Todos hemos pensado más de una vez en el espacio exterior. Cuál es el sentido de la vida, por qué estamos aquí, y todas esas preguntas. Yo soy de los que creen que hay más vida inteligente a lo largo de todo nuestro universo. Pero mientras esperamos a que tengamos el primer contacto, podemos teorizar, y para eso existe la ciencia ficción. The Fermi Paradox bebe de todo esto para presentarnos una propuesta interesante.
Antes de nada, hay que explicar qué es la paradoja de Fermi, dado que se trata de un término no muy extendido. Se trata, por supuesto, de una paradoja que nos dice que si hay tantísimas posibilidades de que haya vida en el universo, ¿cuál es la razón por la que todavía no ha habido ningún contacto?. Obviamente hay una serie de formulas matemáticas y otros asuntos que pueden ser resultos, pero que poco tienen que ver con lo que nos ocupa.
Con esa premisa, The Fermi Paradox nos ofrece un juego narrativo, donde nuestro objetivo es desarrollar diferentes civilizaciones desde su creación hasta que lleguen a las estrellas, y se encuentren entre ellas. Esto será una tarea harto complicada -como parece ser también en la vida real-. Las civilizaciones pueden tener mala suerte y desaparecer, dado que el juego ofrece decenas de eventos aleatorios que harán que la partida sea de lo más interesante.
Pero no todo es elegir, porque el título nos ofrece un solo recurso que deberemos de administrar con muchísima cautela. Este recurso se llama síntesis, y en eventos de mucha importancia podremos gastarlo o generar más. Si decidimos que es necesario que un evento termine siendo positivo, deberemos gastar síntesis. Si nos da igual el resultado o queremos que sea malo, a veces podremos producir el recurso. Por poner un ejemplo, un evento puede ser un cataclismo de proporciones gigantescas. Dependiendo de nuestras decisiones conseguiremos el preciado recurso o no, pero a su vez esas decisiones tendrán consecuencias para nuestras criaturas.
El tiempo en el juego pasa de forma constante, excepto cuando estamos ante una decisión; esto hace también que tengamos que elegir a cual de todas nuestras civilizaciones le vamos a prestar atención. Cabe la posibilidad que sin nuestra atención directa las civilizaciones crezcan, pero no es lo normal. Por otro lado, la calidad de escritura de los eventos es bastante buena, y simplemente por el hecho de leerlos ya dan ganas de seguir jugando al título
Visualmente se trata de un juego con una presentación y un arte maravillosos. Obviamente no tiene nada más allá, puesto que se tratan de imágenes estáticas del universo y de las criaturas. Visualmente puede parecerse a una novela visual, que confía en el aspecto y la música para agradar al jugador. En este caso la música me ha parecido demasiado lúgubre para lo que intenta transmitir el juego -que es la esperanza de que dos razas avanzadas se encuentren en el espacio exterior-. Sin embargo, todo tiene un nivel de detalle y una calidad asombrosas.
The Fermi Paradox parece estar terminado, al menos por lo que respecta al jugador ahora mismo. En un probando no he podido llegar al fondo del juego, pero tiene mucho contenido; muchas razas, muchos eventos y mucho que rascar. En su estado actual os lo recomiendo, siempre sabiendo a lo que nos enfrentamos; no se trata de un juego de acción ni vamos a pelearnos con aliens. Aquí nos enfrentamos a algo mucho peor: la posibilidad de que el ser humano esté solo en el universo. Ese es, sin duda, uno de los sentimientos más desesperanzadores a los que nos podemos enfrentar.
Este artículo ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por Player Two PR