Hace no mucho conocíamos la triste noticia del fallecimiento de Benoit Sokal. Noticia que me tocó de cerca, porque Syberia fue una de las sagas de mi adolescencia. Gracias al belga, pude acompañar a -o más bien me acompañaron- los Kate Walker, Hans Voralberg u Óscar a lo largo del mundo en un viaje que cambiaría tanto sus vidas como su manera de pensar. Y si bien Sokal ya no está entre nosotros, su legado aún perdura, y muestra de ello es este Syberia: The World Before que, a título póstumo, nos trae de vuelta a nuestra neoyorquina favorita mientras, además, nos presenta a una nueva protagonista. Pero vayamos por partes.

Syberia: The World Before ya deja claras sus intenciones desde el principio al no darte el control sobre Kate Walker de primeras. En vez de eso controlaremos a Dana Roze, una joven aprendiz de pianista. Corre el año 1937, y nos encontramos en Vaghen, una gran ciudad centroeuropea donde se puede comprobar el clima creciente que acabaría estallando en la Segunda Guerra Mundial. Hay que decir que tanto las localizaciones como las «facciones» que veremos a lo largo de la historia son inventadas, pero no será difícil encontrar su correspondencia con nuestra historia real.

Poco después cambiaremos a Kate Walker, que tras los eventos de Syberia 3 se encuentra trabajando como esclava en unas minas. Y aquí vemos la principal novedad de este Syberia frente a anteriores: esta vez no seguiremos solo a Kate Walker, sino que tendremos dos historias paralelas que iremos viendo a lo largo del juego. Kate, por ciertas circunstancias, se obsesionará con conocer la historia de Dana, y nos tocará investigar qué sucedió en aquella época y cuál es el paradero actual de la muchacha, si es que aún vive, 70 años más tarde.

La dirección del juego en este sentido es bastante notable, empezando con un ritmo extremadamente lento, pero acelerándose continuamente a medida que vamos avanzando en la historia, con una manera de narrar interesante que mezclará las dos líneas temporales más de una vez mientras alguien le va narrando a Kate hechos que ocurrieron en la época de Dana. También es cierto que nos encontraremos con una historia más oscura de lo habitual en Syberia, abandonando un poco además la sensación continua de viaje que tenían los dos primeros juegos al transcurrir la práctica totalidad del juego en una sola localización.

Si bien Syberia 3 no llegó a los estándares de calidad que esperamos de la saga, este, sin llegar al nivel de los dos primeros, sí consigue mantener el tipo. El problema es que estamos en una época donde las aventuras gráficas, están de capa caída, y los juegos de puzles con un mínimo presupuesto todavía más, por lo que Syberia: The World Before es hijo de su tiempo: tenemos una aventura gráfica totalmente lineal, con ciertos puzles que poco a poco irán complicándose hasta llegar a un nivel aceptable en la recta final de la aventura, pero nunca llegaremos a atascarnos del todo en un puzle concreto. Es cierto que hace años existían puzles que podían resultar absurdos, pero, quizás, por no pasarnos por encima, nos hemos quedado cortos de dificultad.

Ojo, aún así es posible que nos quedemos enganchados en alguno. Si eso pasa, existe un botón de ayuda que nos proporcionará pistas sobre qué hacer a continuación. Sinceramente, me gustaría que se pudiera esconder, porque está ahí, casi brillante, e incita a apretarlo, yo he clickado en él incluso sabiendo lo que tenía que hacer a continuación, solo para que dejara de brillar. Y es que también tiene un cooldown para evitar que lo apretemos a todas horas, lo que sí está bien.

No está de más decir que el juego es bastante disfrutable siendo novato en la saga. No porque tengamos un resumen de los anteriores -que lo tenemos-, sino porque la historia de Dana Roze es relativamente independiente y, aunque haya bastantes cosas y personajes de los que no tendremos el contexto, diría que se puede seguir bastante bien. Este que escribe, como comentaba antes, es veterano en la saga, así que no lo puedo afirmar con seguridad, eso sí, pero lo dicho, estoy bastante convencido de que Microids ha pensado en la generación que no pudo jugar a los Syberia anteriores.

El control del juego es un tanto espinoso, ya que, como gran parte de las aventuras gráficas 3D modernas, tengo la sensación de que está hecha para ser controlada con pad. No me malinterpretéis, yo he jugado a prácticamente a todo el juego con ratón sin problemas, pero hay veces que se hace incómodo. Por ejemplo, moverse por los escenarios con el pad resulta ágil, el típico movimiento de joystick izquierdo para mover al personaje, un botón para correr. Con el ratón resulta más incómodo, ya que si bien conserva los controles de toda la vida –click en un lugar para movernos a él, doble click para ir corriendo-, muchas veces el sitio donde queremos ir está fuera de una cámara que va cambiando constantemente, por lo que tendremos que hacer montones de clicks, y puede resultar tedioso.

Lo mismo con ciertos movimientos. El juego está lleno de acciones fisicalizadas, como por ejemplo tirar de un cajón para abrirlo, o desatornillar algún tornillo. Y, de nuevo, es más sencillo hacer esos movimientos con el joystick que con el ratón, sobre todo los circulares. Pero bueno, aún así, lo dicho, siendo un control más incómodo, yo lo he podido jugar perfectamente con ratón, por lo que no tenéis que preocuparos en ese sentido.

A nivel gráfico, sin ser soberbio, Syberia: The World Before destaca claramente frente a sus competidores en el género de las aventuras gráficas. Se nota que los valores de producción son altos y nos encontraremos con entornos 3D llenos de detalles, personajes bien definidos -quizás destacar para mal algunas expresiones aquí- y, en general, un juego que entra por los ojos. Lo que sí es sobresaliente es su apartado artístico, mostrándonos cada poco tiempo estampas preciosas, aunque todo esto tiene un coste, y es el rendimiento. Con una 3070, en general suelo mantener el juego por encima de los 50 frames por segundo, pero son constantes las caídas a sobre 30 cuando hay mucha actividad en pantalla. El juego no tiene malos gráficos, pero diría que aquí le hace falta una pequeña capa de optimización. Quizás cuando salga en consolas, más adelante…

Pero, en general, Syberia: The World Before es un juego notable. No aporta nada nuevo al género más allá de las dos líneas temporales paralelas, pero se deja jugar perfectamente. Al fan de la saga, le gustará. Al que le gusten las buenas historias le gustará. Y al que eche de menos las aventuras gráficas antiguas «en el mundo anterior» a este -perdón por el chiste-, le gustará. Quizás un poco menos, pero le gustará. Recomendado.

 


Este análisis se ha realizado en PC con una copia cedida por Cosmocover