El tema de los sueños siempre ha sido uno de los recursos narrativos más utilizados en las obras de ficción, especialmente a la hora de querer ofrecer contenidos oníricos o de fantasía que no se pueden ver en el mundo real. Dreaming Sarah, desarrollado por Asteristic Game Studio y distribuido por Ratalaika Games, es otro de esos juegos que tira de la ensoñación para ofrecernos su propio mundo con sus propias reglas particulares.

En Dreaming Sarah, como es lógico, controlaremos a Sarah, en este caso el título no podría ser más explicativo. Sarah se despierta en un mundo del que no sabe nada y tendrá que explorarlo para conseguir salir de ahí y volver a su mundo. El título no engaña y va de cara, Sarah está dormida y todo lo que ocurre en el juego es un sueño suyo. ¿Pero por qué sueña tales cosas? ¿qué ha ocurrido para llevarla a esa situación? A lo largo del sueño, iremos descubriendo pequeñas pinceladas sobre la trama para descubrir la verdad detrás de todo.

El título que tenemos entre manos se inspira mucho, y no lo oculta, en uno de los grandes clásicos de los juegos indies: Yume Nikki, el famoso juego de terror japonés donde controlábamos a una niña que debía recorrer a sus propias pesadillas. Aquí seguimos una estructura muy similar pero bajo una perspectiva enteramente lateral, manejamos a Sarah de izquierda a derecha mientras visita los diferentes escenarios de su imaginación, al tiempo que vamos interactuando con los diferentes puzles y acertijos que encontraremos en cada zona.

No se trata de un juego de resolver acertijos puro y duro como podría ser Heal, por poner un ejemplo de reciente lanzamiento en nuestro portal, más bien de una especie de aventura gráfica en la que tendremos que utilizar el objeto adecuado en el momento adecuado. A lo largo de los niveles iremos encontrando nuevos objetos que nos ofrezcan pistas, soluciones o directamente hagan cambiar algo en el escenario que antes no aparecía y podría ser la clave para continuar avanzando. Dichos objetos se dividen en dos tipos: los de un solo uso que se utilizan en un momento concreto de la aventura para luego acabar desechados y los equipables, que conforman el núcleo duro del juego y tendremos que interactuar con ellos constantemente para seguir avanzando.

El backtraking será una parte muy importante de Dreaming Sarah, hasta tal punto que su estructura puede llegar a hacerse repetitiva demasiado pronto, pues básicamente todo lo que haremos será seguir continuamente el esquema de conseguir un nuevo objeto y ponernos a revisitar los escenarios una y otra vez para ver donde encaja. Tanta es la importancia del backtraking que incluso la dirección en la que caminemos será importante y nos puede dar la clave cuando estemos atascado: normalmente los escenarios siguen una estructura cíclica en la que si avanzamos hacia la derecha sin detenernos, al final acabaremos llegando al mismo punto, como si se tratase de un agujero de gusano dimensional, pero si caminamos en la dirección contraria…a lo mejor ocurre otra cosa diferente.


Los escenarios, si bien son imaginativos y curiosos, no lo son tanto como otros juegos del mismo estilo. Aquí se apuesta por entornos más realistas y de corte más mundano, no hay tanto lugar para niveles oníricos o con más fantasía como sí ocurría en el juego en el que se inspira. De esta forma encontraremos paisajes comunes tales como bosques, desiertos, volcanes o una mansión, aunque eso no significa que no haya niveles surrealistas en absoluto, los hay y muy llamativos además, pero no va a ser la tónica general.

Gráficamente no se puede decir que esté especialmente elaborado, unos sprites y animaciones correctas sin más, pero que cumplen de sobra para lo que se quiere representar. En el audio, la banda sonora del autor Anthony Septim se encargan de ambientar bien el juego con melodías tenebrosas e inquietantes que sirven de apoyo a lo visto en pantalla. Finalmente y aunque no tengamos una gran cantidad de texto, la traducción al castellano es bastante buena.

En definitiva, Dreaming Sarah es un buen juego para los fans de lo surrealista pero tampoco nos va a llegar a maravillar en demasía, palidece al lado de otras producciones similares más trabajadas tanto en lo visual como en lo argumental. Es una buena opción, eso sí, si nos encanta examinar cualquier detalle bajo lupa y empezar a sacar teorías de aquí y allá, en ese aspecto lo hace bastante bien. Como siempre, el precio es inmejorable y una buena razón para darle una oportunidad.

 


Este análisis ha sido realizado en Playstation 4 mediante una copia cedida por Ratalaika Games