Alba: A Wildlife Adventure me ha alegrado el final de año. Se trata de un juego completamente antinavideño, ya que se desarrolla en verano y trata sobre la vida de una niña durante una semana en un pueblo en una isla mediterránea. Publicar el juego a mitad de diciembre no se si es una locura o una genialidad. Para todo aquel que esté pasando frío, no hay nada mejor para entrar en calor. 

Alba: A Wildlife Adventure es una aventura que podríamos considerar educativa. Pero no os asustéis, la jugabilidad prima por encima de todo; simplemente el mensaje sobre la importancia del reciclaje y de cuidar el medio ambiente es el pilar básico de la historia. Pero no solo eso, Alba también hará las delicias de los ornitólogos, y de los fans de la fauna en general, puesto que gran parte del título gira en torno a los animales de la isla.

En Alba: A Wildlife Adventure nuestro objetivo está claro: evitar que se construya un gran hotel de lujo en la actual reserva natural de la isla. Para ello deberemos reunir las suficientes firmas a lo largo y ancho de toda la localidad. Las misiones que nos ofrece el título son simples, pero no dejan de ser divertidas. Reparar ciertos elementos, recoger basura, salvar animales perjudicados… todo ello nos dará firmas a lo largo de la semana que tenemos disponible para jugar. 

Pero no todo es trabajo. Alba es una niña, y el verano es tiempo de vacaciones, exploración y diversión. Contamos con una cámara para hacer fotos, y con ella fotografiaremos a todo bicho viviente que se ponga en nuestro camino. Hay más de cincuenta animales distintos en la isla esperando a ser catalogados por nuestra pequeña exploradora. Algunos de ellos difíciles de encontrar, pero todo puede conseguirse si somos lo suficientemente tenaces. 

Los animales están fielmente representados, por lo que si tenéis afición por las aves, Alba: A Wildlife Adventure os sorprenderá gratamente. A mi personalmente nunca me han interesado, pero el hecho de poder fotografiarlas y de verlas tan fácilmente me ha encantado. El aspecto visual del juego, bastante cartoon, hace que el resultado final sea maravilloso, además de que el comportamiento de las aves y de otros animales es bastante realista -dentro de lo que se le puede pedir a un juego de este tipo-. Todo ventajas, ningún inconveniente.

La música me ha dejado un sabor agridulce. El juego está lleno de temas maravillosos, acústicos y variados; pero el título no hace uso de ellos todo lo que debería. Creo que deberían sonar más a menudo. Sin embargo, esta decisión puede tener sentido, ya que el juego hace uso del sonido casi constantemente. Para identificar criaturas, sobre todo pájaros, cada uno de ellos tiene un sonido característico, y si la música fuera una constante, quizás se perderían esos detalles. Aún así, creo que un selector para elegir que los temas musicales suenen más a menudo es imperativo.

Como punto negativo, la duración se lleva el pastel. Es fácil completar el juego en dos o tres horas, y para conseguir el cien por cien no hacen falta más de cuatro. El juego funciona muy bien tal y como está planetario, pero a mi me han dejado ganas de más. Más animales, más localizaciones, más personajes con los que hablar… más de todo. No creo que el juego se mantuviera si durara ocho horas completas, pero un par de horas más creo que serían un añadido de lo más acertado. El precio no es alto, pero que Alba: A Wildlife Adventure te deja con ganas de más es indudable, os lo aseguro.

En conclusión, Alba: A Wildlife Adventure es el remedio perfecto contra el frío invierno que estamos pasando. Una aventura con buena jugabilidad, una historia bonita y emotiva, unos personajes adorables, un aspecto gráfico resultón y un montón de aves a las que fotografiar. El juego ya de por sí, es una maravilla, pero encima, por cada juego que compramos, ustwo games -los desarrolladores-, han prometido que plantarán un árbol. Todo ventajas, una compra fácil.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Ustwo Games