WUCHANG: Fallen Feathers es la nueva apuesta del mercado chino en el género de los soulslike. El pasado año un juego de similares características, Black Myth: Wukong, incluso estuvo nominado a mejor juego del año en los Game Awards. Ahora el estudio chino Leenzee y 505 Games intentar repetir la jugada de ofrecer un nuevo juego de este tipo. Este juego se estrena mañana mismo en PC, PlayStation 5 y Xbox Series X|S, incluso estrenándose día uno en el Xbox Game Pass.
En WUCHANG: Fallen Feathers nos trasladamos a la China imperial y manejaremos a Wuchang, una joven que despierta en una cueva sin recordar nada de su pasado -un recurso muy manido y conveniente-. Tras salir de la cueva nos encontramos a la persona que nos salvó la vida, quien explica a la protagonista que tiene la enfermedad del emplumado, una maldición divina que hace que el cuerpo se llene de plumas y las personas infectadas se acaben convirtiéndose en monstruos en poco tiempo, aunque Wuchang no parece sufrir estos efectos en principio. Por lo tanto, nos toca recorrer la región con el objetivo de encontrar una cura para nuestra enfermedad mortal.
La verdad es que como soulslike, WUCHANG: Fallen Feathers es bastante más amigable con el jugador que otros juegos del mismo género y esto se debe sobre todo a una jugabilidad más cercana al hack ‘n slash que a juegos como Dark Souls o Lies of P, aunque sin dejar de lado las características más distintivas de este género. En general me ha resultado un juego más bien fácil, de hecho he llegado a acabar con algunos bosses al primer intento, aunque como siempre ocurre en ocasiones hay algunos picos de dificultad más elevados de la cuenta que nos van a hacer sudar bastante.
En cuanto al manejo contamos con el clásico esquema de botones de los soulslike, es decir, los gatillos superiores del mando para realizar ataque débil y fuerte, un botón para esquivar y la clásica barra de resistencia. De la misma forma contamos con un botón de fijar objetivo para que los enfrentamientos nos resulten más fáciles. Aun así hay ciertos botones que no coinciden con los que se suelen asignar a otros juegos similares, por lo que si venimos de otros soulslike es posible que nos lleve un tiempo acostumbrarnos a la nueva distribución.
Hay que decir que en este título existe la mecánica de parry, pero este no se desbloqueará hasta después de bastantes horas de juego, en su lugar tenemos desde el principio una variante más interesante de esta habilidad. En este caso, el «parry» se basa principalmente en esquivar el golpe enemigo en el momento exacto, lo que hará que se nos vaya rellenando el medidor de magia para poder hacer ataques especiales que consumen este tipo de energía. Aun así la jugabilidad no se ve afectada por esto y si en algún momento echamos en falta el parry clásico, como ya hemos comentado antes, más adelante lo podremos desbloquear.
Por su parte y tomando ciertas influencias de Sekiro, esquivar en el momento exacto y golpear a los enemigos por la espalda hará que que aumente su barra de aturdimiento y, una vez esté aturdido, podremos ejecutar un potente ataque que le quitará gran parte de su barra de salud. Es importante por lo tanto saber jugar con la posición del enemigo y saber cuando y cómo esquivar para hacer el mayor daño posible.
Otra variable más a tener en cuenta dentro del combate es la de la propia enfermedad del emplumado. Haciendo nuevamente un símil con Sekiro y su mecánica de la dracogripe, si morimos demasiadas veces aumentará nuestro medidor de demonio interno, lo que nos provocará un estado alterado que aumentara nuestro daño realizado pero también el recibido. En el caso de que el medidor llega hasta el máximo, nuestra enfermedad se manifestará en forma de un poderoso enemigo al que tendremos que derrotar para reducirla al mínimo posible y que todo vuelva a la normalidad.
En cuanto a la parte de builds y equipamiento, no hay tanta variedad como aparenta en un principio, contando con hasta seis tipos de armas que van desde dagas ligeras hasta hachas pesadas, pasando por espadas y lanzas. Por otra parte, los accesorios que nos equipamos tendrán sus propias estadísticas, pero a la hora de la verdad no serán un elemento tan determinante a la hora de luchar salvo casos excepcionales. Nuestra habilidad a la hora de atacar y esquivar es lo más importante, por lo que todo el tema del equipamiento prácticamente acaba siendo una cuestión más de estética que de otra cosa.
Uno de los aspectos que más me ha llamado la atención es el de la subida de nivel y estadísticas. Al contrario que otros soulslike en el que invertimos almas en subir la propia estadística manualmente, aquí nos muestran un extenso árbol de habilidades que a mí personalmente me ha recordado mucho al tablero de esferas de Final Fantasy X. A cambio de almas que conseguimos al derrotar enemigos -en este caso mercurio rojo-, será posible comprar habilidades que pueden ir desde desde subir ciertos atributos a incluso conseguir nuevos movimientos o mecánicas. Me ha gustado mucho este aspecto ya que le da un toque diferenciador respecto a los otros juegos del género.
Gráficamente el juego no destaca por ser de los más punteros, a pesar de estar realizado en Unreal engine se mantiene en un plano discreto, aunque artísticamente tendremos escenarios de todo tipo destacando elementos como pagodas, casas de madera con techos de paja y bosques de bambú tan típicos de la cultura china. Contamos a su vez con tres modos de renderizado: modo calidad, modo rendimiento y modo equilibrado, aunque es importante decir que la versión de Series S llega a sufrir bastante y ocasionalmente podemos tener caídas de frames incluso en el modo rendimiento.
En el apartado sonoro, destacan melodías tradicionales que ambientan perfectamente la acción y los paisajes, contando además con doblaje en inglés o chino. Aun así, no debemos preocuparnos por el idioma ya que los textos estarán en perfecto castellano.
En resumidas cuentas, WUCHANG: Fallen Feathers es un soulslike cumplidor con el que nos lo pasaremos muy bien, pero tampoco es ninguna maravilla. En comparación con otros juegos similares palidece bastante en ciertos aspectos, especialmente en el tema de la construcción del mundo y disposición de enemigos, pero jugablemente es muy divertido y en unas pocas horas sentiremos que podemos con cualquiera que se cruce en nuestro camino. Desde aquí recomendamos su compra, siempre que no esperemos ninguna obra maestra y nuestra única pretensión sea la de entretenernos sin más.