El mundo de los juegos de puzzle ha dado lugar a una inmensa variedad de formatos, donde tenemos que apilar fichas, guiar personajes o romper ladrillos entre otros. Además en los tiempos pretéritos del arcade apareció un juego que proponía divdir la pantalla en trozos, evitando el contacto con otros objetos del área de juego. Hablo de Qix.
Este que traigo a la sección retro, puede que sea el juego más simple que he tocado en esta sección. Apareció en 1981 y es el primer juego de Taito desarrollado íntegramente en Estado Unidos a partir del diseño del matrimonio Randy y Sandy Pfeiffer. Publicado originalmente en arcades fue llevado a multitud de sistemas como la familia de ordenadores Atari, consolas de Nintendo de 8 bits, y MS-DOS entre otros. Además generó varias secuelas y clones, a lo largo de los 80 y 90. Fue pionero de los juegos de ‘dividir la pantalla’ como Styx, Xonix o Gals Panic.
El arcade partía de un joystick de cuatro direcciones, ya que nuestro ‘punto’ no puede moverse en diagonal. Además tenía dos botones, lento y rápido, según la velocidad de corte que quisiéramos. Las áreas recortadas con el botón lento valen el doble de puntos que con el botón rápido. Pulsando uno de los botones y el joystick en la dirección adecuada permite entrar en el área no reclamada y si conseguimos cerrarla la ganamos. No se puede retroceder una vez que entramos en el área no ganada, pero sí podemos girar en cualquier momento para intentar recortar un área antes de que nos toque un enemigo.
Hay dos tipos de enemigos: Uno rebotando dentro del área aún libre. Y otros, en forma de ‘chispa’ por el borde de la pantalla o por el borde interno de una de las líneas de áreas conseguidas. Empezamos con dos enemigos y según avancemos en las fases, más enemigos tendremos. Y cuanto más tardemos en terminar un nivel más ‘chispas’ aparecerán en la pantalla.
Para completar un nivel, el jugador debe reclamar un porcentaje del 75% del campo de juego. Si un nivel se completa superando el porcentaje de área mínimo, se otorga una bonificación por cada 1% más allá del umbral.
Fue una arcade bastante exitoso al comienzo, siendo el quinto mueble más vendido en 1981. Pero también es cierto, que su popularidad se desvaneció enseguida. Su éxito fue tan impactante como efímero dada su simplicidad. Algunos medios de la época lo comparaban con el Telesketch. Por supuesto tuvo sus secuelas remakes, clones y hasta relanzamientos que llegan hasta nuestros días.
Qix II de 1982 trae un nuevo esquema de color y una vida extra si llegamos al 90% de la pantalla reclamada. El juego posterior, Volfied, apareció en 1989 en arcade ordenadores de 16 bits y Mega Drive. Con un trasfondo de ciencia ficción, el juego permite matar a los enemigos que queden dentro de nuestras áreas, y objener bonificaciones adicionales por el mismo motivo, como vidas extra o enemigos más lentos.
El port de Qix para Game Boy de 1990 fue publicado por Nintendo con intermedios en los que aparece Mario. En 1999, se lanzó una nueva versión de Game Boy Color llamada Qix Adventure. El jugador viaja en una pantalla de mapa, disparando a los oponentes que aparecen en el campo de juego. Aunque es opcional, encerrar a un oponente en la caja abre un cofre del tesoro, que también se puede encerrar, dándole al jugador un artículo. La última versión del juego se publicó en 2009 por Taito para PlayStation Portable y Xbox Live Arcade, llamada Qix ++.
Sí, el artículo es muy corto, pero es agosto estoy de vacaciones y no me apetece trabajar. Iros todos a cortar cuadritos.