Para hablar de la simulación de este SnowRunner, debo volver al precedente de los juegos de coches. Al principio, el término referido para los juegos de carreras era «simulación», pero en 1986, Yu Suzuki junto a Sega decidió ser pionero en el género creando Outrun, un título donde lo más importante era llegar a la meta antes de que se acabará el tiempo, convirtiendo el juego en un simulador de conducción libre.

Saber digital, al igual que Yu Suzuki cuando revolucionó el género, ha buscado lo mismo. Comenzaron creando Spintires, una propuesta autofinanciada donde elevaba la dificultad en la conducción, creando un juego único. Con unos pocos coches y un par de misiones los jugadores tenían que ir de A a B con diferentes tipos de vehículos, evitando problemas como carreteras en mal estado o pantanos llenos de lodo. Este título llegaría a consolas más tarde bajo el nombre de Spintiries: MudRunners.

Abran paso a SnowRunner

Snowrunner es secuela directa de Spintires y ha sido editado por Focus Home Interactive. Esta entrega incrementa y mejora el nivel de realismo, creando un título muy fresco cargado de contenido, y es que todo ha sido mejorado en esta segunda parte.Comenzaremos la aventura cargando un slot y seleccionando modo de juego encontrando dos opciones: modo normal y modo difícil. La única diferencia como tal reside a la hora de vender camiones y repararlos. Por ello, si no estás muy familiarizado con los juegos de conducción realista, te recomiendo que juegues en modo normal donde se hace un poco menos costoso.

Tras elegir el modo, entraremos en un breve tutorial que nos enseña lo básico para empezar a trabajar: Encender luces, tipos de marchas y tracción será lo imprescindible para comenzar. Estaría bien que desde el principio, te enseñaran la importancia de apilar las cargas, pues en las misiones es muy importante de cara a completarlas. Nosotros tuvimos un percance, pensamos que no valía el remolque donde estaba la carga y realizamos viajes con distintos remolques. Ninguno servía porque estaba la carga sin apilar.

Encargos en cooperativo.

El juego enseña el valor de un cabrestante

Si bien SnowRunner no tiene historia, deberás ayudar a los ciudadanos de los distintos territorios a progresar. Y es que a pesar de estar en época de cuarentena, en el videojuego tendrás que hacer más de 500 misiones, entre las que podremos construir accesos rápidos entre zonas, ayudar con una mala cosecha en la granja o llevar suministros médicos a un lugar alejado de la civilización.

Estamos ante un mundo abierto dividido en 7 territorios con mucho contenido. Los mapas no se sienten nada desolados y muchas veces tienen muchísimas tareas a cumplir, desde sacar un vehículo hundido en un pantano, a repostar un camión que se ha quedado truncado a unos pocos metros de la gasolinera. Pero eso no es todo, el mapa no será visible hasta que no vayamos a una torre de vigía -lugar que desbloqueará una porción determinada del mapa-. Las torres de vigía hacen la función de las atalayas que son bien conocidas por la saga Assassin’s Creed. Tras completar cada evento o misión, recibiremos un par de dólares y puntos de experiencia que servirán para desbloquear nuevos vehículos y mejoras en el taller.

Además, si algo se ha pulido bastante en esta entrega es el realismo. En esta aventura podemos dar un mayor uso al cabrestante para salir de situaciones complicadas. Imaginaos que vuestras ruedas se hunden en fango y no hay manera de sacarlas, enganchando el cabrestante a un punto de Apoyo fijo podremos ayudarnos para salir de dicha situación. Pero no solo podemos apoyarnos en un punto sólido, dependiendo de la fuerza del camión tiraremos con más o menos fuerza, por lo que podemos partir el punto de apoyo si no está muy fijo.

1º zona de Michigan.

Otro punto bastante importante es la posibilidad de jugar el juego en cooperativo, elevando la diversión, y es que en SnowRunner podremos compartir la aventura con 3 amigos más. El progreso solo será guardado en la partida del host, pero el resto recibirán el dinero y la experiencia correspondiente a los encargos completados.

Por último, me gustaría hablar del taller, el lugar donde podremos actualizar nuestro vehículo y comprar nuevos juguetes. Porque en SnowRunner encontraremos más de cuarenta vehículos diferentes: Desde vehículos de autopista a vehículos de exploración. Cada uno tendrá una función salvo los todoterrenos, que según la personalización que le demos podrán ser más o menos polivalentes. Tras seleccionar el vehículo podremos personalizarlo, pudiendo mejorar el motor y ponerle una mayor cilindrada. Para que tenga más potencia, poner unos neumáticos afines a la zona donde nos encontramos o añadir tracción total pueden ser acciones que realicemos. Junto a este encontraremos la tienda de remolques, donde podremos comprar y vender remolques y semirremolques de distintos tipos. Por ejemplo, para transportar losas de cemento, tendremos que usar un semirremolque acoplado de carga lateral.

Gráfica y sonoramente muy cuidadoso

Hay que alabar el trabajo creado por saber y es que cuenta con 22 zonas todas con biomas muy diferentes. No es lo mismo las zonas empantanadas de Wisconsin que los blancos rincones de Alaska, y es que todas las zonas están bien diferenciadas y tienen elementos únicos.

 

Sonoramente, encontramos un juego muy pulido. En el cual, no encontraremos una banda sonora a su altura, de hecho se echa en falta una radio que poder sintonizar y escuchar mientras estamos en una travesía. Pero SnowRunner no plantea un juego casual y te mete de lleno con cada sonido, desde el sonido de las gotas al caer en una terrible llovizna hasta el chasqueó de unas piedras tras ser arrolladas por nuestro vehículo.

Conclusión

SnowRunner ofrece un interesante título de conducción realista, en un vasto mundo lleno de eventos. Con un gran acabado sonoro y cargado de detalles que está plenamente subtitulado al castellano. No vamos a desvelar más de lo que encontrarás en SnowRunner. Si te has quedado con ganas de saber más, fesde 33bits recomendamos encarecidamente su compra.