Hace poco más de dos años, Anima Project y Badland Games se dieron la mano para traernos Anima: Gate of Memories. Un RPG de acción basado tanto en el juego de mesa como en los libros de Anima: Beyond Fantasy. El estudio, formado por apenas tres personas, logró concebir un título que no exigía ser conocedor de la obra para sentirse plenamente disfrutable. Hoy, y de una forma un tanto inesperada hasta hace escasas semanas, nos ponemos a los mandos de The Nameless Chronicles, secuela directa del título original.

Aunque visualmente nos encontramos algo que nos lleva a pensar que nada ha cambiado desde que nos pusimos al servicio de la Orden de Nathaniel, encarnando a La Portadora —y su alter ego—con la intención de salvar al mundo de la terrible amenaza que se ceñía sobre el mismo. En esta ocasión, una escueta escena introductoria nos presenta a «El Sin Nombre», al que ya conocimos hace unos días gracias a la demo que pudimos disfrutar gracias a Badland Games. De manera similar al primero, el juego no se toma demasiado tiempo para ponernos a los mandos de un nuevo —y enigmático— protagonista en aras de enfrentarnos al primer jefe final, que tampoco parece especialmente interesado en presentarse con nombre y apellidos.

Apenas necesitamos unos minutos para intuir que The Nameless Chronicles llega con la intención de aprovechar una de las grandes virtudes de su antecesor: el sistema de combate. Al igual que los buenos hack and slash, la fluidez del juego es exquisita, ofreciéndonos combates tan dinámicos como precisos. Fijamos blanco, realizamos movimientos evasivos y desplegamos todo nuestro potencial ofensivo. Un potencial que, si bien debemos ir mejorando conforme progresamos, ya es lo suficientemente variado como para hacer que incluso los combates del tutorial ya sean tan divertidos como en el título original.

Los cambios de perspectiva aportan mucha riqueza al sistema de combate

 

Los enemigos tienden a formar grupos y aparecen con una frecuencia considerablemente elevada. En otro tipo de juegos, esto podría llegar a ser un inconveniente, aunque, por suerte, en The Nameless Chronicles no lo es en absoluto. Esto no es más que el resultado de contar con un gran sistema de combate. Perfectamente señalizados en el minimapa, las oleadas de enemigos aparecen sin previo aviso y en prácticamente cualquier lugar, acompañándose —a veces— de algún mini jefe, de esos que cuentan con nombre propio y unas aptitudes muy diferentes a las de sus esbirros. Estas amenazas aportan frescura al desarrollo del juego, que evita en todo momento caer en la repetitividad pese al riesgo que Anima Project decidió correr a la hora de presentarnos de nuevo a varios de los enemigos a los que hicimos frente en Anima: Gate of Memories.

En su momento, un servidor tuvo la oportunidad de analizar el título original para otro medio y, desde el primer momento, encontró ciertas similitudes con uno de los juegos de culto de la pasada generación: NieR, el título desarrollado por la extinta Cavia con el excéntrico Yoko Taro al frente. Esos combates dinámicos y simples, a la par que complejos, esa fluidez a la hora de recorrer los escenarios y, cómo no, esos cambios de perspectiva, saltando en no pocos momentos de la exploración en tres dimensiones a secciones de scroll lateral e incluso con vista isométrica. The Nameless Chronicles tiene muy clara su identidad y, pese a ello, no duda en arriesgarse a probar cosas nuevas de manera inesperada.

Tres dimensiones, scroll lateral, vista isométrica… ¿Qué más da?

 

Aunque tenemos entre manos una secuela superior a su antecesor, hay que destacar la decisión de Anima Project en cuanto a ser fiel a sus orígenes, respetando a rajatabla sus principales señas de identidad. Inventario, mejoras de nuestro personaje, equipamiento y aprendizaje de habilidades parecen no haberse movido lo más mínimo, haciendo que el jugador que disfrutara de Gate of Memories logre sentirse como en casa en todo momento. Es como si «todo siguiera donde lo dejamos», pese a explorar nuevos entornos y disfrutar de una experiencia mejorada en líneas generales. The Nameless Chronicles es el ejemplo perfecto de lo que debe ser una secuela; más y mejor.

Aunque han pasado más de dos años, el estudio valenciano parecía tener muy claro uno de los apartados a explotar: el diseño de niveles. Volvemos a visitar lugares tan característicos como la Mansión de los Maniquíes, la Torre Arcane o «Ningún Sitio», entre otros. El tiempo no perdona a nadie y estos entornos no se muestran exactamente igual que durante nuestro primer viaje a través de ellos, algo que nos suscita esas ganas de volver a explorar un lugar que creemos conocer como la palma de nuestra mano, aunque realmente no siempre sea así y acabemos llevándonos alguna que otra sorpresa, de esas que no siempre resultan agradables. Asimismo, hay muchos lugares nuevos que podemos explorar hasta sus confines: templos, bosques, cavernas… El diseño de niveles vuelve a estar a la altura, acompañado de una mayor variedad de escenarios que le sientan de maravilla.

Algo que tampoco ha cambiado es el carácter enigmático y todo lo que rodea a los diferentes NPC con los que nos toca lidiar a lo largo y ancho de nuestro viaje. De una forma muy similar a lo que podemos encontrar en Dark Souls, el fantástico RPG de acción a cargo de From Software, los personajes que vamos conociendo destacan por su carácter excéntrico, siempre empeñados en ponernos las cosas difíciles gracias a lo crípticos que se antojan sus diálogos. La línea entre «amigo y enemigo» resulta difícil de visualizar, ¿quién no recuerda a la famosa pareja que conocimos hace dos años en el salón principal de la Torre Arcane?

En cuanto a todo lo demás, y como hemos destacado antes, The Nameless Chronicles no deja de ser un «más y mejor» con respecto a Gate of Memories. Una aventura plagada de acción y elementos roleros, variada y original. La historia, que no es que destaque por su complejidad o por sus giros de guion, cumple con su cometido de ofrecernos un motivo para seguir avanzando; para seguir luchando. Aunque lo hicimos al inicio del texto, no está de más volver a recordarlo: no es necesario haber jugado al juego de mesa ni haber leído los libros para disfrutar plenamente del juego. Personalmente, esta decisión me parece muy acertada, porque conectar de manera tan estrecha obras tan diferentes entre sí no habría sido una buena idea.

El juego, que llega a PlayStation 4, Xbox One y PC al igual que su antecesor, hará lo propio en Nintendo Switch próximamente. Además, lo hará mediante un pack que incluye tanto Gate of Memories como The Nameless Chronicles, ofreciendo la posibilidad de adquirirlos tanto en conjunto como de forma individual.

 


Este análisis ha sido realizado gracias a una copia cedida por Badland Games