El género del RPG suele regirse por ciertos convencionalismos, especialmente alrededor del mundo que plantean. Fantasía, ciencia ficción futurista, cyberpunk… suelen ser las constantes. Sin embargo, hay una ambientación que, si bien no es nada nuevo, suele ofrecer productos con mucha personalidad y de una identidad muy poderosa, y es situar la acción en un mundo contemporáneo. YIIK A Postmodern RPG, de ACKK Studios, se sitúa en este marco, dando un juego que entre mecánicas propias, guiños, y narrativa, consigue ser de los juegos más especiales del género desde la última entrega de la saga Mother.

Y2K o el problema del año 2000

El título del juego, YIIK, es una referencia a Y2K, el numerónimo que hace referencia al problema informático que supuso el paso del año 1999 al 2000, por el cual se decía que los ordenadores del mundo no tenían programada la fecha de dicho año y se temía un colapso de todos los sistemas globales.

Así, el juego nos sitúa en 1999, semanas antes del cambio de año, en la piel de Alex, un recién licenciado en arte que no sabe muy bien que hacer con su vida cuando regresa al hogar. Como toda persona criada durante esos años, su infancia y adolescencia viene rodeada por videojuegos, casettes, y VHSs.

En esta tesitura, su vida pega un cambio cuando debe desviarse de su rutina diaria y se ve envuelto en una trama sobrenatural difícil de resumir pero que, creedme, merece la pena. Envuelto en ese contexto paranoico por la llegada del año 2000, se encontrará situaciones tremendamente variadas y que esperas con ansia ver con qué te van a sorprender. Fantasmas, alienígenas, seres extradimensionales, mutantes… Un repertorio de eventos -y con ello, de enemigos- que es capaz de mantener siempre tu atención para introducir una sorpresita más.

En definitiva, los amantes de la ciencia ficción dentro de un contexto más o menos contemporáneo, deberían tener echado el ojo a YIIK desde el minuto uno, porque no les va a decepcionar.

La galería de enemigos es bastante sorprendente. Un alienígena es de lo más normal que encontraremos.

Un RPG postmoderno

Efectivamente, YIIK es un RPG. En concreto, sigue un esquema similar a los JRPG de la vieja escuela que se supone ha jugado nuestro protagonista. Siguiendo esa idea, nos encontramos un juego que presenta un combate por turnos bastante especial. Nuestros personajes -muchos y de los cuales no hablaré para que los conozcáis en persona- no son guerreros, no van con armas a todas partes en su día a día, así que atacan con lo que tienen. Ya sea con vinilos, con pancartas de protesta, o azuzando a su gato, el sistema no se limita simplemente a pulsar un botón para realizar la acción, sino que cada opción que tenemos para atacar o defender viene acompañada de algún tipo de minijuego rítmico por el cual podremos incluso potenciar nuestro ataque o fallarlo.

Esto en un primer momento es tremendamente positivo para mantener el interés de todos los combates, sin embargo, con el paso de las horas, se destapa como un elemento mixto, pues hace que los combates más intrascendentes se alarguen más de la cuenta y terminemos agotados en las mazmorras más largas, aunque por suerte, en estas mazmorras no hay combates aleatorios, que serían devastadores para el ritmo del juego al sumarse al ritmo de los combates.

Hablando de las mazmorras, es un apartado verdaderamente interesante. Su diseño os recordará mucho a las primeras generaciones de Pokémon, o a los Golden Sun, donde nos encontrábamos lugares no demasiado enrevesados pero con algunos puzles a resolver con habilidades de nuestros personajes. Como digo, es un esquema muy similar, desde cortar plantas a alcanzar palancas lejanas, pasando por apartar rocas o activar interruptores, haciendo de estas mazmorras situaciones que da gusto resolver y que no son un simple trámite para llegar al siguiente jefe.

Por último, otro elemento que regresa de los JRPG más clásicos y que hará las delicias de muchísimos veteranos, es la presencia del añorado mapamundi. Así es, al salir de las ciudades, nos encontraremos en un mapa del estilo de juegos como los Final Fantasy clásicos -de hecho, cuando estamos en este mapa, el personaje de Alex adquiere un aspecto estilo superdeformed con un peinado que recuerda mucho a Cloud de Final Fantasy VII-, por el cual podremos ir a otras ciudades, mazmorras opcionales, cibercafés…

En general, YIIK coge los elementos más queridos del JRPG clásico para convertirse en un gran homenaje al mismo. Pero a veces, hay ciertos aspectos que han evolucionado y deberían quedarse en el pasado, como el engorroso inventario que presenta, donde están todos los objetos en un único apartado haciendo bastante obtuso el manejo de los mismos, saber qué tenemos y qué no, saber qué podemos vender… En este caso, un sistema de bolsillos temáticos como se suele ver en los videojuegos más modernos del género habría sido una adición estupenda.

También el sistema de subida de niveles habría necesitado un poco de pulido. Cada 100 puntos de experiencia podemos subir un nivel, pero para ello tenemos que adentrarnos dentro de una «mazmorra mental» donde elegimos como repartir las mejoras disponibles a nuestras estadísticas según nuestro nivel. Similar al combate en sí, es un concepto que es muy interesante, acompaña muy bien a la temática del juego, pero a la larga se hace pesado al ser un trámite que no es ni ágil ni cómodo.

El mapamundi es uno de los elementos que más se echan de menos en los JRPG de hoy en día.

Una experiencia audiovisual

YIIK es un juego con mucha personalidad ya desde el primer minuto, en el momento en el que observamos el estilo gráfico y artístico tan particular. ACKK Studios apostó por un estilo con modelos de pocos polígonos, pero con expresiones faciales muy marcadas, un mundo cargadísimo de colores vivos y vibrantes -algo que a un servidor le chifla-, y lo que llevo diciendo todo el análisis, con muchísima variedad. YIIK sencillamente entra por los ojos porque hay muy pocos productos en el mercado que ofrezcan algo similar.

En esto, y volviendo un poco al homenaje al JRPG de la década de los 80 y los 90 que parece que pretende ser este juego, en el apartado sonoro tenemos una banda sonora sintética, imitando los chips de sonido de aquellos años, aunque también le acompañan canciones vocales fantásticas.

Los menús en general también siguen ese homenaje, pues su estilo es fácilmente reconocible para cualquier aficionado al género, y os sacarán una sonrisa nostálgica.

Los diseños abstractos y llenos de color serán una constante.

Conclusión

YIIK A Postmodern RPG es sorprendente. Desde el simple hecho de ser un título muy completo hecho por un equipo bastante pequeño, hasta la propia naturaleza de nuestro avance por el mismo, es un juego que acierta en prácticamente todo lo que propone. Si os apetece jugar algo que os recuerde a la saga Mother, mientras Nintendo no ofrezca ninguna secuela o remasterización, debería ser un fijo en vuestras listas.

Y si no, teniendo en mente algunos detalles que pueden enturbiar un poco el ritmo, sigue siendo un juego tremendamente recomendable. O si sois de la cosecha de los 90, pues también tenéis otro motivo para echarle un ojo a este título, que puede ser uno de los tapados de este año.

Que bella estampa noctur- ¿pero qué narices es eso?

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Stride PR