Railway Empire: Complete Collection es un título de gestión de lo más completo y divertido, y el añadido de todos los contenidos descargables hace que el resultado final sea aún más impresionante. Dado que el juego base ya está analizado en nuestra web de la mano de Fernando Sanchez, me concentraré en todos los DLCs, que son muchos y muy variados. Aunque el análisis anterior sea de la versión de Switch y este de PC, lo único realmente distinto es el aspecto visual. Os recomiendo encarecidamente leer ese análisis antes de seguir adelante, ya que este análisis es una extensión de aquel.

Railway Empire es un juego de gestión donde creamos un imperio a base de negocios y transporte en tren. El juego base dispone de una campaña sencilla pero elaborada, donde vamos aprendiendo las mecánicas y terminamos manejando las partes más complejas del título. Una vez hemos completado la campaña, en el juego base disponíamos del modo libre o de los interesantes escenarios. Es en estos últimos donde están todas las novedades de las expansiones. Cada una de ellas trae al menos un escenario nuevo en otra parte del mundo, además de mecánicas propias de ese escenario. Vamos por partes, ya que los contenidos son muchos y muy variados.

Los primeros contenidos descargables nos traen ciclos de día y noche. El de Alemania trae un sistema de concesiones de territorios que añade profundidad al conjunto, además de señales propias de dicho territorio para que el resultado sea más inmersivo. El contenido de Francia trae nuevas metas para el juego. Los contenidos de Canadá y el norte de Europa traen el sistema mejorado de clima, el cual tendremos que tener en cuenta para que no se nos congele todo. Por último, el contenido de Australia nos permite hacer nuestras propias ciudades y manejarlas a nuestro antojo. Personalmente me hubiera gustado un escenario que añadiera España, pero lamentablemente no ha sido posible, quizás por lo pequeño que resultaría respecto a otros territorios.

Todo esto viene, por supuesto, con nuevas locomotoras -todas ellas históricas y animadas con mucho esmero-, nueva música en algunas zonas -necesaria si jugamos fuera de Norteamérica-, nuevos materiales para transportar y una infinidad de detalles que añaden realismo. Además todos los mapas se han añadido al Modo Libre, y se pueden manosear cuanto queramos en dicho modo. El juego está realmente repleto de contenido, os costará un centenar de horas completar todos los escenarios. Quizás más, por lo que expongo a continuación. 

Todo ese contenido a veces no está suficientemente bien medido. Por ejemplo, ninguno de los escenarios nuevos tiene selector de dificultad fácil, son todos o medio o difícil. Además, algunos de los escenarios de dificultad media son realmente difíciles y otros  que el juego considera más complicados, no lo son tanto. El escenario de Australia y de Canadá me parecieron muy difíciles, mientras que el de los Andes y el de Gran Bretaña eran más asequibles. Algunos de los objetivos se cumplían demasiado rápido, o había que conseguir demasiados recursos de cierto tipo.

Hay un problema de fondo aún más grave. El mismo diseño de los escenarios de Railway Empire: Complete Collection a veces es fallido. Los objetivos se van desbloqueando a medida que cumplimos los que están disponibles, y esto hace que los nuevos nos pillen totalmente por sorpresa; quizás hemos orientado la empresa de tal forma que haga que sea imposible completar el escenario. Y alguno de ellos pueden llegar a durar cinco horas, así que fallar casi al final puede ser un tanto desesperante. Estoy seguro de que esto es así para darle más vida útil al juego, pero viendo todo el contenido del que hace gala me parece totalmente innecesario.

La dificultad artificial en forma de objetivos muy difíciles de cumplir al final de un escenario no le hacen ningún favor al juego, y creo que otro diseño hubiera sido mejor. Esto no significa que todos los escenarios sean así; hay muchos que son acordes a su dificultad, o incluso sencillos si manejamos el título. Y el desbloquear los objetivos también es reconfortante si completamos el escenario a la primera, ya que premia nuestra improvisación y nuestros reflejos. Pero ya os digo yo que tendréis que repetir más de uno inevitablemente, o mirar de antemano cuales son todos los objetivos del escenario.

La dificultad también se ve potenciada por la inteligencia artificial. Creo que los competidores son a veces demasiado agresivos y competentes, pero también hay que decir que se llegan a molestar mucho entre ellos en las subastas o en la compra de negocios. El juego puede llegar a ser muy estresante con las fechas corriendo contra ti y un montón de competidores comprando acciones de tu empresa para intentar llevar a cabo una fusión. Hay que vigilar cada paso que damos, dado que puede ser el último.

Visualmente el juego es una delicia. Después de los parches que habrá recibido y de las actualizaciones visuales que ofrecen las zonas del norte con la nieve, o del ciclo día y noche, el resultado final es espectacular. Dado que el juego original pecaba de ser demasiado repetitivo en lo que al apartado visual se refiere, todos los nuevos contenidos llegan también para reparar ese error. Además el rendimiento es casi perfecto, con tiempos de carga muy bajos y sin bugs reseñables. Desde luego le han venido bien todas las actualizaciones, ya que el producto final es inmejorable en este campo.

En conclusión, si os gustó el juego base pero os resultó demasiado fácil, todo el contenido descargable de Railway Empire: Complete Collection os viene como anillo al dedo. Se trata de un juego realmente completo, con decenas de horas de contenido muy variado y con un rendimiento casi perfecto. Si no tenéis paciencia con los juegos de gestión quizás este no sea un buen título para comprar, pero siempre estará el modo libre. Por supuesto, si os gustan los trenes, hacéos con él cuanto antes. Ver esas máquinas de hierro echar humo mientras nuestra cuenta corriente no para de subir es un verdadero placer.

 


Este análisis se ha realizado con una copia cedida por Koch Media