John Romero, el mito, la leyenda, el nombre que se nos viene a la cabeza automáticamente cuando pensamos en el término «First person shooter». Aunque el nombre de John Romero siempre ha estado ligado a los 90, a los juegos en primera persona y más concretamente a la saga DOOM, hoy viene a demostrarnos que es alguien que sabe hacer algo más que vivir de las viejas glorias del pasado, y aunque ha tenido sus batacazos recientes, a veces nos lanza juegazos como el que hoy nos ocupa: Empire of Sin.
Empire of Sin llega de la mano del estudio Romero Games, fundado por el propio autor y con un solo juego en su curriculum, un indie para móviles llamado Gunman Taco Truck. Pero no trabaja solo, lo hace junto a su mujer Brenda, una persona también ligada al mundillo que ya ha demostrado su talento como guionista en la famosa saga Jagged Alliance y como diseñadora en juegos como Wizardry 8, Dungeons & Dragons: Heroes o Playboy: The mansion.
Y con Empire of Sin, el nuevo juego del estudio, nos sorprenden con un giro en su estilo que no esperábamos: la estrategia y la gestión. Empire of Sin nos lleva hasta un escenario que conocemos bien gracias a su popularidad en diversas obras: Chicago, los años 20 -del siglo pasado, ya que actualmente también estamos en los años 20- en pleno inicio de la ley seca. Debido a la prohibición del alcohol en todo el estado, los diferentes clanes mafiosos comienzan a florecer montando sus propias destilerías ilegales para vender bebidas alcohólicas de contrabando, pero evidentemente es un pastel demasiado jugoso como para que una sola persona se lo quede todo y la guerra en las calles está a la orden del día. Nos toca a nosotros montar nuestro propio imperio criminal comenzando desde cero al tiempo que acabamos con la no tan sana competencia.
Para esta tarea, tendremos que seleccionar a uno de los 14 jefes mafiosos posibles con los que podremos jugar. Algunos de estos personajes serán ficticios e inventados para el juego en cuestión, pero también podremos tomar el control de jefes criminales que existieron en la vida real como Dean O’Banion, Stephanie St. Clair o por supuesto, el mismísimo Al Capone. Se suma también una curiosa incorporación: Elvira Duarte, que se trata nada menos que de la bisabuela real de John Romero, quien tuvo su pequeño imperio criminal a pequeña escala y ha sido introducida en el juego a modo de homenaje. Cada uno de estos personajes tendrá sus propias habilidades y características personales, mientras que unos pueden ser fuertes en un tipo de negocios, pueden flaquear en otros, por lo que nos toca a nosotros decidir cual nos viene mejor.
Lo que nos propone el juego es una mezcla de géneros bastante curiosa, tomando como base la estrategia en tiempo real, la gestión y el rol táctico. Una combinación que a priori puede parecer insostenible al querer abarcar mucho, pero misteriosamente acaba funcionando bastante bien y se complementan unos a otros de manera muy eficaz. Para iniciarnos en todo esto, contaremos con un extenso tutorial bastante aclaratorio e intuitivo, pues en tan solo unos minutos comenzaremos a dominar las mecánicas y a dar nuestros primeros pasos en la ciudad. Además, el juego es bastante permisivo en cuanto a la dificultad, pudiendo seleccionar desde el principio la cantidad de familias rivales que aparecerán en la partida y el número de barrios por conquistar para adaptar la experiencia a cada jugador.
Pero vamos poco a poco, comencemos primero con la mecánica de la gestión. Como ya hemos dicho, nuestro principal cometido es formar un imperio criminal de la nada, comenzando con un pequeño local que conseguiremos en el tutorial -o sin que sea necesario seguir el tutorial si no es la primera vez que jugamos-. Tendremos varios tipos de negocios que podremos crear, como bares, burdeles, casinos y algunos más, pero todos utilizan el mismo sustento: el alcohol. El alcohol es el elemento más importante del juego y a través del cual gira todo, por lo que es importante montar destilerías para abastecer a todos nuestros locales y aumentar nuestros ingresos.
Cada local que poseamos podrá ser mejorado en distintas áreas, como mejorar la seguridad, la decoración o el servicio, entre otros. Por supuesto, hacer esto puede aumentar nuestra reputación, pero al mismo tiempo puede tener serios inconvenientes, pues estas mejoras conllevan un mantenimiento extra que nos puede hacer perder beneficios. A su vez, cuanta más fama tengamos, más probabilidades tenemos de llamar la atención de la policía y de las familias rivales, las cuales no dudarán en atacarnos y robarnos nuestros locales.
Pasemos ahora a la parte de la estrategia. La estrategia se basa principalmente en el principio de acción-reacción, no se puede hacer algo sin que tenga consecuencias, ya sean buenas o malas. El simple hecho de caminar por una calle que no conocemos puede poner en alerta a la familia a la que pertenece el territorio, la cual no dudará en amenazarnos o chantajearnos para dejarnos en paz. Si nos decidimos a atacar y conquistar un local, sufriremos represalias por ello y sus antiguos propietarios volverán a intentar recuperarlo tarde o temprano, por lo que debemos adelantarnos a los acontecimientos y planear bien nuestra jugada a largo plazo.
El mapeado de la ciudad de Chicago es simplemente enorme, un solo barrio por sí solo ya es bastante grande y tomar el control puede tomarnos varias horas, pero es que tendremos hasta un máximo de 10 barrios dependiendo de lo que hayamos elegido al inicio de la partida. Para viajar entre barrios -o incluso en el mismo barrio- podremos viajar en taxi, aunque si lo que queremos es ver el estado y estadísticas de alguna propiedad en concreto no hace falta que viajemos hasta allí, también podremos mirarlo directamente en la ventana correspondiente y ahorrarnos el paseo.
Algunas familias, viendo cómo vamos creciendo poco a poco, podrían decidirse y plantearnos tratos y negociaciones con acuerdos beneficiosos para ambos. A través de un cara a cara donde visitaremos al líder de la banda en cuestión, podremos tomar decisiones tales como recibir una compensación por dejar de operar en su territorio, una tregua temporal o incluso una alianza para atacar al resto de bandas rivales. Este tipo de decisiones también pueden tener su doble cara, pues algunos aliados pueden intentar abusar de nuestra generosidad y nuestro acuerdo para sacarnos el dinero.
Para asegurarnos un futuro prometedor, necesitaremos a nuestro lado gente que nos cubra las espaldas en caso de ataque, y ahí es donde entran los sicarios. Si vamos ganando la suficiente fama, algunos mercenarios pueden ofrecernos sus servicios y luchar a nuestro lado -previo pago de una cantidad generosa-. Algunos pueden aparecer en nuestro local pidiendo trabajo, pero otros podremos contratarlos directamente en la ventana correspondiente, aunque no todos querrán y esperarán a que tengamos más relevancia en la ciudad antes de trabajar para nosotros.
Estos sicarios además tendrán un sistema de afinidad entre ellos, de manera que lo que le ocurra a uno en combate o en su vida personal puede acabar afectando al desempeño de otro con quien tenga cierto grado de amistad o enemistad. Pero claro, el salario que cobran no es barato y nos plantea varias dudas, ¿a cuantos sicarios necesitaremos para conquistar un edificio de dificultad 2/5? ¿compensa contratar al mejor sicario y conquistar propiedades fácilmente a cambio de endeudarse por un tiempo y no poder pagar a los trabajadores de nuestros locales? Una vez más, la decisión es nuestra.
Empire of Sin no solo trata de tomar el control de las calles y ya está, cada personaje tendrá su historia personal que debemos seguir, y para ello tendremos un sistema de misiones. Estas misiones nos irán descubriendo la vida y obra de nuestro personaje elegido y nos plantearán decisiones y retos a la altura. Habrá también misiones secundarias, como por ejemplo conseguir cierta cantidad de negocios en propiedad o alcanzar un número concreto de beneficios mensuales. Jugando solamente sin tener en cuenta estas misiones ya nos ofrece para decenas de horas, pero este añadido le otorga un plus y además nos servirá para conseguir ciertas recompensas que nunca nos van a venir mal.
Llegamos finalmente a la tercera mecánica, la del rol táctico. Cuando vayamos a conquistar un local, nos tendremos que enfrentar a los miembros de la familia rival que se encuentren en su interior, momento en el que comenzará el combate y tendremos que liarnos a tiros. Los combates corresponden al clásico sistema de casillas, tan famosos en juegos como Fire Emblem o X-Com, de manera que moveremos a nuestros personajes y realizaremos las acciones hasta que termine su turno. Cada personaje cuenta con dos puntos de acción en cada turno que podemos distribuir como queramos, de manera que desplazarnos cuesta 1 punto -o 2 según la distancia-, cada disparo cuesta 1 o 2 puntos dependiendo del tipo de arma y recargar cuesta otro punto. Hay más opciones y variedad de ataques, pero tampoco podemos pararnos a describirlos uno por uno.
Además de atacar, contamos con un sistema de coberturas con el cual podremos refugiarnos detrás de paredes o mesas como protección. Dependiendo de la altura del elemento con el que nos cubramos, tendremos media o total cobertura, lo que repercute en el porcentaje de acierto que tendrán nuestros disparos y los del enemigo. Toca hablar también de algunos de los defectos de estos combates y es que son un poco confusos, no queda muy claro donde se encuentra situado cada personaje en cada turno ni tampoco cuantos son en total, pues a veces el hud no nos lo muestra a menos que hagamos una pasada con el ratón. La cámara tampoco ayuda, ofreciendo unos puntos de vista no muy cómodos que hace que tengamos que estar recolocando la cámara constantemente.
Cada personaje de nuestro grupo tendrá la posibilidad de aumentar sus estadísticas y conseguir nuevos ataques, casi siempre a través del árbol de habilidades que nos permite conseguir nuevas ventajas, para lo cual tendremos que esperar que pasen los días necesarios para ser completado. También podremos comprar nuevo equipamiento para ellos en el mercado negro, pudiendo adquirir armas, chalecos antibalas, granadas y demás utensilios para tener más posibilidades de ganar. Todo esto que he explicado depende a su vez de las clases: tendremos diferentes tipos de sicarios a los que reclutar, que van desde especialista en cuerpo a cuerpo hasta el de explosivos, pasando por armas blancas, envenenadoras o incluso médicos. Lo ideal para asegurarnos la victoria es contar con un grupo lo más variado posible, pero como ya dijimos, no nos va a resultar nada barato.
En definitiva, John y Brenda Romero nos traen con Empire of Sin un excelente juego cargado de detalles y mecánicas muy variadas. Fácil de jugar pero difícil de dominar, en general han pillado muy bien la esencia de aquellos juegos de gestión de los 2000, a los cuales nos van a recordar bastante no solo en su ejecución sino también en su estilo visual. El matrimonio Romero ha demostrado que sigue en buena forma a pesar de todos estos años, por lo tanto estamos ante una obra que no podemos hacer otra cosa más que recomendar sin miedo.
Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Koch media