Nos encontramos en un momento donde está completamente de moda la recuperación de clásicos de los 80 y los 90 y su adaptación a las plataformas actuales, ya sea como remakes, simples puestas a punto, o sin modificar. No sé si se debe al auge de la escena retro, que prueba que los clásicos también tienen mercado, a la nostalgia de los usuarios de mayor edad, o a la facilidad de hoy en día de publicar proyectos en formato digital y su posterior distribución, con multiples opciones para ello. Sea como sea, este movimiento esta acercando juegos clásicos al jugador actual, y en ocasiones nos permite jugar con juegos inéditos en su día en nuestro mercado, como es el caso de Langrisser I & II.
Langrisser es el nombre de una franquicia del género SRPG, o RPG táctico, creada por Masaya Games, concretamente por el Team Career, que posteriormente se independizaría de Masaya y formaría su propio estudio, Career Soft, aunque para las dos primeras entregas, que son las que nos ocupan, todavía eran un grupo de desarrollo interno. La primera entrega vio la luz en 1991 para Mega Drive en Japón, y lo hizo como respuesta a la franquicia Fire Emblem de Nintendo, y aunque tienen muchas cosas en común, Langrisser también tiene sus diferencias, como el uso de tropa común en lugar de solo personajes del juego. Más adelante esta primera entrega recibió versiones para otros sistemas, y en más de una ocasión formó tandém con la segunda entrega, como ahora. La versión de Mega Drive llegó a America con el nombre de Warsong, y nunca llegó a Europa.
En 1994 se lanza para Mega Drive Langrisser II en el mercado japonés exclusivamente. Esta entrega mantiene las bases establecidas por Langrisser, pero añade multiples caminos para forjar la historia, con lo que en función de nuestros actos y nuestas decisiones, decantaremos la balanza hacia la luz o la oscuridad y obtendremos historias totalmente distintas. Al igual que la primera entrega, Langrisser II acabó siendo lanzado para otras máquinas, aunque no como Langrisser II, sino usando de base la versión rehecha por Masaya para Super Famicom, Der Langrisser.
En esta ocasión nos encontramos con un recopilatorio de las dos primeras entregas de la franquicia Langrisser que han sido rehechas por Chara-Ani, grupo de desarrollo perteneciente a una conocida marca de merchandising de manga y anime, y publicadas por Kadokawa Games, grupo perteneciente a una editorial japonesa de manga y anime, y no se puede decir que no se noten estas dos influencias, con las nuevas ilustraciones de Ryo Nagi, aunque desde el menú del juego se pueden cambiar en cualquier momento por las ilustraciones originales de Satoshi Urushihara, más serias y trabajadas para mi gusto. Además de las citadas ilustraciones, se han rehecho los modelos de las tropas, y se ha rediseñado la interfaz de forma que ahora es bastante intuitiva y la gestión es más sencilla, se le ha añadido un modo rápido para los turnos, un salvado rápido desde el menú, la opción de elegir entre el estilo gráfico del mapeado clásico o del rehecho, y finalmente la opción de jugar con la banda sonora original o con la remasterizada.
Argumentalmente ambos juegos transcurren en el mismo mundo, pero con cientos de años de diferencia y un denominador común: la espada legendaria Langrisser y la lucha de la luz y la oscuridad. En Langrisser encarnaremos al principe Ledin de Baldea, que primero deberá huir de su propia tierra tras el ataque de Kaiser Digos del Imperio Dalsis, que busca la Langrisser para conquistar el mundo. Ledin deberá reagrupar fuerzas y lanzarse en busca de la Langrisser y la venganza. En Langrisser II notaremos una historia más elaborada, han pasado cientos de años y la Langrisser es sólo una leyenda. Encarnaremos a Elwin, un viajero que se ve envuelto en el intento del Imperio Rayguard por secuestrar a una aldeana llamada Liana, y aquí comenzará su periplo para encontrar la Langrisser y evitar que las fuerzas del mal se hagan con el poder, o no, pues nosotros eligiremos nuestro camino.
Concretando en la jugabilidad, Langrisser se juega como un Fire Emblem, en un mapeado con cuadrícula, donde cada unidad podrá moverse determinados números de cuadros, y deberán ponerse al lado de las tropas enemiga para iniciar un ataque. No sólo podremos atacar, sino también usar magia, o comandar a las tropas, esto es, dar ordenes a tus tropas para que realicen ciertas acciones automáticamente, como atacar, guardar una posición y defender. Y hablamos de tropas porque aquí reside la principal diferencia con Fire Emblem, además de los personajes o héroes, tendremos la opción de «alquilar» tropas a principio de cada misión, y estas serán las que de verdad lleven el peso del juego, pues sin ellas o con una mala planificación, poco podremos hacer. A las tropas hay que reclutarlas con dinero, y se regirán por un sistema parecido al triangulo de armas de Fire Emblem: soldados ganan a lanceros, lanceros a caballería, y caballería a soldados. Al vencer enemigos conseguiremos experiencia que nos permitirán subir de niveles y conseguir puntos de combate, que podremos usar en un árbol de habilidades con el que conseguir nuevos hechizos y promocionar de clase.
Como siempre, nos hubiera gustado más extras, galerías de arte, reproductor de música, y por pedir, algún capítulo o historia adicional extra para cualquiera de los dos juegos, pero hay que reconocer que el lavado de cara ha sido completo, y aunque las ilustraciones nuevas puedan gustar menos que las originales, siempre puedes alternar entre ellas, como en el caso del mapeado y de la banda sonora. También es cierto que la distribuidora, NIS America, ha lanzado una edición especial en físico que incluye un libro de arte visual, unas tarjetas y la banda sonora, por lo que el afortunado que consiga hacerse con una de estas ediciones, tendrá esos deseados extras de forma externa.
Y de los juegos ¿qué vamos a decir?, además de que ya era hora de que nos llegaran a Europa, eran buenos y siguen manteniendo sus cualidades intactas, además el cambio de interfaz y las mejoras en la jugabilidad vuelven al juego más dinámico y más entretenido todavía. Los dos juegos se juegan de forma muy similar, aunque el primero cuenta con una historia guiada bastante simple, y el segundo sí que destaca por su forma de avanzar dejando en tu mano tu destino. A pesar de los 29 años que tiene la franquicia a sus espaldas, merecía ser descubierta por muchos jugadores, y con las mejoras añadidas, cualquier jugador que le atraigan un poco los SRPG, debería darle una oportunidad, pues aún se siente fresco.
Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por NIS America