Desde hace unos años a esta parte, la escena indie se ha apoyado mucho en lo retro a la hora de realizar sus proyectos. Son muchos los proyectos que se apoyan en apartados técnicos o jugabilidades de los 8 y 16 bits, incluso en los 32 bits, o una mezcla de ellos. Super Hydorah podría pasar por un juego a caballo entre Super Nintendo y PlayStation, o Mega Drive y Saturn. Sería casi imposible discernir si Super Hydorah es un juego nuevo o un clásico atemporal.
Super Hydorah no es un juego nuevo, tiene un predecesor llamado Hydorah lanzado en 2010, que establecía una sólida base para lo que nos podemos encontrar ahora. Por lo tanto Super Hydorah es aquel Hydorah mejorado, potenciado, expandido, que va tres pasos más allá de su predecesor y que en estos últimos dos años nos ha ido llegando a todas las plataformas disponibles. Una joya del género de los shoot’em up que bebe de los grandes para completarse a sí mismo de manera impecable.
Y detrás de esta obra patria hay que mencionar obligatoriamente a los dos magos que han creado esta maravilla, Locomalito y Gryzor87, dos artesanos del bit, cada uno en su campo, que un buen día decidieron que podían coger todos sus matamarcianos favoritos y juntarlos para crear el matamarcianos definitivo, algo que viendo el resultado, prácticamente consiguieron. Dos desarrolladores y amigos que cada vez que se juntan para un nuevo proyecto, acaparan todas las musas y paren otro clásico, como han hecho con Maldita Castilla, The Curse of Issyos o este Super Hydorah que nos ocupa. Para el lanzamiento en consolas, se han asociado con los chicos de Abylight Studios, y gracias a ellos más y más gente puede disfrutar del juego.
Conociendo ya las raíces de este Super Hydorah, de dónde viene y de quién viene, vamos a entrar en situación. El juego nos presenta un argumento, mero acompañamiento, como no podía ser de otro modo en el género tratado. Los Meropticon ha declarado la guerra a la estrella de Omios. Vuela con la flota espacial en una campaña para liberar varios planetas invadidos, destruir bases enemigas y descubrir la misteriosa fuerza detrás del ataque. Simple y efectivo, no necesitamos más excusa para ponernos a loa mandos de nuestra nave y dispararle a todo lo que se mueva, antes de que ellos acaben con nosotros.
Super Hydoriah es un shoot’em up clásico en 2D con desplazamiento lateral pero no lineal, pues en varios momentos, tendremos la opción de tomar bifurcaciones y elegir entre diferentes caminos entre tres posibles variables, superior, inferior y central. También podremos subir o bajar dentro de nuestra pantalla hasta cierto margen fuera del campo visual, por lo que un suave scroll nos acompañará. El juego esta fuertemente inspirado por los clásicos, por muchos de ellos, pero quizá es Gradius el que más se ve cuando se mira al espejo.
Nuestra nave dispondrá de tres tipos de armamento, una arma principal, una arma secundaria, y una escasa arma especial. Al principio de cada nivel podremos elegir qué arma de cada clase queremos usar entre las que tengamos disponibles porque ya las hayamos conseguido. Esto le da un componente bastante estratégico, porque con la combinación adecuada, un nivel que sea un infierno para nosotros se puede volver más asequible, pero hasta un nivel normal con una mala selección de armas puede hacerse casi imposible. A lo largo de los niveles podremos ir cogiendo orbes de distintos colores que nos darán escudo para aguantar algún disparo extra, carga de la barra de potencia de nuestra arma principal o carga de la barra de velocidad de nuestra arma secundaria.
Aunque estamos ante un juego más bien de una duración corta, como buen shump clásico, Super Hydorah arroja unos números bastantes elevados, 21 planetas repletos de acción y muerte (la nuestra), divididos en un total de 35 niveles con sus 35 bosses, entre bosses finales y middle bosses. Unos números que infunden respeto, aunque lo que realmente asusta es la dificultad espartana de la que goza el título. Cada planeta tendrá un aspecto y una fauna propia que también será un peligro más a tener en cuenta.
Como hemos dicho antes, una mala elección de nuestro armamento puede acabar con todos nuestros sueños e ilusiones, y hay veces que ni una buena elección será suficiente y habrá que ponerse en manos de algún santo para que de milagro crucemos una sección. Y es que ese es el único punto negro que le podemos achacar al juego, su dificultad es un poco irregular y arbitraria en algunas fases.
Super Hydorah tiene un apartado técnico y artístico brillante: un pixel art perfecto y unos escenarios recreados con todo tipo de detalles con un nivel de detalle enfermizo en ocasiones. Nuestros ojos gozarán con unos apoteósicos escenarios dignos de las antiguas 32bits con todo lujo de efectos de explosiones y disparos. Un trabajo muy bien hecho por parte de Locomalito que postula al juego al grado de clásico instantáneo. También hay que mencionar que cada planeta, tiene su propia ambientación, su propio fondo, escenario, obstáculos del escenario y otorgará variedad al desarrollo del juego. Hay que resaltar que tanto el scroll para subir o bajar en las fases es muy suave, y el control de nuestra nave es perfecto y milimétrico, lo que hace al juego más justo, siempre moriremos por nuestra culpa.
Podremos ver todo con una definición alta, aunque manteniendo el trabajo a nivel de pixel emulando lo visto en los 16 y 32 bits, o usar un filtro CRT de una calidad pasmosa y del que nos enamoraremos al instante, y probablemente una vez puesto, no lo quitaremos más.
En el apartado sonoro solo nos queda quitarnos el sombrero con el maestro Gryzor87. 60 temas musicales de lo mejor que el sintetizador nos puede dar que no pasarán desapercibidas para nadie. Una banda sonora, que de haber sido parte de un juego de la época, hoy podría ser perfectamente referente para todo autor actual. Y es que Gryzor sabe dar con la tecla para que cada melodía case con lo que nosotros vemos en la pantalla, y eso junto a unos efectos de sonido de gran calidad, no hacen más que redondear la gran calidad del apartado audiovisual.
Y para completar este gran juego, siempre podemos duplicar la diversión con el modo de dos jugadores, que si bien doblará la diversión, también podrá volver todo un poco más confuso, lo que podrá costarnos algunas vidas extras.
El juego consta de más de un final, siendo el secreto un auténtico homenaje que nos sacará una lagrimita a los veteranos del género, y un minijuego de habilidad llamado Robot Chase, que aunque es sencillo, es divertido y podremos jugar también a dos jugadores.
Concluyendo, Super Hydorah es un matamarcianos como lo de antes, que se juega y disfruta como se hacía antes, que coge lo mejor del género clásico y lo aúna en un solo juego que si tiene que pecar de algo, es de difícil. Y os lo dice alguien que se ha pasado el Life Force Salamander… Si lográis superarlo, os dejará una gratísima sensación de logro y superación. Este clásico está disponible en la eShop de Nintendo por 19,95€; si te gusta el género, no lo dejes escapar.
Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Abylight Studios
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