Hablar de Wonder Boy es hablar de una franquicia clásica notable y compleja. La obra de Westone tuvo su auge en Arcade, y en las 8 y 16 bits de Sega entre la segunda mitad de los 80 y la primera mitad de los 90. El tema de la complejidad viene dado por el nacimiento de una IP nueva a raiz de Wonder Boy -Monster World-, el nacimiento de una IP alternativa para cambiar de plataforma –Adventure Island–, la existencia de dos terceras partes totalmente diferenciadas, la ausencia de una cuarta parte, y el cambio de género del juego de entre unas entregas a otras, comenzando como un juego de acción plataformas y derivando a un action RPG.
Todo comenzó con Wonder Boy, un Arcade creado por Westone -llamados Escape en aquella época- y publicado por Sega. Este Arcade nos proponía un juego de acción y plataformas bastante simpático y desenfadado que cosechó bastante éxito como para dar lugar a una continuación, Wonder Boy in Monster Land. Pero con esta continuación nos esperaba una gran sorpresa, y es el cambio completo de género y ambientación, cambiando la acción y plataformas por un action RPG de desarrollo lateral y una estética más medieval. Este título además es el que se considera la primera entrega de la IP Monster World.
A pesar del cambio de género, Monster Land fue un éxito que dio lugar a dos terceras entregas, Wonder Boy III: Monster Lair para Arcade -con conversión a consola posterior- y Wonder Boy III: The Dragon’s Trap para Sega Master System -y otras-. Monster Lair era una vuelta a los orígenes con un juego más arcade, casi convertido en un run & gun donde el scroll nos obligaba a avanzar sin parar. Por el contrario, The Dragon’s Trap era una apuesta más profunda y trabajada por el camino iniciado por Monster Land. Posiblemente es el juego más querido y popular de la franquicia por muchos jugadores, y también es considerado como Monster World II.
Westone continuó con la franquicia saltándose la cuarta entrega de Wonder Boy –The Dragon’s Trap a pesar de llevar en el título Wonder Boy III, se podría considerar el cuarto al ser el cuarto juego de la franquicia en salir cronológicamente- para lanzar Wonder Boy V: Monster World III, action RPG para Sega Mega Drive que suponía el fin de la denominación Wonder Boy, y obviamente, la tercera entrega de Monster World. Finalmente y también para Mega Drive nos llegó Monster World IV, punto final a la franquicia hasta que en 2018 fue lanzado Monster Boy and the Cursed Kingdom, aunque para el recopilatorio que nos ocupa, no vamos a tener en cuenta esta última entrega.
Si el lector ha llegado hasta aquí y ha conseguido entender la estructura de la franquicia, habremos dado un gran paso para poder explicar que ofrece este Wonder Boy Collection que nos ocupa. Para los curiosos, añadiremos a lo antes expuesto que de la primera entrega de Wonder Boy apareció Adventure Island, básicamente el mismo juego con un cambio de título y protagonista. Hudson Soft consiguió los derechos del juego para lanzarlo en Famicom pero al pertenecer el nombre y personaje a Sega, tuvo que crear un nuevo personaje, el Master Higgins basado en el ejecutivo de Hudson Soft, Takahashi Meijin. Aquí nació una nueva IP con muchísimas entregas que ya nada tuvieron que ver con Wonder Boy.
Y centrándonos por fin en que nos ofrece Wonder Boy Collection, la respuesta ya puede ser clara: Wonder Boy -arcade-, Wonder Boy in Monster Land -arcade-, Wonder Boy V: Monster World III -Mega Drive- y Monster World IV -Mega Drive-, es decir, de los seis juegos clásicos de Westone, estan incluidos todos menos los dos Wonder Boy III. Para explicar esta desafortunada ausencia, hay que revelar que existe un segundo recopilatorio de la franquicia llamado Wonder Boy Anniversary Collection -exclusivo de la editora Strictly Limited Games– que si incluye las dos terceras partes de la franquicia y además cada juego viene con todas sus versiones haciendo un total de 21 versiones entre los seis juegos.
En cuanto a las opciones que nos ofrece el recopilatorio tenemos un menú de fácil acceso con una pequeña descripción de cada título, y una vez elegido el título en cuestión, podremos configurar varios parámetros de la partida y varios parámetros visuales como un filtro CRT, scanlines, opciones de nitidez, curvatura de pantalla y máscaras de sombra. Dentro de los juegos en sí, podremos rebobinar la acción y salvar la partida en cualquier momento. También tenemos una galería con ilustraciones de los distintos juegos, un poco escasa quizás.
Lo controvertido es valorar este recopilatorio por el valor de los cuatro juegos que incluye -todos clásicos súper disfrutables incluso a día de hoy-, o valorar la existencia de un segundo recopilatorio mucho más completo y a priori interesante pero limitado en unidades y de una editora de compra bajo demanda. No acaba de ser un movimiento agradable con el usuario de este recopilatorio que va a perderse dos grandes juegos de la franquicia ni creemos que este sea el camino a seguir. Por lo demás, los cuatro juegos presentados aportarán muchas horas de diversión a los fans de tan compleja franquicia.
Este análisis ha sido realizado en Nintendo Switch mediante una copia cedida por PR Hound