfanga es la introducción de nuevos elementos a lo largo del título. Como juego de arenas, pensaba que en pocas horas se harías repetitivo, pero no ha sido en absoluto así. Es un juego que puede jugarse en sesiones cortas, y que apuesta por la rejugabilidad para superar nuestros tiempos -y el de nuestros amigos-. Cada nueva arena es un rompecabezas en sí mismo.

Sin embargo, el título se resiente fuera del combate. Estamos ante un juego donde corremos bastante de una área a otra. Eventualmente, el juego nos ofrece un poco de lore o un video, pero generalmente no hay nada interesante; solo tenemos algún que otro coleccionable y mejoras del personaje que tienen una utilidad limitada. Creo que el juego se hubiera beneficiado de algo más de movimiento entre zonas, ya que los portales de teletransporte hacen que esa exploración pudiera ser potenciada. De todas formas, Lysfanga apuesta por su combate y su mecánica principal, y eso sí que convence.

Además de la ya nombrada mecánica, nuestra protagonista tiene otras herramientas. Hay una buena variedad de poderes, runas y hechizos que van desde aquellos dirigidos directamente al combate a otros más dirigidos a la movilidad. Lo bueno es que hay una cantidad tan alta que nuestro estilo de juego es muy configurable, algo que añade aún más variedad al título.

En lo referente al apartado gráfico, Lysfanga es un juego realmente bonito, con unos modelados de enemigos, personajes y escenarios muy elaborados. Da un poco de pena que esas ciudades simplemente se usen para pasar a todo correr, pero el juego te está diciendo que así lo hagas. De todas maneras, es más agradable correr por un escenario bonito, eso desde luego. La música es bastante satisfactoria, y casa muy bien con lo que se ve en pantalla. Como punto negativo diré que el rendimiento no ha sido todo lo bueno que esperaría, pero estoy seguro de que con los primeros parches lo dejaran fino.

En resumen, Lysfanga: The Time Shift Warrior es un juego muy bueno en lo suyo. Junta rompecabezas y acción de forma magistral, en un envoltorio de lo más interesante y efectista. Además, lo adereza con mucha variedad de situaciones mientras el juego progresa. Es un juego que apuesta al cien por cien en su combate, por lo que sí lo anteriormente explicado no te ha terminado de convencer, es probable que no sea un juego para ti. Pero si algo de lo comentado en el combate te llama la atención, estoy muy seguro de que Lysfanga: The Time Shift Warrior te gustará.