En el vasto panorama de los videojuegos, hay títulos que trascienden la etiqueta de «clásico» para convertirse en leyendas atemporales. Uno de estos ejemplos paradigmáticos es Earthbound, una joya de la era de los 16 bits que cautivó a jugadores de casi todo el mundo con su singular combinación de humor, narrativa absorbente y jugabilidad innovadora. Lanzado originalmente para la consola Super Nintendo en 1994, este título desarrollado por HAL Laboratory y Ape Inc. bajo la dirección de Shigesato Itoi, ha dejado una huella indeleble en la historia de los videojuegos.
Earthbound es la secuela del juego Mother, lanzado exclusivamente en Japón en 1989 para la consola Famicom. Dirigido por Shigesato Itoi, un escritor, diseñador y presentador de televisión japonés, Mother ganó popularidad en su país de origen gracias a su estilo de juego innovador y su conmovedora historia. Sin embargo, no fue hasta la llegada de Earthbound que la franquicia Mother comenzó a ganar reconocimiento internacional.
El desarrollo de Earthbound fue un proceso largo y complejo. Shigesato Itoi quería crear una experiencia de juego única que desafiara las convenciones del género de los RPG. Trabajando en colaboración nada menos que con el futuro presidente de Nintendo, Satoru Iwata y el equipo de HAL Laboratory, Itoi y su equipo pusieron todo su empeño en hacer de Earthbound una experiencia inolvidable. Un desarrollo con bastantes altibajos que terminaría dando uno de los j-RPGs más especiales del momento, e incluso aún a día de hoy, pasadas tres décadas de su lanzamiento.
Earthbound sigue la historia de un joven llamado Ness, quien emprende un viaje épico para salvar al mundo de una invasión alienígena. A lo largo de su travesía, Ness se une a un variopinto elenco de personajes, incluyendo a Paula, Jeff y Poo, cada uno con habilidades únicas y personalidades encantadoras.
Lo que hace que Earthbound se destaque es su enfoque único del género RPG. A diferencia de otros juegos de su época, Earthbound se desarrolla en un mundo contemporáneo, inspirado en los Estados Unidos de los años 90. Los jugadores exploran ciudades modernas, suburbios tranquilos y vastos paisajes, todo ello mientras luchan contra enemigos que van desde perros callejeros hasta monstruos espaciales.
Pero lo que realmente distingue a Earthbound es su tono irreverente y absurdo. El juego está lleno de humor extravagante, diálogos ingeniosos y referencias pop-culturales. Desde enfrentarse a enemigos como «New Age Retro Hippie» hasta luchar contra un santuario con forma de retrete, Earthbound desafía constantemente las expectativas del jugador, manteniéndolos cautivados en cada momento.
Uno de los aspectos más distintivos de Earthbound es su sistema de batalla único. A diferencia de muchos juegos de rol de la época, donde los personajes luchaban en un campo de batalla abstracto, Earthbound presenta batallas que tienen lugar en entornos realistas. Además, el juego introduce el concepto de «combates auto-ganados», donde los enemigos débiles pueden ser derrotados automáticamente sin necesidad de entrar en combate, agilizando así la experiencia de juego y eliminando la monotonía de las batallas repetitivas.
Lo que hace que Earthbound sea tan especial no es solo su jugabilidad innovadora o su narrativa cautivadora, sino también su capacidad para tocar el corazón de los jugadores de una manera única. A través de su historia conmovedora y sus personajes entrañables, Earthbound aborda temas universales como la amistad, el coraje y el poder del amor.
Uno de los aspectos más destacados de Earthbound es su banda sonora, compuesta por el talentoso músico Keiichi Suzuki y su banda, la Moonriders. Con canciones pegajosas y melodías conmovedoras, la música de Earthbound añade una capa adicional de profundidad emocional al juego, llevando a los jugadores en un viaje emocional junto a los protagonistas.
A pesar de su lanzamiento inicial relativamente discreto, Earthbound ha ganado un estatus de culto en los años posteriores, convirtiéndose en un título venerado por los aficionados de los videojuegos de todas las generaciones. Su influencia se puede sentir en una amplia gama de juegos contemporáneos que han adoptado su estilo de narrativa extravagante y su enfoque innovador en la jugabilidad. Además, la recepción crítica retrospectiva ha sido extremadamente favorable, con muchos críticos y jugadores elogiando su originalidad y su capacidad para trascender las convenciones del género.
No obstante, el legado de Earthbound o Mother 2 no ha sido tan directo. Solo ha salido una nueva entrega de la saga, Mother 3, lanzada en Game Boy Advance en el año 2006. Y si hablaba arriba sobre el desarrollo problemático de Earthbound, imaginaos aquí, que el proyecto se presentó como un juego 3D que iba a salir originalmente como juego para el Bulky Drive, renombrado luego Disk Drive, de Nintendo 64, aquel add-on para la consola de 64-bits lanzado solo en Japón y que fue un rotundo fracaso.
Pues doce años después, el juego saldría como otro bonito título 2D para la portátil de Nintendo que ya tenía a su sucesora, Nintendo DS, en el mercado. Y que el juego ya solo se quedaría en Japón, hasta la llegada de las tiendas virtuales de Nintendo, donde ya podría ser adquirido legalmente por cualquier jugador en el planeta.
Algo bastante divertido es ver a Ness como personaje jugable nada menos que en el primer Super Smash Bros. para Nintendo 64. Volvería a vérsele con su camiseta de rallas y gorra de béisbol en algunas entregas más, apareciendo Lucas, el protagonista de Mother 3 también en algunos juegos de esta simpática franquicia de combates locos.
En conclusión, Earthbound es mucho más que un simple videojuego. Es una experiencia de vida, una aventura emocional que ha dejado una marca indeleble en la historia de los videojuegos. Con su narrativa única, su mundo surrealista y su atmósfera inolvidable, Earthbound sigue siendo un testimonio del poder de la creatividad y la imaginación en el mundo de los videojuegos.