No tuve el placer de jugar al primer Monster Jam, de hecho ni siquiera conocía esta IP hasta que he jugado directamente a esta segunda entrega, así que desconozco la clase de novedades que aporta esta secuela respecto a la entrega original, pero primero presentemos a Monster Jam Steel Titans 2 como se merece y ahora seguimos hablando de qué tal es como juego en sí este título de conducción arcade.

Monster Jam Steel Titans 2, como su propio nombre indica, es la secuela del primer título que salió a la venta en 2019 de la mano de Rainbow Studios, a quienes conocemos principalmente por su franquicia estrella MX vs ATV, mientras que THQ Nordic se encarga de la distribución. En esta ocasión, dejamos de lado los quads y las motos para meternos de lleno en el mundo de los monster truck, auténticos colosos de las cuatro ruedas capaces de enfrentarse a cualquier obstáculo que le echen.

Estamos ante un título principalmente de conducción arcade con un fuerte énfasis en el apartado de las físicas, como era de esperar. Al mando de estos vehículos imponentes, contaremos con diferentes modos de juego en los que demostrar nuestra habilidad al volante haciendo todo tipo de tricks y movimientos. Algo que me ha llamado la atención de este juego es sin duda su peculiar manejo, ya que no controlamos la dirección del vehículo directamente con el stick izquierdo como es habitual en este tipo de juegos, sino que cada uno de los sticks se encarga de controlar las ruedas delanteras y traseras por separado, permitiéndonos hacer no solo algunos trucos curiosos, sino levantarnos rápidamente en caso de volcar.

Quizás lo mejor del juego es que no quiere tomarse en serio a sí mismo y opta por crear una estética y jugabilidad desenfadada, ya que con los monster truck como protagonistas hubiese sido muy fácil tirar por la vía «testosterona y heavy metal». Para nuestra sorpresa, lo que nos ofrece este título es otro tipo de juego diferente, diría que tirando un poco más hacia lo humorístico y la fantasía, y esto lo podremos notar en los diferentes niveles temáticos que podremos visitar, entre ellos un parque canino, unas instalaciones futuristas o incluso uno basado en Halloween entre otros.

Al comenzar y tras finalizar el tutorial, apareceremos en una especie de mundo abierto a pequeña escala en el que tendremos libertad para movernos como queramos. Este escenario nos servirá de mapa central desde el que acceder a las diferentes opciones y modos del juego, así como al garaje y la posibilidad de cambiar entre zonas. También aquí tendremos vía libre para practicar nuestra conducción y trucos, pues todo está lleno de obstáculos y desniveles, además también tendremos una suerte de coleccionables que nos darán puntos y desbloquearán nuevos vehículos.

Y con esas dos vertientes principales, la del diseño de escenarios y el tipo de conducción, es cuando aparece el problema más grave del juego. Las físicas de los vehículos son muy sensibles, tan sensibles que un simple bordillo o un giro más cerrado de la cuenta puede desestabilizar nuestro coche y volcarlo boca arriba, cosa que desgraciadamente nos va a pasar más veces de las deseables si no conducimos con precaución. Esto a su vez choca con el concepto de los propios niveles, los cuales parecen haber sido diseñados teniendo en mente la idea de dar rienda suelta a nuestra conducción y hacer el cabra loca sin control. ¿De qué nos sirve entonces un diseño de niveles que invita a correr sin control si luego nos vemos obligados a ir despacio y midiendo nuestros pasos para no volcar a cada instante? porque lo aviso desde ya, vamos a pasarnos más tiempo enderezando el vehículo que conduciendo, lo cual para mí se aleja totalmente del concepto de diversión.

Al margen de eso, contaremos con 38 vehículos en total divididos en diferentes subcategorías, algunos más centrados en la velocidad y otros más adecuados para realizar maniobras y trucos. También habrá vehículos especiales, como un autobús escolar o una variedad con chasis basados en un animal diferente cada uno. Para mejorar estos vehículos contaremos con ciertas mecánicas RPG: al jugar a los distintos modos de juego y competiciones con el vehículo seleccionado, nos otorgarán puntos de experiencia con los que subir de nivel y mejorar las estadísticas del mismo, aunque estas mejoras se añaden al azar, no podremos seleccionarlas por nuestra cuenta.

Respecto a los modos de juego, el principal será el modo carrera, en el que nos enfrentaremos a una serie de competiciones divididas en tandas de tres pruebas que nos harán puntuar en el ranking según la posición en la que quedemos. Tendremos 6 tipos de pruebas diferentes: carrera estándar, cara a cara, puntos de control, destrucción cronometrada, trucos en estilo libre y carrera inversa, que es quizás el tipo más curioso de todos ya que consiste en una carrera normal en la que mitad de los corredores circularán en sentido contrario y tendremos que evitarlos para no chocar contra ellos.

En cuanto a modos multijugador, contaremos con multijugador local para dos personas tanto para el modo sandbox como para cada una de las distintas pruebas, quizás con más jugadores hubiese sido más divertido pero tampoco vamos a ponernos exigentes. Y si lo que queremos es enfrentarnos a jugadores de todo el mundo, en el modo online podremos enfrentarnos a otros 5 corredores. Lamentablemente, como siempre ocurre en este tipo de juegos sin mucho ruido detrás, el número de usuarios es ínfimo y cuesta muchísimo encontrar partida, si es que llegamos siquiera a encontrar alguna, porque yo todavía no lo he conseguido.

Pasando al apartado gráfico, es uno de los peores apartados del juego. En la versión de PC que hemos analizado, el rendimiento es bastante malo, con una tasa de frames muy pobre incluso si le bajamos opciones gráficas, lo cual tiene todavía más delito cuando vemos que gráficamente no es nada del otro mundo, con texturas planas y ausencia de cualquier tipo de efectos visuales y de partículas. Me ha gustado, eso sí, el sistema de destrucción del vehículo, donde podremos ver como la carrocería se va desmontando poco a poco según los golpes que vayamos recibiendo.

En definitiva, Monster Jam Steel Titans 2 puede no ser uno de los mejores juegos de conducción del año, quizás ni de toda la generación, pero si sabemos perdonarle sus defectos -que son muy notables- y somos poco exigentes podremos encontrar ese punto de diversión desenfadada con el que matar el rato. Aplaudo su propuesta de querer diferenciarse de un simulador puro y crear algo más cercano a un arcade con el que echar unas risas, pero aun así le vendría bien algo más de trabajo detrás.

 


Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por Dead Good Media