¿Alguna vez habéis soñado con llevaros trabajo a casa? Yo tampoco. A veces la curiosidad puede más que el descanso, y aquí hemos venido a jugar. El mundo de los simuladores es enorme y, de vez en cuando, salen algunos que captan la atención de cualquiera de nosotros. Yo, como buen administrador de redes y sistemas, no pude evitar sentir curiosidad por este IT Specialist Simulator, más que nada porque quería saber si iba a ser realista o solo otro título que promete mucho. Y lamento profundamente aquella decisión que tomé solo “para probar”. Pero bueno, vamos a desarrollarlo y ver qué nos hemos encontrado realmente.

En IT Specialist Simulator somos, justamente, eso: un pobre currante de IT que tiene que solucionar los problemas técnicos que van surgiendo en una oficina. Aviso desde ya que vamos a pasar muchísimo tiempo mirando una pantalla de ordenador, literal y virtualmente. Cabe decir que no empezaremos trabajando directamente, sino que tendremos que buscar empleo en un tutorial donde aprenderemos a configurar el acceso a internet, navegar por páginas web y realizar un par de operaciones básicas, algo bastante acertado si me permitís la observación, porque establece bien qué tipo de experiencia se quiere ofrecer.

Tras este tutorial, que podría rivalizar en intensidad con el garaje del Driver de PlayStation por lo tedioso que puede resultar, entramos en la empresa, buscamos nuestra taquilla y nos sentamos en nuestra silla del departamento de IT. Y aquí es cuando empieza el infierno. No porque sea especialmente difícil -el juego cuenta con selector de dificultad, así que cada uno decide cómo quiere sufrir- sino porque la empresa es como cualquier otra: cumplen su función, pero no tienen demasiada idea de mantenimiento informático. Así que, como siempre, te tocará a ti apagar todos los fuegos.

Las tareas son de lo más variadas: desde configurar un equipo que no se conecta a internet, poner los salvapantallas a juego para que todos tengan el mismo, arreglar impresoras, colocar cables ethernet, reiniciar servidores, lidiar con configuraciones absurdas y algún que otro desastre que cualquiera del sector reconocerá al instante. Dentro de las limitaciones del medio, me han transmitido sensaciones sorprendentemente parecidas a las de una jornada laboral real, con esa mezcla de rutina, estrés y momentos en los que solo quieres que el reloj avance un poco más rápido.

La dificultad se elige nada más empezar. Cuanto más alta, menos ayuda obtienes y más realista se vuelve todo. A mí me gusta sufrir y elegí la más alta. La sensación de estar otra vez en aquella empresa en la que empecé, donde me explotaban sin miramientos, fue terriblemente auténtica. Incluso me dio las mismas ganas de llorar que entonces. Si por el contrario sois personas normales, hay dificultades más bajas que, cuanto menos inmersión queráis, más pistas os darán sobre cómo afrontar cada tarea sin sentiros completamente desbordados.

Tal vez sea porque es un Early Access o porque, una vez coges el ritmo, todo se vuelve más eficiente, pero al poco de empezar y pasar los días comienza a hacerse un poco repetitivo. Hay un roadmap donde los desarrolladores muestran el contenido futuro que planean añadir, y la verdad es que pinta bastante bien, así que habrá que ver cómo evoluciona el juego cuando esas novedades se implementen y si consiguen darle más variedad al día a día laboral.

Las tareas actuales no están mal, pero cuando te mandan tres o cuatro veces la misma con alguna variación mínima, acabas irritándote y pensando cómo es posible que repitan siempre el mismo error. Como en la vida real, vaya. Tengo que decir -y no me cansaré de repetirlo- que la función de representar el trabajo de un miembro de IT está conseguida a la perfección. No he visto otro juego que represente igual de bien el sufrimiento, la monotonía y, a veces, la satisfacción puntual que es ese trabajo.

Si lo que buscas es una experiencia que se asemeje a la realidad, IT Specialist Simulator lo cumple muy bien. Aquí puedes sentir lo que es ser un trabajador de IT y experimentar el estrés en todo su esplendor, con esa sensación de que el día no acaba nunca. Aquí no se trata de ver hasta dónde llegas, sino de cuánto aguantas antes de perder la paciencia. El juego tiene sus fallos y se nota que es un Early Access, pero, aunque haya escrito este avance un poco en clave de humor, tengo que reconocer que es bastante entretenido y ofrece objetivos desafiantes que te empujan a querer hacerlo un poco mejor en cada jornada.

Solo falta ver si las actualizaciones que llegarán durante el acceso anticipado funcionan bien y acaban dando forma a un buen simulador que se pueda sumar a la lista de los que ya existen sobre otros trabajos. Yo, por mi parte, seguiré echándome unas partidas de vez en cuando porque, pese a poder frustrar en ciertos momentos, es bastante entretenido, tiene su punto de adicción y consigue transmitir una sensación muy concreta que creo que buscaba desde el principio. Y al final, lo importante es que entretenga. Y eso, lo cumple.