El avance de Estados Unidos como nación no podría entenderse sin el desarrollo del ferrocarril en la extensa superficie que abarca el territorio norteamericano. Esta expansión que tuvo lugar hacia el oeste, proporcionó una red que conectó hasta las poblaciones más aisladas proporcionando un flujo de viajeros y mercancías que de otra manera no hubiera sido posible por los medios de la época.

Este fascinante periodo para la expansión del ferrocarril que transcurre desde 1830 hasta 1910 es el elegido por Gaming Minds Studios para el desarrollo de su juego de estrategia y gestión Railway Empire, que después del éxito cosechado en PC, PlayStation 4 y Xbox One -lanzados en 2018-, ahora hace su aparición en la consola de Nintendo con Railway Empire Nintendo Switch Edition.

Básicamente esta edición para Nintendo Switch es el mismo juego que pudimos disfrutar en las otras consolas, con el mismo control adaptado mediante una rueda con las opciones de desarrollo, y el cursor manejado con el stick. El contenido base es el mismo, con las grandes siete zonas que abarca el territorio de Estados Unidos, y además en esta edición se han incluido dentro del juego las 3 primeras expansiones que recibieron las otras versiones, México, Grandes Lagos y Andes. Con la inclusión de estos 3 DLCs de forma gratuita -hay más en camino, aunque de pago-, el contenido del juego se multiplica y nos garantiza muchísimas horas en todos sus modos de juego.

Para empezar tendremos disponible cuatro modos de juego: Campaña, Escenarios, Modo libre y Modo experimentar. En el modo campaña tendremos que llevar a nuestra compañía a lo largo de cinco extensos capítulos al triunfo en la lucha por el sector ferroviario. El Modo escenarios nos propone una serie de retos de distinta dificultad a lo largo de los siete mapas. En el Modo libre jugaremos sin objetivos concretos y con las opciones que elijamos, aunque seguiremos pudiendo tener rivales y tendremos que gestionar nuestra economía. El Modo experimentar nos da absoluta libertad para hacer lo que queramos, sin objetivos, rivales y con dinero ilimitado.

Para comenzar a jugar, tendremos que crear una empresa ferroviaria, esta tendrá un dueño que elegiremos entre varios personajes prediseñados, cada cual tiene sus propias características, y sus ventajas y desventajas, por lo que es importante elegir al que más beneficios dé a nuestra forma de jugar. Con nuestra empresa ya fundada, y su sede elegida, nos esperan 5 capítulos bastante largos donde tendremos que hacer a nuestra empresa líder del sector, y para ello todo cuenta.

En el juego los años irán pasando desde 1830 hasta 1910 permitiéndonos ser testigos del desarrollo de las urbes -por supuesto con nuestra ayuda en función de cómo las comuniquemos y como las abastezcamos- y con la aparición de nuevas tecnologías -más de 300- que podremos desarrollar para mejorar nuestras líneas de ferrocarril, nuestras instalaciones y nuestros trenes.

Cada pequeño detalle de las finanzas y la gestión de la compañía está en nuestras manos. Construiremos estaciones, almacenes, talleres, puntos de abastecimiento, y sobre todo vías que unan las distintas poblaciones y las ayuden a progresar. Decidiremos si transportamos viajeros o mercancías, compraremos nuevas locomotoras -más de 40 modelos reales- y elegiremos a nuestros trabajadores y los gestionaremos. Podremos personalizar nuestros trenes con distintos vagones que nosotros mismos escogeremos y crear nuevas infraestructuras en la ciudad que atraiga a más viajeros. Pero todo esto lo haremos con un control exhaustivo de los ingresos y gastos, incluso llegando a las subastas si es necesario, y con un ojo en nuestros rivales, que no dudarán en jugar sucio si es necesario.

Aunque al principio pueda abrumar tanto contenido y tanta información tan densa, una serie de tutoriales y consejos harán que pronto nos familiaricemos con todas las opciones que manejamos. Pero el objetivo es cumplir las tareas que se nos indican, y para ello tendremos que jugar con cabeza, tomando las decisiones más acertadas para llevar a nuestra compañía al éxito, y jugando sucio si es necesario, pues Railway Empire también nos permitirá mandar espías a la competencia, preparar sabotajes, y mandarles trabajadores problemáticos para que les perjudique.

Los demás modos de juego siguen esta base jugable, siendo bastante interesante el Modo experimentar que nos permite tener partidas casi infinitas. En las otras versiones de consola y en la de PC, el juego se ha expandido mediante DLCs que han añadido nuevos territorios, nuevos modelos de trenes, y nuevas tareas, aunque no se ha quedado ahí la cosa, sino que también añaden sus propios temas para la banda sonora, la implementación del ciclo día y noche, y la inclusión de territorios nevados con su impacto en la jugabilidad. Desafortunadamente las nuevas características aportadas por los DLCs no se aplican al juego base. Hay que recordar que 3 de estas expansiones ya vienen integradas en la versión de Switch de serie.

La adaptación del control es similar al de las otras versiones de consola como hemos apuntado anteriormente, con un gatillo desplegaremos una rueda de acciones, donde elegiremos la acción a realizar y confirmaremos. El cursor se manejará con el stick analógico, y la opción de arrastrar se llevará acabo dejando pulsado un botón. Con el otro gatillo podremos ir pasando de tren a tren y centrándolos para trabajar sobre sus opciones. No es el control más intuitivo del mundo pero pronto nos haremos con él, y será suficiente para manejarnos con cierta soltura, aunque lógicamente lo ideal para estos juegos de estrategia y gestión es el teclado y el ratón.

Donde sí ha visto Railway Empire mermadas sus características con esta versión para Nintendo Switch es en su apartado técnico. Es difícil predecir a que se debe esto, ya que el nivel de exigencia del juego no es tampoco elevado, pero es evidente que el juego queda bastante lejos de sus versiones mayores y de otros juegos del propio sistema. Ni siquiera jugar en el dock mejora la calidad, con unas texturas muy pobres y muy poca definición para la mayoría de elementos, que desluce lo que hasta ahora venía siendo una muy buena versión.

Railway Empire Nintendo Switch Edition trae el mundo de la estrategia y gestión de compañías ferroviarias a la palma de tu mano, con un juego bastante completo en opciones y contenido, que además ya viene expandido con tres nuevas áreas de forma gratuita. Sin embargo adolece de un apartado técnico no propio ni siquiera del sistema de Nintendo. Desconocemos el motivo de esta tara, aunque también es cierto que debido a la naturaleza del juego que es, quizá el apartado visual pueda quedar en un segundo plano, ya que no influye directamente en la jugabilidad del título, aunque esto es algo que el futuro comprador deberá valorar.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Kalypso Media