Un personaje mítico del cine de acción y ciencia-ficción incluso, de una franquicia cada vez más discretita según avanzan las películas. La criatura creada por los hermanos Thomas y presentada al mundo el 1987 en la inolvidable película de John McTiernan, se diría que ha seguido una trayectoria similar en videojuegos. Predator – Hunting Grounds no va a cambiar vidas ni devolver el brillo a una raza tan interesante como desaprovechada desde hace años, pero oye, al menos nos viene bien para hacer sano deporte, reclamar trofeos, o sentirnos poderosos en nuestro papel de no-tan-débiles humanos.

¿Que eres, hijo de Satanás?

Buenas, mis amigos me llaman Colmillo Roto

Pues en pocas palabras, un juego online asimétrico de cazadores y presas. Produce Sony, y desarrolla la estadounidense illfonic, que tiene cierta experiencia con ese concepto ya que son los creadores de Friday the 13th: the game, el juego aquel de Viernes 13 online de 2017, vamos. Solo que este nuevo cazador va a moverse mucho más, con más armamento… y será más vulnerable que Jason Voorhes.

Porque seamos serios, aquí quien se haya acercado a leer puedo jugarme un brazo que lo que realmente quiere saber es la experiencia de jugar como el implacable y mal llamado Depredador/Predator, el cazador alienígena que adora los lugares cálidos y recolectar macabros trofeos tras una cacería triunfal. Ambas cosas están presentes en este juego.

Nuestro yautja se maneja en tercera persona, es rápido, muy agil, fuerte, y tremendamente limitado en sus comienzos. La base del movimiento del Predator es una suerte de parkour quasi-automatizado por los árboles a la usanza de los Assassins Creed, y enormes saltos proyectados como en el Aliens VS Predator de 2010 de Rebelion. Las cuchillas de muñeca y el cañón del hombro son de obligada presencia, y las llevamos de serie. El camuflaje óptico, la visión térmica y hasta el kit de curación completan el equipo básico inicial.

La sensación de manejar al cazador está bastante conseguida, y tenemos hasta un tutorial offline con una misión facilona de muestra para hacernos a los controles y hasta sentirnos poderosos al culminarla y subir niveles de experiencia. Esa sensación se reduce cuando tengamos que cazar humanos controlados por otros humanos.

La contraparte del Depredador es un equipo de cuatro soldados humanos de élite que deben cumplir misiones en tres tipos de escenarios de ambientación selvática. Las misiones son mundanas, nada que ver con la presencia del alienígena, contra objetivos humanos y posterior huida en helicóptero. Vamos, que el bicho pasaba por ahí para ponerse las botas consiguiendo trofeos. No hay planes de hibridación genética ni autismo en todo este juego, podéis respirar tranquilos.

Humanos y Predators tienen diferentes clases de personaje: los depredadores, cazador <equilibrado>, berserker <fuerte y más lento> y explorador <lo contrario, rápido y menos fuerte>. Y los humanos por su parte tienen asalto, reconocimiento, explorador y apoyo, aunque no están todas disponibles al comienzo, hay que acumular experiencia y subir niveles para acceder a todas ellas.

Así, se combinan varios tipos de misiones en esos tres escenarios tropicales, con objetivos variados que requieren colaboración y compenetración, y soldados humanos enemigos que tratarán de evitarlo pero no podrán porque los personajes controlados por la IA no ofrecen mucho desafío. Pero la idea es combinar misión, objetivos, enemigos asumibles y huída final con el omnipresente cazador estelar, en una dinámica donde debemos tener puestos todos los sentidos y adaptarnos rápidamente a las situaciones.

Get down of the choppa!!!

Entonces podemos centrarnos en la misión, estando más vulnerables cuando realizamos objetivos como hackear ordenadores o tomar muestras biológicas de cerdos con un agente químico, hacer un impass para enfrentarnos al malo, tener situaciones de horda con los enemigos y el cazador sacando provecho de nuestro desbordamiento… Creo que la dinámica en ambos lados está bastante conseguida, y es divertido jugar con ambas especies, aunque obviamente todos queremos jugar más con el Predator. Pero no vamos a poder hacerlo tanto como nuestra ardiente ansia nos pide.

El juego tiene un sistema de experiencia y mejoras de capacidades, equipo y apariencia como forma de progresión y aliciente para seguir jugando más y más partidas, en contraposición con los escasos escenarios y tipos de misión, así como una tremenda escasez de opciones de juego, que se reducen a partidas públicas y privadas, sin más modalidades o variaciones. Lo que digo, el aliciente es subir niveles, desbloquear armas, equipo, habilidades/perks, y diferentes clases de personajes para humanos y depredadores.

Esta selva hace que Vietnam parezca Kansas

Y suerte que el nivel general es compartido al margen del tipo de personaje que manejemos, porque el matchmaking con el Predator es terrible, con una cantidad enorme de tiempo de espera, y desconexiones o entradas en salas vacías de jugadores. Seamos francos, todos queremos jugar como la estrella de la función, ya llevamos muchos juegos haciendo de humanos armados que cumplen misiones contra otros humanos armados.

Siguiendo con los defectos, el apartado visual es bastante limitada, cuando no directamente malo. En una PS4 base los gráficos son paupérrimos, y aunque los números mejoran en un modelo Pro o en PC, que nadie se haga ilusiones, el nivel sigue siendo muy bajo, y como en PC se venden en exclusiva en la Epic Store ni siquiera tendrá mejoras y añadidos por parte de la comunidad.

La otra cara de la moneda es que la parte sonora genera una ambientación enorme, ayudando a darle credibilidad a jugar a algo paralelo y homenaje a esa obra maestra de 1987. Doblaje al castellano, FX ambientales, armas, y por supuesto, la parafernalia auditiva tan característica que acompaña al personaje del Depredador. La música además, son partituras actualizadas de la OST de la película original, reforzando el homenaje/inmersion, pero por contra, el número de temas se me antoja muy corto.

Un matchmaking problemático aún eligiendo a los humanos, pocos escenarios y tipos de misión, y solo una forma de juego, amén de la parte gráfica. Y sin embargo acabáis de ver al comienzo un notable, ¿Verdad? En 33bits un 70% no significa «horrible» como en otros medios, y creo que el juego se merece llegar a esa cota. Sencillamente, por la diversión y experiencia en ambos lados, aunque uno de ellos por desgracia, lo haya probado mucho menos que el otro.

Estás hackeando un ordenador, totalmente vulnerable, tus compañeros alrededor, los constantes sonidos del cazador cuando está cerca, un chispazo de plasma ¿Correr o enfrentarle? La huida te puede permitir seguir completando objetivos y llegar al choppa para terminar la misión. Pero luchar de forma coordinada trae muchas más veces la victoria contra la bestia de lo que se puede pensar, especialmente si lo hacemos contra un jugador que aún no haya desbloqueado mucho equipo y perks. El cañón del hombro es tan atrayente como engañoso, casi telegrafías tus disparos con el punto de mira. Pero estos son letales.

La frasecita tenía que salir si o si

Estás en el otro lado, ya has acumulado mucha experiencia y subido niveles, has desbloqueado las redes y el disco inteligente y quieres ese ansiado arco yautja y esa maravilla de lanza que vimos en la segunda pelicula, pero los humanos en esta partida se coordinan ¿Y por qué no les veo con mi visión termal? Espera ¿Se han cubierto de barro? Me disparan, saben rodearme, caigo y me curo, dando un grito que cualquier jugador puede oír. Pero no lo logro, voy a morir en un charco de sangre verde y solo me queda activar la autodestrucción, con la risotada de la película clásica.

Pero aquí no estamos frente al mayor Alan ‘Dutch’ Schaefer, aquí la gente sabe leer y escribir y pueden desactivar la cuenta atrás con un curioso puzle de signos en lengua yautja… si lo logran a tiempo. Sino, solo les quedará la huida, pero muy lejana, el radio de la explosión es enorme ¿Correr o desarmar la bomba?

Tic-tac, rubia, tic-tac

Queda muy teatral el texto pero quería plasmas las buenas sensaciones que me ha transmitido el gameplay. Y he disfrutado coordinándome con otros jugadores y haciendo morder el polvo más de una vez y de dos al cazador, de hecho, como he dicho justo al comienzo, no es extraño ni enormemente difícil acabar con él. Por contra, el Predator básico, aún sin equipo ni hablidades destacadas, debe manejarse con pericia, pero aguanta bastante castigo, y conseguir mejor equipo como las redes, los señuelos de sonido o las trampas para osos, un verdadero gustazo.

Tras todo esto, nos queda jugar y jugar con una base aún muy escasa, pero con un sistema de niveles muy elevado, desbloqueándose cosas muy golosas a niveles como el 70, es lo que digo, el grindeo y el desbloqueo como aliciente para mantener el interés del jugador. Aunque también tenemos moneda de juego para abrir cajas de botín y llevarnos una enorme cantidad de opciones estéticas, que son enormemente diversas y variadas en el juego como otro aliciente añadido, porque yo quiero la skin del Predator del 87, que no ofrece mejoras ni cualidades distintas, pero mola de tres pares de narices.

«Camuflaje óptico, se camufla usando la luz»

Así, con una base de contenido aún escaso, problemas en la estructura de creación de las partidas, pero con una experiencia jugable conseguida y divertida, así como un adecuado uso de los referentes del personaje en el cine, tenemos una base con mucho potencial para seguir creciendo. Siendo una producción de Sony se me antoja muy escasa, estando la compañía japonesa detrás del proyecto, pero también el tener semejante padrino ayudará a ampliar y mejorar todo según la respuesta del público. Veremos que depara el futuro de Predator – Hunting Grounds.

«¿Ser o no ser? El tiempo y Sony lo dirán»


Este análisis se ha realizado con una copia cedida por Precision Spain