Dos años lleva desarrollándose este Silicon Rising para plataformas de Realidad Virtual, y desde el pasado jueves 13 de febrero, está disponible para su compra en Steam a 19.99€, en régimen de early access.
En 33bits hemos tenido la ocasión de acceder a esta versión temprana y con margen de mejora del título de Kukrgame compatible con Valve Index, HTC Vive, Oculus Rift y Windows Mixed Reality y lo hemos probado con Oculus Rift, y aquí os traemos nuestras impresiones, qué nos ha gustado, y qué aspectos pensamos que deberían aún mejorar.
La primera sensación que nos de Silicon Rising al ejecutarlo es positiva, muy positiva. Y es que el juego de Kukrgame entra por los ojos desde el primer momento. El juego nos sitúa directamente en todo el meollo de la acción, con una escena que supone una declaración de intenciones, previa al comienzo en sí de la historia. En ella podemos dar cuenta de un aspecto visual cuidado y agradable, con algunos efectos muy resultones.
Esta sensación visual nos acompañará a lo largo del resto del juego. No es un juego de los que podríamos calificar «de referencia» en el mundillo del videojuego, claro, pero teniendo en cuenta que no se trata de un desarrollo de una gran compañía ni con gran presupuesto, lo que viene a calificarse como AAA, y la dificultad añadida que supone mover juegos para realidad virtual en cuanto a la potencia requerida, hemos de decir que el juego impresiona bastante dentro de los estándares en los que nos movemos en los títulos de su mismo nivel.
El brillo de los letreros de neón que copan los escenarios, los shaders del agua corriendo por las ventanas o el asfalto mojado, el destello de las armas al detonar o las pantallas gigantes que copan la ciudad ayudan a generar ese efecto positivo en nuestras retinas. De hecho, escenarios como el segundo, en el que no nos movemos de la cubierta de un crucero y, rifle de francotirador mediante, debemos disparar a otro crucero enfrente nuestra a cierta distancia, son de los que menos lucen por la falta de todo ese tipo de efectos mencionados. Aunque, no por ello se puede decir que tengan mala calidad, son los que más desapercibidos pasan.
Las animaciones son algo más escuetas, lo cual se suele disimular en los casos en los que nos las vemos contra máquinas, pero cuando se trata de personas nos encontramos con animaciones más propias del tipo de compañía pequeña y presupuesto con el que nos encontramos, bajándonos un poco a la realidad de lo que tenemos entre manos.
Otro aspecto con cierto contraste, que por un lado nos hace creer que nos encontramos ante un juego de una compañía con más caché a sus espaldas pero que nos baja a la tierra por ciertos detalles, es el sonido. La música es buena, acompaña muy bien, y en ningún momento se nos ha hecho pesada. Aunque para esto habrá que tener en cuenta, como siempre, el gusto personal, por supuesto. Pero en cuanto a los efectos de sonido, si bien lo que está funciona adecuadamente, si nos paramos a analizar con más atención, nos daremos cuenta de «lo que no está». Y es que, para tratarse de un juego que nos sitúa por momentos en escenarios con elementos ajenos a nosotros mismos y los enemigos contra los que nos batimos, dichos elementos no parecen tener presencia sonora. Seguramente se trata de uno de los aspectos que aún no están terminados, pero a veces resulta extraño que aunque veas elementos ajenos en la ciudad de turno, el ambiente sonoro parece limitarse a nuestro personaje y nuestros enemigos, quitando algún pitido ocasional y no muy conseguido de algún coche con el que vayamos a colisionar.
En cuanto al desarrollo del juego, Silicon Rising nos hace creer que nos sitúa en una suerte de Time Crisis o similar, con posiciones fijas para disparar y coberturas varias, con la salvedad de que en este caso para escondernos tras una cobertura bastará con agacharse realmente o esconderse y asomarse a un lado y a otro de una columna, y que tendremos varias posiciones fijas entre las que podremos teletransportarnos a libertad en cada momento, y con las que tendremos que jugar para no vernos demasiado expuestos irremediablemente. En este punto hemos de decir que con pocos juegos nos hemos «movido tanto» como con este Silicon Rising, y que la sensación de presencia es muy buena. Realmente nos parapetamos tras esa columna, barrera o puerta del coche, cualquier lugar es bueno. Y, por supuesto, si nos vemos descubiertos, podemos esquivar las balas moviéndonos. A este respeto hay que decir que al igual que en los juegos del estilo comentado, los enemigos solo nos disparan proyectiles que debemos esquivar cada cierto tiempo, y el resto se podrían decir que son «de atrezzo» para dar sensación de mayor frenesí en el tiroteo. Pronto aprenderemos a distinguir cuales son los peligrosos y cuáles no.
Y, cuando creíamos que ya teníamos claro todo lo que Silicon Rising ofrece, llegamos a las siguientes misiones, y nos damos cuenta de que los chicos de Kukrgame no se han conformado con ello y han intentado dar variedad a las diferentes misiones, siempre con una base bastante guiada pero cambiando de registro a misiones en las que somos un francotirador que debe cubrir a una compañera a distancia eliminando sus amenazas o creando distracciones, o con una trepidante misión en coche que nos pondrá a prueba.
Aún hay tiempo por delante para que Silicon Rising vea la luz definitivamente, pero por lo visto hasta ahora promete convertirse en una compra obligada para los amantes del género poseedores de un casco de realidad virtual compatible.
Este artículo ha sido realizado mediante una copia cedida por KUKRGAME