The Elder Scrolls Online: Elsweyr es  la nueva y última expansión, por ahora, de la propuesta multijugador masiva de la franquicia estrella de Bethesda, que si bien no empezó con buen pie en 2014 con sus suscripciones mensuales, ha sabido reinventarse con un cambio del modelo de negocio, y dotar de contenido con unas expansiones que se reparten entre grandes y pequeñas. Las expansiones de contenido pequeñas, compuestas de misiones, zonas nuevas, y raids en nuevas mazmorras, quedan relegadas al modelo de suscripción premium del título, llamada ESO Plus, donde pagas una subscripción por acceso VIP a estas expansiones, ciertos items cosméticos y una cantidad fija de coronas al mes, la moneda del juego. Las expansiones de contenido grandes, son menos numerosas, pero añaden vastos territorios, auténticos iconos en la franquicia como ha sido el caso de Morrowind, Summerset, y el que ahora nos ocupa, Elsweyr.

Así pues, esta nueva expansión se desarrolla en la sureña provincia de Elsweyr, hogar de los humanoides felinos khajiitas, que no visitábamos desde The Elder Scrolls Arena, la primera entrega de la serie. Pero el gran atractivo de esta expansión no es la región donde se desarrolla, probablemente Summerset y especialmente Morrowind tienen más encanto, sino dos de las novedades introducidas, una nueva clase, el nigromante, y lo mejor de todo, dragones. Estas dos no son las únicas novedades, también se ha procurado que Elsweyr disponga de una zona de inicio para que los nuevos jugadores puedan empezar por el contenido más nuevo directamente, o los veteranos puedan comenzar un nuevo personaje con la nueva clase.

La bella y árida Elsweyr también tiene lugar para el color.

Y aunque vengamos de Skyrim duchos en el arte de la caza de dragón con nuestro Dovahkiin, los dragones de Elsweyr son bastante más grandes, y bastante más peligrosos, lo que nos obligará a acabar con ellos entre varios jugadores. Tiene lógica, debido a la faceta multijugador del juego, que esto sea así, sobre todo porque la recompensa será más que interesante con la oportunidad de conseguir equipo de buena calidad.

Mismo sitio, distinto lugar

Sobre Elsweyr podemos decir que el regreso a esta tierra árida es una alegría para los fan de la saga, pero a su vez es una experiencia que deja un sabor agridulce, pues aunque Zenimax se ha esforzado en que la nueva provincia tenga una apariencia bastante más llamativa, al final lo que obtenemos es una sucesión de terrenos áridos y desérticos, que son fieles con el diseño original de Elsweyr pero que pueden parecer poco atractivos para el jugador, sobre todo después de las maravillas visuales y de diseño de Summerset y de Morrowind. Hay excepciones, por supuesto, zonas selváticas, pueblos y ciudades de bella factura, pero al salir de ellos volvemos a un paisaje que poco nos invita a adentrarnos y explorar, todo muy ocre y marrón. También se añaden dos nuevas mazmorras para incursiones o raids.

Sin embargo hay que hacer un ejercicio de lógica, y es que Elsweyr no se podía representar de mejor manera, ya la recorrimos hace 25 años en Arena, y la región, a pesar del lavado de cara de la tecnología actual, es la que es. Así mismo abundará la raza autóctona, los khajiitas, felinos humanoides con una alta tradición religiosa, y no muy buena reputación, a los que conoceremos en plena guerra. Pero es mejor nos desvelar tramas, solo mencionar que esta guerra que azota Elsweyr, sus bandos, y el regreso de los dragones están relacionados, y si elegimos empezar un nuevo personaje aquí, no tardaremos en vernos las caras con un dragón, aunque sea un encuentro «preparado» que difícilmente podemos fallar, pero que no deja de ser un derroche de espectacularidad que bien sirve para engancharnos y seguir avanzando hacía otras áreas.

Nuestro nórdico guaperas listo para lo que haga falta.

Dragones, nigromantes y otros seres

Que una de las novedades de esta expansión sean los dragones no es una casualidad, pues forma parte de la temporada del dragón, un grupo de eventos donde se engloba esta expansión para alcanzar su culmen. Pero como hemos adelantado antes, hay otra razón de peso para adentrarse en Elsweyr, el nigromante. Con esta clase, podremos comenzar desde el principio desde la propia Elsweyr donde se ha habilitado una zona inicial, que nos servirá para dar nuestros primeros pasos y conocer a los dragones.

El nigromante se maneja de forma sencilla, podremos revivir a los muertos caidos y reanimar esqueletos que lucharán por nosotros, o nos defenderán, según la ocasión. Tendremos tres ramas: Grave Lord, Bone Tyrant y Living Death, y conforme vayamos desbloqueando habilidades, el uso del personaje se convertirá en una experiencia más compleja pero también más gratificante, abriéndose un auténtico abanico de posibilidades defensivas, ofensivas, incluso de soporte y curación. En una clase que va a gustar y que seguramente pronto veremos de forma constante en las regiones de Tamriel.

Para los dragones, tendremos una suerte de incursiones de localización aleatoria, donde cada cierto tiempo en algún punto del mapa, aparece un dragón de un tamaño muy considerable que se irá moviendo por el mapa sin destino definido. Es aquí donde los jugadores buscarán esa localización y lucharán juntos contra el dragón en una batalla multitudinaria donde usualmente sale perdiendo el dragón, pero que deja reflejado que un solo jugador no puede hacerle frente a uno de estos dragones de forma exitosa. Si somos los primeros en llegar a la posición de un dragón, lo más inteligente será esperar a que lleguen más jugadores, si no la muerte nos aguarda.

Elsweyr en todo su explendor, no la visitabamos desde Arena.

Ampliando el lore

En esta expansión, seguiremos una línea argumental de forma parecida a la de las dos anteriores expansiones, con una historia compuesta por sus misiones principales bastante guiadas, y una serie de misiones secundarias de género diverso, enfocadas para conseguir items o equipamiento. No está mal para ser honestos, deberemos descubrir quien esta detrás del regreso de los dragones, y que tiene esto que ver con la guerra en la que está envuelta Elsweyr. No deja de ser una historia llena de clichés y bastante predecible, pero que esta bien contada, con un buen ritmo, y con el suficiente interés de querer seguir haciendo misiones para que el argumento avance, aunque alguna misión pueda resultar un poco monótona.

Técnicamente poco hay que decir, sigue el camino marcado por el juego base, que en su día ya decidió desmarcarse del fotorealismo perseguido por Skyrim, para optar por un dibujo más a trazos que facilitara un rendimiento aceptable en múltiples plataformas de distintas configuraciones. Elsweyr sigue tal cual lo hacían las expansiones anteriores, aunque por ubicación de la zona, el arte si se resiente, aunque luego ciudades, templos y pueblos sean un derroche de detalles y buen gusto. Con el apartado sonoro pasa exactamente lo mismo, continua el mismo estilo de la versión base.

Los invitados estelares a esta expansión, los dragones, aunque este tuvo la mala suerte de cruzarse en mi camino.

The Elder Scrolls Online: Elsweyr es una buena expansión que sigue el buen camino que parece haber tomado la aventura online de Zenimax y Bethesda, lo cual es un punto a favor y una buena señal para los seguidores de esta obra. Pero a pesar de la espectacularidad de los grandiosos dragones, y lo interesante que es la nueva clase, el nigromante, Elsweyr acusa no tener el atractivo de Summerset, o el carisma de Morrowind. Demasiado árido, que no es que este mal representado, pero que le resta atractivo a esas amplias llanuras donde haremos poco más que misiones de acabar con algunos enemigos o fauna local.

La nueva clase, el nigromante es todo un acierto, un DPS que podrá resucitar a los muertos e invocar esqueletos para luchar por nosotros, o defendernos atrayendo al enemigo hacía ellos. Una clase sencilla de usar al comienzo, que irá ganando matices conforme vayamos subiéndola de nivel y profundicemos en sus distintas ramas. Una clase que no es absolutamente nueva, ya hemos visto clases muy parecidas en otros juegos de rol masivos online, pero que en The Elder Scrolls Online funciona a la perfección y que seguramente se convierta en una de las favoritas de los usuarios. También su uso híbrido como soporte sanador le da una versatilidad de cara a las incursiones. Una lástima que haya tardado antes en llegar, pero ya está aquí.

Fauna y flora de la extraña Morrowind.

Concluyendo, si eres jugador de The Elder Scrolls Online, y disfrutaste de las dos anteriores expansiones, vas a seguir disfrutando con Elsweyr. No es tan redonda como las dos anteriores, pero tiene elementos suficientes para hacerla atractiva. Una línea narrativa correcta, una región a la que hacía muchos años que no teníamos acceso, una clase nueva y bastante interesante, el nigromante, una zona de inicio para empezar directamente en la tierra de nuestros queridos felinos humanoides, y ¡dragones! ¿Qué más se puede pedir?

Esperemos que Zenimax y Bethesda continuen por este camino. Si siguen como en Elsweyr, y vuelven a dar el paso adelante que dieron ya con Morrowind y Summerset, es bastante probable que la buena salud con la que goza The Elder Scrolls Online en su modelo actual, se extienda en futuras expansiones. Al fin y al cabo, a Tamriel le quedan bastantes regiones que visitar, incluso alguna de las expansiones menores que ocurren en otras regiones, podría replantearse como expansión completa y aportar la totalidad del territorio, en lugar de un par de zonas, como ocurre en la actualidad de estas expansiones para los usuarios de ESO Plus.

Y por soñar, próxima parada, Skyrim…

No hay nada como las vacaciones en Summerset.

 


Este artículo ha sido realizado mediante una copia cedida por Ziran