Pocos juegos de rol ambientados en el antiguo Oeste existen, quizás Hard West, pero no contaba en absoluto con humor hasta debajo de las piedras. Asymmetric, creadores del RPG Kingdom of Loathing vuelven con un nuevo juego, esta vez ambientado en el Salvaje Oeste: West of Loathing.

Go West

La historia es extremadamente simple: nuestro protagonista — al cual podemos personalizar y darle un nombre y apellido aleatorios — tiene un solo objetivo en mente, ir al Oeste. A partir de ahí le pasará de todo: sectas cultistas, vacas satánicas, tecnologías de otra dimensión… podría seguir pero acabaría destripando uno de los mayores disparates desternillantes en un juego ambientado en el Salvaje Oeste. Los diálogos son lo mejor del juego, y no hay discusión sobre ello, ya que componen el 80% de la jugabilidad.

West of Loathing cuenta con una enorme cantidad de diálogos, ya sean conversaciones con personajes secundarios que pueblan el mundo del juego, como encuentros aleatorios, combates o situaciones como intentar abrir una puerta. En ningún momento el juego es serio, es como he dicho un disparate repleto hasta arriba de humor. Un pequeño chiste que me hace gracia, nada más empezar el juego, es el pensar en interactuar con un pajar y encontrar una aguja — ¿lo pilláis? —, las cuales sirven para abrir cerraduras, por cierto.

West of Loathing tampoco está exento de referencias a la Cultura Pop

Ahora bien, los diálogos abundan y son desternillantes, sí, pero vamos a la enorme pega que puede suponer una barrera para que más de uno disfrute de West of Loathing: el juego está en inglés. Esto puede hacer difícil para los que no comprendan la lengua de Shakespeare disfrutar y reirse con algunas frases hechas y/o juegos de palabras. Es comprensible, Asymmetric es un estudio muy pequeño que no creo que pueda disponer de tiempo y recursos para traducir el juego a más idiomas. De todas formas quien avisa no es traidor.

Magos y trolls en el Oeste

West of Loathing es rol en estado puro. Hay abundancia de diálogos, pero también se pueden abordar ciertas situaciones con el nulo uso de la violencia o con una habilidad que neutraliza al enemigo sin pasar por un combate. El combate es el elemento más flojo del juego, si bien no es malo: los combates son por turnos, pero sosos y sencillos. Contamos como en todo juego de este tipo, con el uso de habilidades y objetos para darle la vuelta a la tortilla a un combate si llevamos las de perder.

El problema es que en West of Loathing se nos brindan demasiadas facilidades. Básicamente podemos utilizar objetos hasta el infinito sin sufrir  penalización alguna de turno. Con las habilidades del personaje ocurre lo mismo, solo que consumen puntos de habilidad, claro que si contamos con 4 puntos de habilidad y dichas habilidades consumen un punto, seguimos teniendo una ventaja injustísima frente al enemigo, el cual por cierto apenas ofrece variedad de ataques. Como he dicho, la gracia está en abordar las situaciones de otras maneras potenciando nuestras habilidades, que afrontarlas con un combate que deja bastante que desear si bien cumple con su función.

El sistema de combate es por turnos, aunque no es precisamente su punto fuerte

El juego no dura mucho si solo nos centramos en la misión principal — ir al Oeste —, pero si nos paramos a hacer misiones secundarias y favores a los habitantes del mundo, nos puede durar mucho más, sobre todo si prestamos atención a los diálogos — saltárselos es un crimen —. Además, debido a las elecciones iniciales del personaje, es altamente rejugable ya que cada clase de personaje y habilidades ofrece unos diálogos distintos con diferentes resultados.

Música, Western y Hombres Palo

Normalmente denomino a esta sección «Apartado técnico», pero he decidido hacer una excepción con este juego. West of Loathing no cuenta con gráficos punteros, no hay más que darse cuenta con la primera imagen. Es un espectáculo en blanco y negro protagonizado por hombres palo — stickmen en inglés — en el cual, citando a Walter en El Gran Lebowsky, su belleza radica en su sencillez. No necesita mucho más para disfrutarse, quiere ser simple, directo y ahorrarse complicaciones, y lo consigue. Tiene algunos efectos curiosos como la proyección de sombras en las cuevas al usar la linterna de mano, pero poco más. No hace ni falta mencionar que no es necesario ningún PC especial para poder jugarlo.

No se puede comentar mucho más allá de que el apartado visual casa con el elemento humorístico de West of Loathing a las mil maravillas. La banda sonora, por otro lado, me sorprende por lo trabajada que está: son melodías 100% western, con algunas que fácilmente se hacen pegadizas como la que suele sonar a la hora de explorar el mapa. De las mejores que he escuchado en un título independiente.

En definitiva

West of Loathing es uno de los mejores juegos de rol independientes. No es naturalmente Wasteland 2, Pillars of Eternity o Divinity Original Sin, por citar a algunos gigantes del género, pero no tiene nada que envidiarles con su estilo propio 100% desenfadado e hilarante. Una falta de un sistema de combate más profundo y que esté en inglés son las únicas pegas que le puedo sacar al nuevo título de Asymmetric. Si os gustan los juegos de rol con diálogos, os llama la estética, el Western y que se incluyan algunas referencias a la cultura popular, id a por él de cabeza.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Asymmetric