Hablar de Mega Drive —o Genesis— es hablar de una de las consolas más populares de la historia del videojuego. Aunque han pasado casi treinta años desde que la máquina de 16 bits de Sega llegara a Occidente, el paso del tiempo no ha sido capaz de hacer mella en la gran mayoría de los míticos juegos que la caracterizan. Como si de una habitación al más puro estilo de los 90 se tratara, Sega Mega Drive Classics nos propone volver a disfrutar de 53 títulos que muchos aún recordamos haber adquirido en pesetas.
EL SANTUARIO
Póster de Golden Axe, televisor de tubo situado a media altura, teléfono descolgado, una Mega Drive con dos mandos y una estantería plagada de videojuegos perfectamente ordenados. Ir más allá del menú principal de Sega Mega Drive Classics es viajar más de veinte años en el tiempo de manera automática. Resulta imposible no echar la vista atrás y recordar una habitación así. Aún recuerdo a mi hermano reuniendo sus billetes de mil pesetas junto a mi primo para acercarse al Pryca y comprar Streets of Rage 2… Qué tiempos, ¿verdad? Sega ha estado muy acertada representando la biblioteca con todas sus carátulas ordenadas, junto con la decisión de mostrarnos el cartucho a la hora de ser introducido en la consola ¡y sin necesidad de soplar!
El escenario que hace las veces de antesala a cada partida no solo es un adorno capaz de conquistar a cualquier nostálgico; también resulta muy práctico gracias a la diversa información que pone a nuestra disposición. Para empezar, tenemos la consola, los juegos y una manera muy efectiva de navegar entre ellos. Las carátulas están perfectamente ordenadas, aunque también tenemos la posibilidad de seleccionar nuestros títulos favoritos para que sean los primeros que el juego nos muestre. Además, si pulsamos R1 —en la versión para PlayStation 4— podemos visualizar tanto los trofeos como los desafíos secundarios con los que cuentan algunos juegos. También tenemos a nuestra disposición la opción de cargar estados, algo que también podemos ejecutar en plena partida mediante el stick derecho, de forma prácticamente idéntica a la posibilidad que nos ofrece cualquier emulador.
Si nos fijamos tanto en la consola como en la televisión —de tubo, por supuesto—, encontramos una serie de opciones de visualización que nos permiten modificar el aspecto visual de los juegos: mantener el aspecto original, corregir algunos defectos y dar lugar a una experiencia más cercana a los tiempos que corren, ajustar los bordes de la pantalla o aumentar el efecto curvado de la misma, tan característico de los televisores de la época… Podemos personalizar la experiencia a nuestro gusto. Un servidor recomienda encarecidamente tocar lo menos posible, en aras de recrear aquellos maravillosos años con la mayor fidelidad posible, aunque para gustos…
¡A JUGAR!
Bucear en un extenso catálogo tratando de seleccionar un puñado de juegos nunca resulta sencillo; siempre tienes la sensación de que falta algo, surgen preguntas acerca de por qué uno sí, pero otro no… Es lógico y, por suerte y pese a no ser perfecta, la lista de Sega tiene argumentos más que suficientes para convencer a cualquier amante de la consola. Nuestra estantería consta de 53 títulos, entre los que podemos encontrar la gran mayoría de pesos pesados de la consola, la vieja guardia, como dirían algunos. Con una presencia muy fuerte de juegos desarrollados por la propia Sega —aunque hay alguna excepción—, la selección llevada a cabo para nutrir nuestra biblioteca consta de lo siguiente:
- Alex Kidd in the Enchanted Castle
- Alien Soldier
- Alien Storm
- Altered Beast
- Beyond Oasis
- Bio-Hazard Battle
- Bonanza Bros
- Columns
- Columns III: Revenge of Columns
- Comix Zone
- Crack Down
- Decap Attack
- Dr. Robotnik’s Mean Bean Machine
- Dynamite Headdy
- ESWAT: City Under Siege
- Fatal Labyrinth
- Flicky
- Gain Ground
- Galaxy Force II
- Golden Axe
- Golden Axe II
- Golden Axe III
- Gunstar Heroes
- Kid Chameleon
- Landstalker
- Light Crusader
- Phantasy Star II
- Phantasy Star III: Generations of Doom
- Phantasy Star IV: The End of the Millenium
- Ristar
- Shadow Dancer: The Secret of Shinobi
- Shining Force
- Shining Force II
- Shining in the Darkness
- Shinobi III: Return of the Ninja Master
- Sonic 3D Blast
- Sonic Spinball
- Sonic the Hedgehog
- Sonic the Hedgehog 2
- Space Harrier II
- Streets of Rage
- Streets of Rage 2
- Streets of Rage 3
- Super Thunder Blade
- Sword of Vermilion
- The Revenge of Shinobi
- ToeJam & Earl in Panic on Funkotron
- ToeJam& Earl
- Vectorman
- VectorMan 2
- Virtua Fighter 2
- Wonder Boy III: Monster Lair
- Wonder Boy in Monster World
Como podéis observar, se trata del mayor y más variado recopilatorio de Sega hasta la fecha, superando ampliamente a otras como Sega Mega Drive Collection (PlayStation 2 y PlayStation Portable) y Sega Mega Drive Ultimate Collection (PlayStation 3 y Xbox 360). También supera —por motivos obvios— a las colecciones que Sega ha brindado a nuestro erizo favorito: Sonic Mega Collection (PlayStation 2, GameCube, Xbox y PC) y Sonic Gems Collection (PlayStation 2 y GameCube). Eso sí, precisamente Sonic, que ya tuvo la suerte de protagonizar sus propios recopilatorios, ha sido uno de los damnificados en esta nueva colección, y es que Sonic 3 es una de las grandes ausencias, junto a Out Run y Ecco the Dolphin, entre otros.
VARIEDAD Y CALIDAD
Sega Mega Drive Classics nos permite viajar al pasado y revivir nuestra infancia gracias a una recopilación fantástica, en la que las ausencias no son lo suficientemente determinantes como para ensuciar una selección que goza de unas cotas de variedad muy elevadas. No podían faltar los incombustibles Sonic the Hedgehog, Streets of Rage, Space Harrier o Golden Axe —y varias de sus secuelas—, entre otros. Tampoco algún que otro incomprendido como Shining in the Darkness o Fatal Labyrinth ni, por supuesto, joyas como Beyond Oasis, Landstalker y otras propuestas que hicieron de Mega Drive una consola con un catálogo excelso.
Como solemos decir, Sega Mega Drive Classics es bueno, bonito y barato. 53 de los títulos con los que muchos usuarios han crecido, se han formado como jugadores y que nunca podrán olvidar. La selección de juegos, sus opciones de personalización, así como la posibilidad de guardar y cargar estados, sumado a las opciones de aumentar la velocidad, hacen de esta recopilación la mejor que Sega ha concebido hasta la fecha. Calidad y variedad a precio reducido: unas 5.000 pesetas, para que nos entendamos entre nostálgicos… ¡Larga vida a Mega Drive!
Este análisis ha sido realizado gracias a una copia cedida por Koch Media