Es posible que haya lectores a los que el título de Rendering Ranger: R2 no les traiga nada a la mente, para los cuales ahora entraremos en antecedentes, pero si mencionamos la saga Turrican, pocos serán los que no den un brinco en el asiento y quieran saber cual es la conexión entre este título y la afamada saga de 8 y 16 bits.
Y es que Rainbow Arts, con el ínclito Manfred Trenz a la cabeza, nos trajo la que se convirtió en una de las franquicias de culto del mundo de los videojuegos, y ello sin necesitar ser una saga exclusiva de una plataforma con una gran compañía detrás. Aunque no fue hasta bastantes años después, en 1995, que lanzaron de forma algo tardía para Super Famicom -el nombre de la Super Nintendo en Japón- este Rendering Ranger: R2, no exento de ciertas dificultades.
Y es que, aunque los 16 bits aún tenían algo que decir en el mundo del videojuego, las miradas ya estaban enfocadas hacia Sony PlayStation, la SEGA Saturn y las 3D, así que un juego del estilo run and gun en 2D y de una compañía europea poco conocida en Japón que quería sacar un juego para Super Famicom, no levantó demasiado entusiasmo, con lo que no tuvo un lanzamiento mundial y se circunscribió a Japón de la mano de Virgin Interactive Japan.
Para más inri, la tirada fue muy limitada, se estima que de menos de 10000 unidades, lo cual al final ha desembocado en que poca gente pudiera tenerlo en su día y que hoy, tras alcanzar estatus de juego de culto, haya que rascarse profundamente el bolsillo para poder adquirir una copia. Afortunadamente, para aquellos que quieran tener el juego hoy día, sin importarles que no sea la versión original en Super Famicom, nos llega a nuestras manos una versión “Rewind” del juego, que nos pondrá de nuevo a los mandos de esta joya.
La historia no es que sea típica y sencilla, es que es inexistente… Rendering Ranger: R2 [Rewind] nos suelta directamente en medio de un escenario devastado en mitad de una guerra contra alienígenas de los que no sabemos nada, ni falta que hace para dejarnos llevar por el más puro y frenético espíritu arcade.
Rendering Ranger: R2 [Rewind] nos arroja a la cara un juego cargado de acción, disparos en las 8 direcciones, saltos y alguna plataforma. En este punto, podremos tener la lógica impresión de que nos encontramos ante un juego que bebe directamente de la saga Turrican, lo cual se confirma en la siguiente misión, y tal vez no terminaremos de entender por qué no se desarrolló directamente como una entrega de dicha saga, lo que, tal vez, hubiese facilitado su publicación a nivel global.
Pero es aquí cuando viene el giro inesperado, y es que, de repente, el juego cambia diametralmente. Durante las próximas dos misiones, nuestro Rendering Ranger se pondrá a los mandos de una nave y nos ofrecerá un juego al más puro estilo matamarcianos y, esta vez, trayéndonos el sabor de otra de las grandes sagas del género, Thunder Force, lo cual era una alegría doble para los usuarios de Super Famicom que no tuvieron la oportunidad de jugar dicha saga en la consola de 16bits de la gran N -salvo una versión del Thunder Spirits-.
Y es en estas fases donde la habilidad de Trenz queda patente, por si alguien pudiera aún tener alguna duda. Rendering Ranger: R2 nos mostraba en una Super Famicom lo que parecía posible solo en la Mega Drive con su chip Motorola. La velocidad, cantidad de efectos y partículas, todo en movimiento de forma fluida en todo momento, e incluso con el uso del modo 7, efectos de scaling y rotaciones por hardware. Y es que el bueno de Trenz programó el juego totalmente en ensamblador, pudiendo exprimir lo que otros no podían con herramientas más sencillas pero que no aprovechaban todas las capacidades disponibles en la máquina.
Al final, y durante las nueve misiones de que Rendering Ranger: R2 se compone, iremos alternando entre ambos tipos de misiones, a cada cual más espectacular. Comenzaremos con tan sólo dos armas, los clásicos disparos rojo multidireccional frontal y láser azul, que podremos ir potenciando recogiendo los ítems respectivos de cada color. Llegado el momento, encontraremos dos nuevas armas con sus colores definitorios para sus potenciadores, amarillo para un disparo totalmente multidireccional, y verde para otro que rebota en las superficies creando bastante caos destructivo a su paso pero siendo algo más impredecible. También tendremos la opción de usar una bomba altamente destructiva, como solía ser marca de la casa en los juegos de entonces.
Eso sí, el juego no es apto para débiles. Rendering Ranger: R2 nos enfrenta a una dificultad épica, propia de la época en muchos títulos, y si bien no es un juego largo de principio a fin, conseguir completar el juego nos llevará un buen puñado de horas muriendo y comenzando de nuevo. Para más inri, al morir, perderemos todos los potenciadores y comenzaremos con el arma básica de nuevo. Por fortuna para aquellos que lo sufrieron en Super Famicom, en esta versión tendremos dos grandes ayudas: la capacidad de salvar partida y la de rebobinar.
Se añaden, como es típico en este tipo de ediciones adaptadas a los tiempos actuales, algún aderezo visual, aunque bastante más escuetos que los mostrados en otros juegos. Podremos usar filtro visual CRT únicamente, varios tipos de aspect ratio, y tres tipos de marquesinas, nada más.
Desde el punto de vista artístico, Rendering Ranger: R2 opta por gráficos pre-renderizados, como imposición de la editora, aunque el juego fue en principio desarrollado con sprites dibujados a mano, pero desde Virgin Japan consideraron que en aquel momento de ansia por el 3D era necesario utilizar sprites con aspecto 3D mediante la técnica del pre-renderizado que tan bien funcionó en la saga Donkey Kong Country.
De hecho, el juego ni siquiera iba a contar con misiones a pie a lo Turrican, pero la editora tenía poca confianza en una compañía europea para realizar un shooter espacial. Esto nos lleva a otro de los grandes añadidos de esta versión [Rewind], y es el añadido de la versión original del juego tal cual Manfred lo desarrolló en principio y que no llegó a ser lanzado, con el nombre de Targa.
En conclusión, Rendering Ranger: R2 [Rewind] nos da otra oportunidad de poseer un clásico de culto gracias al Carbon Engine de Limited Run Games. Lo hace con un port que nos trae todas las sensaciones del original y nos propone disfrutar, y sufrir, a partes iguales, como lo hacía el cartucho de Super Famicom. Si te gustan los juegos arcade de la época, no puedes dejar pasar esta obra maestra del creador de Turrican.