El uno de Septiembre de 1939 es la fecha en la que la Alemania nazi invadió Polonia y, con ello, dio paso a la Segunda Guerra Mundial, escribiendo uno de los episodios más oscuros de la historia. Desde entonces, incontables obras del mundo del arte y la cultura como el cine o la literatura y, por supuesto del videojuego, han tomado aquel escenario como referencia ¿Logrará Partisans 1941 hacerse un hueco entre todos ellos? Descubrámoslo.

Pero la mayoría de las expresiones artísticas, culturales y del entretenimiento, se centran en el punto de vista estadounidense y, en menor medida, también el europeo. Pocos son los que ofrecen otra perspectiva como la que nos ocupa aquí. La perspectiva de la agónica resistencia rusa, cuando en el año que da nombre al título nos encontrábamos con los campos de refugiados, el hambre de su pueblo e incluso sus combatientes y sus poblaciones arrasadas. Esto se transmite perfectamente en el juego recordándonos a algún videojuego u obra ambientada en la resistencia francesa o películas como El Pianista en los momentos en los que el protagonista tenía que sobrevivir ya en plena guerra.

La compañía encargada de tal responsabilidad es la rusa afincada en Moscú Alter Games, compuesta actualmente por veinte integrantes y, como viene siendo ya habitual en este tipo de equipos, muchos de ellos provenientes de compañías con experiencia en el sector. Hablamos de compañías conocidas como  Allods Team –Allods Online, Skyforge, Allods Adventure HD-, Skyriver Studios -saga A.I.M., Speelgear– o Nival Intractive –Rage of Mages, Etherlords, Blitzkrieg, Silent Storm, Night Watch, Heroes of Might & Magic V, King’s Bounty: Legions-.

Partisans 1941 nos recuerda, inevitablemente, a la famosa saga española de Pyro Studios, Commandos. Y cuando dicha referencia nos ayude a dejaros claro algún aspecto, similar o distinto, la utilizaremos. Pero hay que dejar claro que Partisans 1941 no es, ni mucho menos, un clon de la famosa saga publicada por Eidos, sino que, aunque tenga aspectos que nos recuerden a ella, bebe de otros juegos e incorpora múltiples mecánicas que, lejos de quedar como una amalgama inconexa, está muy bien ajustada y funciona a la perfección, creando un conjunto bastante redondo.

Alter Games nos ofrece un videojuego que mezcla a la perfección mecánicas de sigilo, acción, estrategia táctica por turnos, exploración, gestión de recursos y construcción. Con todos estos elementos en la coctelera para afrontar las veinte misiones principales que nos ofrece Partisans 1941, es de agradecer que se nos ofrezca libertad para afrontarlas de la forma que consideremos más oportuna, sin haber una única aproximación válida. Podemos acabar con varios enemigos utilizando el sigilo, acercándonos por detrás y acabando con ellos con el cuchillo uno a uno al más puro estilo Commandos, o bien podremos optar por posicionarnos adecuadamente utilizando las coberturas que nos ofrezca el escenario y preparar una emboscada para abrir fuego libremente sobre todos. Incluso utilizar dicho escenario como medio para atacar a los enemigos.

Y es que las coberturas no solo evitarán que seamos vistos y, por tanto, detectados, sino que dificultarán que nos impacten. Pero claro, esto es una vía de doble sentido, que también puede jugar en nuestra contra porque, al contrario que en el juego de Pyro Studios, aquí los disparos no impactan automáticamente, sino que la habilidad de un personaje concreto con el arma empuñada y la posición relativa alterarán el porcentaje de impacto del disparo.

Además, el tipo de arma variará también la forma en que tendremos que utilizar al miembro de nuestro equipo, puesto que las características de, por ejemplo, una pistola y una escopeta son distintas, y varían su comportamiento de forma que tendremos que posicionar estratégicamente a los miembros que tengan equipadas unas u otras. No nos servirá de nada un miembro equipado con una escopeta si está demasiado lejos, pues la dispersión hará el arma prácticamente inútil.

Pero la línea visual no es la única forma en que pueden descubrirnos. Como ya ocurría en la segunda entrega de Commandos, aquí también puede delatarnos el sonido. Habrá que andar con pies de plomo y tener cuidado con la vegetación con la que vayamos rozándonos. En todo caso no es recomendable ir a saco puesto que el juego penalizará bastante la no planificación adecuada de los enfrentamientos. Afortunadamente podremos utilizar botiquines, vendas y diversos ítems para recuperar la salud de nuestro equipo.

Equipo que no es fijo, sino que podremos conocer y reclutar nuevos miembros que se vayan uniendo al comandante Alexey Zorin, miembro original del equipo que controlamos. Dichos miembros tendrán sus características, habilidades y motivaciones. Y a medida que vayan avanzando por el juego obtendrán puntos de experiencia que podremos utilizar para ir desbloqueando habilidades de un árbol en el que tendremos opciones pasivas y activas.

Más allá del combate, Partisans 1941 requiere que cuidemos aspectos de nuestro equipo como su alimentación y moral para estar al 100% a la hora de afrontar las misiones. Cuando no estemos luchando contra los nazis, podremos asignar a nuestro equipo distintas tareas como cazar, recolectar y, en definitiva, conseguir comida para que las provisiones de alimentos se mantengan al máximo. También podremos encargarles explorar, espiar o sabotear con lo cual encontrarán arma o munición y también subir la moral del equipo.

Otro aspecto interesante de Partisans 1941 es la gestión y ampliación del campamento base que podremos mejorar con módulos como un hospital o un taller donde mejorar las armas del equipo. Equipo que lleva ligado un código de color que nos indicará lo común o extraño que es dicho juego.

La exploración del terreno es vital, para encontrar y recopilar materiales y para la preparación de la estrategia, puesto que el juego utiliza la conocida «niebla de guerra», y no sabremos qué nos encontraremos en algún lugar si no hemos realizado previamente el respectivo reconocimiento. Los enfrentamientos son aquí por turnos, y siempre tendremos la opción de pausar el juego, dándonos una vertiente mucho más táctica y profunda que la de otros juegos del estilo.

El control es bueno, aunque no perfecto. El personaje seleccionado se mueve al lugar donde se indique haciendo click con el ratón, mientras que la pantalla la moveremos de forma directa con las teclas WASD, tal como se hace en juegos como Baldur’s Gate 3. Asimismo, con las teclas numéricas accederemos directamente a controlar al personaje asignado, y con el F1 podremos elegir al grupo completo.

Técnicamente el juego no es puntero, y los requisitos son, tal vez, más elevados de lo esperado por lo que se muestra en pantalla, pero son agradables y lo suficientemente buenos como para que no queden fuera de tono con respecto al conjunto. Asimismo, la música y los efectos acompañan perfectamente el juego.

En definitiva, Partisans 1941 se percibía en sus primeros videos promocionales como prácticamente otro clon de Commandos, pero si bien las comparaciones son inevitables y en parte recuerda a dicha saga, posee los suficientes elementos añadidos y diferenciadores como para poder brillar con luz propia.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Best Vision PR