El género shoot ‘em up o lo que siempre hemos llamado coloquialmente «matamarcianos» es un género que, con momentos de más popularidad y momentos de menos, se ha mantenido vivo a lo largo de las generaciones en el mundo de los videojuegos. En lo que todo el mundo coincidirá, es que la época dorada del género se ubica entre la segunda mitad de los años 80 y los años 90, donde nacieron muchas de las franquicias más conocidas del género. Muchas de estos títulos vieron la luz en el mercado Arcade para luego dar el salto al mercado doméstico a través de ordenadores y videoconsolas. De entre esas franquicias míticas de las que podríamos nombrar Gradius, Darius, o Raiden entre otras, una de las más populares siempre ha sido R-Type de Irem.
R-Type fue lanzado en Arcade en 1987 y cosechó un gran éxito que le permitió dar el salto a múltiples sistemas domésticos y además seguir recibiendo nuevas entregas hasta 2003 donde Irem decidió poner punto y final a la línea principal de R-Type con R-Type Final para PlayStation 2. Y así hubiera sido -obviando los dos R-Type Tactics de PlayStation Portable, considerados spin-offs, y R-Type Dimensions EX, que es una remasterización de las dos primeras entregas- de no ser por Granzella, un estudio japonés formado por algunos ex miembros de Irem -actuales desarrolladores de la franquicia Disaster Report de la que reseñamos aquí su última entrega- que en 2019 iniciaron una campaña de micromecenazgo en Kickstarter para traer la franquicia de vuelta.
No hace falta decir que la campaña de financiación fue un éxito y que apenas 2 años después, hemos recibido R-Type Final 2 para múltiples sistemas actuales. Han pasado 18 años desde la última entrega principal de la franquicia y es hora de comprobar si Granzella ha estado a la altura y el espíritu de R-Type sigue intacto en el título que nos ocupa. Hace poco pudimos probar una demo del juego que nos dejó algunas dudas, aunque hay que admitir que la versión final no ha decepcionado, al menos no en lo jugable donde si reconoceremos las cualidades casi únicas de la franquicia. Esta nueva entrega es bastante continuista con R-Type Final aunque se han añadido algunos elementos propios de los spin-offs de PlayStation Portable como los recursos, y algunas novedades.
Como en toda la franquicia, R-Type Final 2 es un shoot ‘em up de desarrollo horizontal donde tendremos que avanzar acabando con todo lo que se cruce en nuestro camino a la vez que intentemos que enemigos y obstáculos no acaben con nosotros. Es característico de la serie el componente estratégico a la hora de encontrar puntos seguros en el escenario, o identificar patrones enemigos para anticiparnos y poder esquivar una muerte segura. El elemento más reconocible de cualquier R-Type es el uso del Force o Fuerza, una esfera que al conseguirla podremos acoplar y desacoplar de la nave a nuestro antojo y nos proporcionará diferentes utilidades como añadir un tipo de disparo especial, servir de escudo de algunos disparos, disparar hacia atrás -si la acoplamos detrás- o usarla de forma independiente separada de nuestra nave.
Disponemos de un disparo normal, un disparo cargado, y un ataque especial que podremos ejecutar al ir cargando nuestra barra DOSE -esta se cargará cuando la Fuerza impacte con algunos enemigos o absorba algunos disparos-. En cuanto consigamos la Fuerza, podremos ir cambiando su tipo de disparo con los ítems de colores que sueltan algunos enemigos, y además podremos conseguir también de estos enemigos el ítem del uso de misiles. Nuestra nave tiene 4 niveles de velocidad que podremos modificar en cualquier momento y que será necesario controlar para salir indemne de ciertas situaciones. Cada nave -tenemos 3 iniciales, pero podemos llegar a tener 99- es diferente y tiene sus propias características, además de que varía su armamento y el efecto de este, aunque el esquema anterior es común para todas.
El juego consta de 7 niveles, aunque a partir del nivel 5 podremos elegir tres diferentes rutas que nos llevarán a 3 finales distintos. Además del modo historia, el cual es bastante escueto con solo una cinemática al principio y otra al final, tenemos un modo para mejorar nuestra puntuación donde podremos jugar cualquier nivel que hayamos completado en el modo campaña, o diseñar nuestra propia campaña con los niveles y segmentos que queramos. Tenemos varios niveles de dificultad -7 en total, 2 de ellos desbloqueables-, y si queremos una experiencia similar a la de otros R-Type, hay que empezar por la dificultad Bydo. Tenemos también una galería con los enemigos y sus estadísticas, una tienda para comprar vinilos y otros cosméticos para piloto y nave, la ficha de nuestro piloto, y un hangar que es donde podremos ver nuestras naves y desbloquear nuevas, para ello tendremos que emplear Solonium, Etherium y Bydogen, tres elementos que debemos farmear en os distintos niveles del juego.
Hasta ahora todo lo visto es bastante digno de la franquicia a la que Final 2 representa. La jugabilidad se ha recuperado perfectamente -a partir de cierto nivel de dificultad-, pero sin embargo la parte negativa viene dada por su apartado técnico y artístico, que quizá queda por debajo de lo esperado, sobre todo gráficamente -el rendimiento puede mejorarse con actualizaciones-. Aunque hemos jugado en Nintendo Switch, y curiosamente el rendimiento del juego en ella es bastante estable, usuarios de otras plataformas como Xbox One han reportado caídas de frames frecuentes. En el apartado artístico el problema es que el diseño no es para nada inspirado, con algunas secciones realmente pobres, incluso llegando a ser estéticamente feas, en contraste con otras secciones de mayor nivel.
Quizá le han faltado recursos a Granzella para rematar un título que ha sido capaz de hacer bien lo más difícil -recuperar el espíritu R-Type 18 años después- y ha fallado en la presentación con unos niveles bien diseñados pero con un nivel gráfico y artístico dispar. Además, los problemas de rendimiento de algunas versiones van a requerir que el estudio intente solucionarlos por medio de actualizaciones.
Lo que si es seguro es que más bonito, o más feo, R-Type está de vuelta en un juego que recupera toda la esencia de la franquicia y que además nos propone muchas horas de diversión -y frustración- en especial si queremos hacernos con todas las naves posibles -algunas son solo para los bakers de Kickstarter- y los cosméticos de la tienda. Si la franquicia Darius sigue viva con Dariusburst Another Chronicle EX , y R-Type con este R-Type Final 2, es la hora de que Konami espabile y nos traiga Gradius VI, por soñar…
Este análisis ha sido realizado en Nintendo Switch mediante una copia cedida por NIS America