Noreya: The Gold Project es uno de esos diamantes en bruto, que es muy fácil de jugar pero complicado de recomendar. Estamos ante un título profundo, con un estilo muy marcado y unas decisiones jugables estupendas, pero con ciertos elementos que lastran el resultado final. Es triste reconocerlo, pero hay veces que los pequeños detalles se van acumulando y empañan la versión final.

Noreya: The Gold Project es un metroidvania donde la exploración es la herramienta fundamental. Lo más importante es que se trata de un juego divertido. Aunque el comienzo puede ser un poco correoso, después de una hora de juego las cosas se hacen cuesta abajo y todo es mucho más fácil. 

El mapa que nos ofrece el título es enorme, y sin duda el mayor reclamo para recomendarlo. En la imágenes pondré una captura del mismo, porque merece la pena observarlo. El mapa funciona como cualquier mapa del género. Deberemos desbloquear algunas habilidades para explorarlo todo. Sin embargo, este lugar es tan masivo que sin prácticamente ninguna habilidad la exploración nos puede llevar bastante tiempo. Siempre hay un nuevo camino que mirar o una nueva zona por la que avanzar.

A pesar de esto, el mapa también tiene sus partes malas. Uno de los biomas es exageradamente grande comparado con los demás, lo cual hace que pueda llegar a ser repetitivo visualmente. También entra en problemas con el viaje rápido del título: explorar un mapa tan grande hace que tengamos que usar mucho de nuestro tiempo en recorrer mapas ya visitados anteriormente. Y el problema aparece cuando ese viaje rápido, del que tanto dependemos, está escondido tras un árbol de habilidades. Aunque se desbloquea bastante rápido, en mi opinión esto debería ser una mejora que encontramos en los primeros compases del juego.

Además de ese viaje rápido, habrá otras habilidades que nos harán movernos rápidamente, como el dash o el movimiento por la pared. También desbloqueamos otros poderes como el disparo a distancia. Por último, usaremos el que es uno de los poderes distintivos de Noreya: The Gold Project; la forma fantasmal. En esta forma tendremos un cuerpo secundario que podrá atacar a otros enemigos, podrá activar ciertas palancas e interactuar con el mundo de una forma diferente. Muchos de los puzles que nos ofrece el título están relacionados con este poder, e incluso algunos de los combates y jefes finales.

El combate es bastante servicial, funciona correctamente y es lo suficientemente divertido como para tenernos contentos. Tendremos combos que podremos ir mejorando, además del ya nombrado ataque a distancia. Obviamente podremos ir mejorándolos, cosa absolutamente necesaria, ya que Noreya: The Gold Project es un juego muy complicado en sus primeras horas. En la dificultad normal, que es en la que he completado el título, morir es una constante, y la exploración a veces nos puede pasar factura. A veces pararse a farmear un rato puede ser buena idea, ya que el juego usa un sistema parecido a los Souls y esto nos permitirá avanzar de forma constante. No hay nada peor que enfrentarse a un jefe y que no podamos hacerle nada porque nuestro daño no es suficiente.

El sistema de progresión ofrece dos caminos opuestos, con diferentes mejoras y poderes. Se complementan bastante bien y cada uno de ellos nos requerirá un estilo de juego diferente. Podemos cambiar los puntos de mejora cuando queramos, pero nos requerirá movernos a todas las estatuas del juego. Además, la exploración nos servirá para mejorar la vida y ataque de nuestro personaje, que complementará esta mejor de habilidades.

Noreya: The Gold Project me ha gustado, pero hay pequeños detalles que ensombrecen el resultado final. La fuente que usa usa en el título no es la mejor, algunos fondos de los bocadillos de texto no son muy agradables, tiene algunos bugs -que estoy seguro que irán corrigiendo-, en general el juego necesita de una capa extra de pintura. Esto no significa que el juego suspenda ni mucho menos; pero habrá jugadores a los que este poco agraciado primer vistazo les eche para atrás. Sin embargo, una vez profundizado, veremos que el juego es mucho más que lo que ofrece a primera vista.

Visualmente tenemos un pixel art de lo más resultón, con buena variedad de colores y de diseños. Cada uno de los biomas es interesante, tiene su propia temática y paleta. El diseño de enemigos es también de lo más interesante. Como apunte negativo, tengo que decir que a veces, en el escenario, se funden las cosas que podemos pisar con el fondo, haciendo que sea complicado saber que es real y que no. Aún así, es sencillo saber que cosas es posible pisar después de unas horas de juego.

En resumen, Noreya: The Gold Project es un juego hecho y derecho, con buenas ideas, combate interesante y sobre todo, muchísima exploración. En el mercado hay muchísimos metroidvanias, es un género muy prolífico. Por esto mismo es difícil recomendar Noreya: The Gold Project como primera opción. No me malinterpretéis, se trata de un juego muy fiel a sí mismo, muy divertido y con ideas propias. Si os gusta mucho el género, y habéis jugado a un gran número de ellos, adelante. Si no, recomiendo esperar a que algunos bugs sean corregidos -aunque no sean graves-. Noreya: The Gold Project es un juego especial, pero no es para todo el mundo.