Hoy comenzaré haciendo una breve incursión hacia el pasado, y es interesante señalar que el género de las plataformas nació hace varias décadas, con títulos pioneros como Space Panic en 1980. Sin embargo, fue Super Mario Bros el que perfeccionó la fórmula, introduciendo el desplazamiento lateral, niveles largos y power-ups que modificaban la jugabilidad; este fenómeno se produjo en 1985 y sentó las bases de casi todos los juegos de plataformas posteriores. Cuatro décadas después, siguen surgiendo joyas que refinan y amplían lo ya establecido en el género, aportando nuevas mecánicas, desafíos y experiencias visuales. Este es el caso de Windswept, el juego que hoy analizamos en detalle. Ha sido desarrollado por el estudio debutante WeatherFell, y a continuación comparto mis impresiones tras sumergirme en su mundo y experimentar cada una de sus propuestas.
En este tipo de juegos, la historia rara vez es compleja, y en Windswept no es la excepción. Encarnaremos a Marbles, un pato que, recién nacido, se separa de su familia con la ayuda de una tortuga llamada Checkers, y juntos emprenderán un viaje para reunirse con sus seres queridos. Esta narrativa sencilla funciona como hilo conductor, similar al clásico fontanero de Nintendo, y permite que la atención del jugador se centre en la jugabilidad y la exploración del entorno, manteniendo un equilibrio entre historia y acción que resulta muy agradable.

Windswept es un plataformas 2D con desplazamiento lateral, en el que se aprecia claramente el esmero del equipo desde el primer instante. Su diseño recuerda a los clásicos de los 90, con niveles cuidadosamente estructurados y un tutorial obligatorio que nos introduce de manera gradual a la ejecución de distintos combos y técnicas de control. No solo manejamos a Marbles, sino también a Checkers, y ambos combinan habilidades de manera creativa para superar obstáculos y acceder a zonas elevadas. Por ejemplo, si Marbles se sube sobre Checkers, pueden dar un salto conjunto que permite alcanzar plataformas más altas, lo que añade dinamismo y profundidad a la experiencia de juego. Esta interacción entre personajes se siente natural y recompensa al jugador que se detiene a experimentar con las mecánicas.
Los niveles iniciales son accesibles, aunque la curva de dificultad aumenta progresivamente, ofreciendo un desafío interesante sin resultar frustrante. A lo largo de más de 40 escenarios, iremos desbloqueando nuevas mecánicas y enfrentándonos a distintos tipos de enemigos y obstáculos. En ciertos niveles subacuáticos, contaremos con la ayuda de un delfín que facilita la recolección de coleccionables y la navegación por zonas complicadas, demostrando que el juego combina perfectamente exploración, habilidad y recompensa. La variedad de escenarios y objetivos mantiene la experiencia fresca y motivadora durante toda la partida.
El título incorpora un estilo de collectathon, aunque con algunos desajustes menores: algunas fases presentan cinco coleccionables y otras solo tres, lo que puede sorprender a quienes busquen una distribución más uniforme. Cada nivel incluye además varias fases bonus, donde deberemos recolectar monedas, superar contrarreloj o resolver pequeños rompecabezas. El tiempo se convierte en un factor adicional de tensión y estrategia, y algunas fases requieren varios intentos para completarlas, fomentando la práctica y la mejora constante. Otras están diseñadas para poner a prueba nuestra precisión y reflejos, exigiendo saltos calculados y movimientos ágiles, llegando a convertirse en desafíos que incluso jugadores experimentados encontrarán exigentes. Esta combinación de fases accesibles y niveles más complejos genera un ritmo muy satisfactorio a lo largo del juego.

Una de las principales novedades de Windswept es que no existe un contador de vidas tradicional. Si un personaje cae o es golpeado por un enemigo, quedará atrapado en una burbuja, permitiéndonos continuar con el otro personaje hasta liberarlo. Esta mecánica puede limitar temporalmente la ejecución de ciertos combos y el acceso a coleccionables, lo que añade un elemento estratégico y de planificación a la experiencia. En las fases bonus, el juego nos permite volver a intentarlas o abandonarlas, conservando todos los progresos y objetos obtenidos hasta ese momento, lo que evita la frustración y recompensa la persistencia del jugador.
En cuanto al apartado técnico, cabe destacar un pequeño bug que impide tomar capturas de pantalla por el momento. Más allá de eso, el rendimiento es excelente, con compatibilidad total en Steam Deck y 60 frames por segundo estables en todo momento. Se incluyen además opciones de accesibilidad, como la posibilidad de ajustar el tamaño del texto, lo que refuerza la comodidad y la experiencia en la portátil de Valve. Estas consideraciones técnicas muestran que, a pesar de ser un estudio debutante, WeatherFell ha cuidado con detalle la calidad y la jugabilidad.
Visualmente, el juego apuesta por un estilo nostálgico que recuerda a los títulos de Game Boy Advance, con una paleta de colores intensa y escenarios vivos, detallados y llenos de personalidad. Los niveles temáticos, como submarinos o minas, mantienen la misma estética y resultan agradables para todos los públicos, mostrando un cuidado especial en la ambientación y la coherencia visual. En el apartado sonoro, la banda sonora combina elementos de chiptune con toques modernos, transmitiendo energía y ritmo que refuerzan la acción. Los efectos de sonido están cuidadosamente diferenciados entre los protagonistas, mejorando la claridad y la respuesta auditiva durante la jugabilidad.

Al final, Windswept demuestra que el género plataformas clásico sigue teniendo chispa incluso cuatro décadas después de que Super Mario Bros definiera sus reglas fundamentales. WeatherFell debuta con un título que, sin recurrir a una narrativa compleja, comprende perfectamente lo que hace que un plataformas funcione: control preciso, claridad visual, ritmo de progresión y curva de dificultad motivadora y satisfactoria.
Sus más de 40 niveles, la dinámica de habilidades combinadas entre Marbles y Checkers, y la diversidad temática mantienen el interés constante, ofreciendo siempre algo nuevo que explorar, dominar o perfeccionar. Windswept no pretende revolucionar el género, sino honrarlo y expandirlo desde dentro. Y cuando un estudio debutante consigue eso, resulta imposible no prestarle atención. Si creciste con plataformas o simplemente disfrutas de este tipo de experiencias, Windswept es uno de esos indies que merece ser descubierto. Es una carta de amor a una era, y eso ya dice mucho sobre la pasión que puede encontrarse en los proyectos independientes más cuidados.
