Aquí en 33bits siempre hemos disfrutado de los juegos cooperativos, como GTFO, o Deep Rock Galactic. Grandes juegos en los que los jugadores tenemos la bonita premisa de cooperar para superar cada uno de los niveles que el título nos ofrece, ya sea en un planeta lejano lleno de alienígenas o en una mina -de un planeta lejano lleno de alienígenas-, y en donde jugar de forma individual significa la muerte, primero del jugador, y luego del equipo. Pero sin duda, el tipo de cooperativo más conocido es el de matar -o escapar de- zombis. Títulos tan diversos como World War Z, Killing Floor, o incluso sagas tan enfocadas al terror como Resident Evil con su quinta parte, o los últimos Call of Duty, con modo Zombies. Pero, sin duda, el juego que empezó toda esta moda fue Left 4 Dead. Y, los desarrolladores de este, Turtle Rock Studios, llegan prometiendo lo mismo, pero mejorado. Y ojo, porque a grandes rasgos, los consigue. Bienvenidos a Back 4 Blood.
Back 4 Blood no esconde sus raíces. Si ahora me pusiese a analizar el Left 4 Dead original, probablemente me saldría un análisis muy parecido en muchos aspectos al que están leyendo ahora. Les hablaría de como en cada nivel un grupo de supervivientes va a tener la misión de moverse de un lado al otro del mapa, entre refugio y refugio, realizando otras tareas en el proceso. Como nos enfrentaremos a hordas y hordas de enemigos, y a un número importante de infectados especiales. Os hablaría del boomer, del saltador, o de la bruja. Como el quedarse atrás o solo equivale a morir. Nada que cualquier jugador más o menos veterano no conozca ya.
Pero el juego de Turtle Rock también sabe encontrar su personalidad. Y esto lo hace, sobre todo, en forma de cartas. Sí, habéis leído bien. Cartas. En Back 4 Blood tendremos nuestro propio mazo al que iremos añadiendo cartas a medida que vayamos superando misiones. Es decir, cada misión de la campaña, dependiendo de nuestro rendimiento, y de la dificultad escogida, nos aportará puntos de suministro, que servirán como moneda dentro del juego. Y con estos puntos, podremos comprar distintas cartas -y skins- que, en general, nos harán el juego más fácil.
Empezaremos con un mazo predefinido, pero poco a poco tendremos cartas suficientes para construirnos el nuestro propio, pudiendo seleccionar hasta 15 cartas de nuestro inventario. Estas serán relativamente variadas, habiendo cartas con habilidades, como tener una vida más para todo el grupo, o cartas que aumenten estadísticas, más puntos de vida, más resistencia, más munición… o cartas que añadan modificadores, como que por ejemplo recuperemos vida con cada zombie que matemos a melé. La verdad es que se ha intentado aportar cierta diferenciación entre las cartas, y las distintas ramas de estas, para que el jugador pueda hacerse builds más orientadas al combate, o a la supervivencia, o a la curación, por ejemplo. Cada vez que empecemos un nivel nuevo podremos elegir una carta nueva entre 5 seleccionadas al azar desde nuestro mazo, añadiendo una habilidad más a nuestro personaje a cada nuevo mapa que juguemos.
Pero no solo el jugador utiliza cartas. El propio juego también lo hará, en forma de modificadores de partida. Estas modificaciones pueden ser buenas -existe una caja de bolsas de sangre en el nivel, si la encontramos y la llevamos al refugio siguiente nos dan 500 monedas, por ejemplo-, pero casi siempre serán malas, sobre todo en dificultades altas. Un modificador puede ser ver todo el mapa rodeado de niebla, de forma que no vemos a dos palmos, o la aparición de un jefe importante a mitad del mapa, o de zombis con armadura que solo pueden ser eliminados apuntando a sus puntos débiles… Hay diferentes modificadores que consiguen que muchas veces jugar el mismo mapa no conlleve la misma experiencia, y eso se agradece.
Todo esto comporta un notable intento de Turtle Rock Studios por ofrecer una experiencia relativamente variada para no alejar a incluso el que en unas semanas ya se conozca cada parte de cada mapa de memoria. No llega al infinito procedimental de Deep Rock Galactic, pero es un buen paso. Esto me sirve para traer a colación uno de los pasos atrás de Back 4 Blood respecto a su antecesor espiritual: no existe soporte para mods. No existe posibilidad de crear nuestros propios mapas. Una de las claves del éxisto y de la longevidad de la saga de Valve es justamente atraer a la comunidad y conseguir involucrarla en la creación de contenido. Left 4 Dead es infinito, justamente porque siempre va a haber alguien creando mapas nuevos. Back 4 Blood tiene muchos mapas, más de 30, y nos va a dar horas de diversión -y ojo, el juego no es nada fácil, en dificultad media ya es un infierno desde el primer nivel-, pero no tras eso, no hay posibilidad de encontrar mapas nuevos. Sí, tenemos un pase anual que traerá más contenido, pero ya dependemos de los tiempos de los desarrolladores, que pueden ser más cortos o más largos, cuando los tiempos de la comunidad son distintos -tenemos a centenares de personas creando mapas-. Claramente, la falta de editor de alguna clase es un punto negativo.
El otro modo existente en Back 4 Blood es el modo Nube, que será el jugador contra jugador de este título. No jugaremos la campaña como tal en este modo, sino que es una especie de modo horda donde, en mapas relativamente pequeños, un grupo de 4 supervivientes tendrá que defenderse contra cada vez más y más zombies, entre los que se encontrarán los 4 jugadores contrarios haciendo de zombies especiales. Estos zombies podrán aumentar sus habilidades a medida que transcurra la partida, de forma que cada vez será más difícil para los humanos sobrevivir. Los dos equipos irán alternando papeles -humanos y zombies-, y ganará la ronda el que más tiempo haya sobrevivido. Una nube -de ahí el título del modo- irá aumentando en forma de círculo, al estilo de cualquier Battle Royale de hoy en día, infectando todo el mapa, de forma que, de nuevo, los humanos cada vez tendrán menos territorio para moverse. En general, no es un mal modo, y he pasado momentos tensos, siendo un versus rápido, pero también se puede considerar un paso atrás respecto al modo Versus de los Left 4 Dead.
No quiero acabar el apartado de jugabilidad del título sin mencionar otra política polémica por parte del estudio o del editor. Y es que, si jugamos en modo 1 jugador, con bots, perdemos toda capacidad de progresión e incluso perdemos la habilidad de ganar logros. Entiendo la finalidad de esto, imagino que no les hace gracia que creemos partidas modificadas con miles de puntos de suministro de forma que vayamos al multi con todo desbloqueado. Pero capar cualquier tipo de progresión o incluso los logros me parece demasiado castigo. Sería interesante que existiesen dos partidas guardadas distintas, una para un jugador, y otra para el multi, como ya se hace en otros juegos, de forma que lo hecho con una no afecta a la otra pero sí me permite notar una sensación de progresión si juego solo. De todas formas, ya ha habido quejas por parte de los jugadores y desde el estudio afirman que están planteándose otras estrategias para este modo.
Quiero acabar mencionando el port a PC, la versión donde hemos jugado al juego. Y quiero mencionarlo porque quiero recalcar que el rendimiento es espectacular, y si bien este que les escribe tiene una máquina interesante cuanto menos -si bien no puntera-, estoy convencido de que en máquinas más modestas va a ir sobrado. Como pueden ver en las imágenes adjuntas al análisis, el juego tiene soporte total para monitores ultraamplios -hay un menú en concreto que no se acaba de ver bien, pero es un menú muy secundario-, y de hecho, no me permitía utilizar una resolución 16:9, que es lo que suelo hacer para hacer capturas de pantalla para los análisis.
A este rendimiento ayuda el DLSS de Nvidia, que es de los mejores que he probado, porque si no llego a ver en las opciones que estaba activado, ni me hubiese enterado, eliminando por completo esa nube de neblina que aparece habitualmente cuando el DLSS está activado. Y algo muy importante, el juego trae cross-play entre todas sus plataformas. Nosotros hemos jugado desde Steam con gente en Xbox o PlayStation sin problema alguno. Simplemente agregarnos como amigos dentro del juego, y a jugar. Extremadamente fácil.
En conclusión, Back 4 Blood es el sucesor espiritual que todo fan de Left 4 Dead estaba esperando. Quizás echamos en falta un editor de mapas. Quizás el modo versus podría ser mejor. U ojalá cambien el sistema de progresión para el modo de un jugador. Pero a nivel de cooperativo estamos, sin duda, ante el próximo pelotazo. Si les gustan los cooperativos, no duden en jugar a éste.
Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por Ziran