A veces, cuando cae según qué juegos en tus manos, tu cabeza explota. ¿Pero qué es esto?, te preguntas. ¿Cómo a alguien se le ha podido ocurrir? Y esto pasa un poco más o menos con este título que nos llega desarrollado por el estudio italiano, DESTINYbit. Tenemos ante nosotros un juego de gestión en el que tenemos que conseguir desarrollar un poblado exitoso mientras nos defendemos de ataques enemigos y de las inclemencias climáticas. ¿Típico, verdad? Pues no tanto, porque esta vez, en Dice Legacy, nuestros colonos son… ¡dados!. Bueno, más o menos. Y voy adelantando que, después de haber jugado unas cuantas horas, aún no sé si esto es una estupidez o una genialidad. Empezamos.

En Dice Legacy llegaremos con nuestro velero a tierras inhóspitas. Rápidamente construiremos un puerto y un mesón para pasar el rato, porque lo primero es lo primero. Y esto marcará el inicio del juego, donde contaremos con 3 campesinos para realizar las labores de construir, cazar o talar árboles. Pero con una particularidad: estos campesinos van a estar representados por 3 dados, y dependeremos de la cara que nos haya salido en cada uno de ellos. Por ejemplo, si nos ha salido una cara de recolección, podremos meter ese dado dentro de los huecos de recolección que tenemos en el mapa. Si nos ha salido una de construcción, lo mismo, si tenemos algún edificio a medias. Y si no nos sale ninguna cara que nos apañe, nos fastidiamos y volvemos a tirar los dados.

Porque sí, como es de esperar, y como en cualquier juego de dados, en este título el llamado RNG -por sus siglas en inglés Random Number Generator– es alto. Si no tenemos dados disponibles para nuestros huecos -por ejemplo, al principio del juego tenemos una cara de ataque que no nos va a servir de nada hasta más adelante-, tendremos que volver a tirar. Tenemos tiradas ilimitadas, o incluso bloqueando dados que no nos interese volver a tirar, por lo que podremos jugar con ellos para minimizar la aleatoriedad… hasta cierto punto. Ya que los dados tienen una durabilidad, entendiendo esta durabilidad como puntos de vida, que desciende cada vez que los utilizamos o los lanzamos. Y para aumentar su durabilidad tendrán que pasar por el mesón, donde utilizaremos comida para ayudarlos a descansar. Si la durabilidad de un dado llega a 0, muere.

Y con esa base, el núcleo de juego de Dice Legacy está explicado. A partir de aquí tendremos que utilizar los dados de campesino para realizar distintas tareas: recolectar, cazar, labrar tierras o construir. Pronto podremos construir escuelas, donde podremos convertir un dado de campesino en un dado de ciudadano, con algunas caras comunes y otras distintas y con los que podremos, por ejemplo, investigar tecnologías. O podremos convertir los dados de campesino en dados de soldado, que podrán defendernos de los ataques enemigos. Poco a poco iremos definiendo la estrategia y esa aleatoriedad antes comentada bajará un pelín, ya que podremos tener dados enfocados a unas cosas u otras. Aunque nunca dejará de estar ahí, y es algo que es necesario que sepan los obsesos de controlarlo todo en un juego de estrategia.

Luego llegará el paso al invierno, donde tendremos que enfrentarnos al clima. Y es que, a lo largo del invierno, los dados tendrán una posibilidad -variable a lo largo del paso de la estación- de congelación, lo que hará que ese dado no lo podamos utilizar hasta que se descongele el verano siguiente. Otro guiño al RNG, pero de nuevo un RNG que podemos relajar, ya que si tenemos un generador de calor, podemos poner a los trabajadores en las casillas cercanas, eliminando ese posible estado congelado. Aunque bueno, el calor generado durará unos 2 minutos y reiniciar el generador costará cierto número de unidades de madera.

Nada, todos los dados congelados. A no hacer nada hasta el verano que viene.

A lo largo de que vayamos explorando el mapa, nos iremos encontrando campamentos -algunos más hostiles, con otros podremos comerciar- y ruinas o asentamientos antiguos que podremos explorar. Normalmente, esto tiene cierta posibilidad de fallo que puede herir a nuestro dado, u, obviamente, de éxito, donde normalmente obtendremos recursos u otros descubrimientos interesantes que podréis ir viendo. Como siempre en estos casos, la elección sobre si vale la pena arriesgarnos en una ruina de dificultad Moderada será nuestra. Y como todo en Dice Legacy, si no tienes un dado de exploración en ese momento, pues no vas a poder explorar. Al menos hasta la siguiente tirada.

No siendo una versión final, Dice Legacy ofrece unas cuantas posibilidades. Puedo hablaros del árbol de tecnologías, donde investigar cada tecnología costará sudor y lágrimas. Puedo hablaros de las políticas del asentamiento, donde, en cada cambio de estación, nos ofrecen elegir una de las 3 políticas que, de forma aleatoria, nos ofrecerán nuestros ciudados -de nuevo, otro guiño a la aleatoriedad que podremos minimizar con según qué condiciones-. Puedo hablaros del sistema de eventos, comentando como a lo largo de la partida pueden aparecer distintos eventos que cambien algún detalle de esta. ¡Pero entonces me quedo sin nada para el análisis correspondiente!

En definitiva, Dice Legacy es un juego que abraza la aleatoriedad sin miramientos. Podemos aplacarla, podemos minimizarla, pero va a estar ahí siempre. Pero vamos, como puede estarlo en cualquier juego de mazos, por ejemplo. El hecho de limitarte las posibilidades en cada tirada a las acciones que hayan aparecido en esta es un movimiento arriesgado y valiente que se ve de vez en cuando en los juegos de mesa, pero no en los videojuegos de este tipo donde lo que se intenta es que el usuario, si sabe lo que se hace, tenga siempre el control. Una decisión que, como decía al principio, aún no sé si esto es una genialidad o una estupidez. Pero benditas estupideces que nos permiten seguir jugando a juegos innovadores en la industria.

 


Este artículo ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por Koch Media