Los chicos de Flying Wild Hog se dieron a conocer, hace algo más de 10 años, en Septiembre de 2011, con Hard Reset. Desde entonces y hasta ahora nos han traído varios juegos de calidad que han merecido nuestra atención. Veamos que nos ofrece Evil West, su última producción.
Si bien Hard Reset fue el que nos mostró lo que este pequeño grupo desarrollador polaco compuesto por veteranos del mundillo podría ofrecer, fue dos años después, con su remake del Shadow Warrior, cuando nos dejaron claro que no venían a ser «flor de un día»y tenían calidad suficiente como para quedarse. Desde entonces hasta ahora nos han traído una versión mejorada de su ópera prima, así como dos secuelas de aquel Shadow Warrior, y algún juego independiente de dicha saga como fueron el interesante Trek to Yomi y el que nos ocupa, Evil West. Durante todo este tiempo el estudio, además, ha crecido, asentándose en tres sedes distintas.
Evil West nos pone frente a una oscura amenaza que consume la frontera americana. Como uno de los últimos agentes de un instituto ultrasecreto de cazadores de vampiros, encarnamos la última línea entre la humanidad y un terror muy arraigado que ahora emerge de las sombras. Deberemos convertirnos en un Superhéroe del Salvaje Oeste, erradicar la amenaza de los vampiros y salvar a los Estados Unidos. Como se puede observar, un argumento a priori simple, que evoca acción sin complicaciones y altas pretensiones.
Una vez en la piel del protagonista nos daremos enseguida cuenta de la mezcla de sabores que posee el juego. Evil West tiene un título muy descriptivo de dicha mezcla, pues combina perfectamente la ambientación de terror con un trasfondo situado en el lejano oeste. Dentro de las posibilidades que ello nos brinda nos encontraremos, como suele ser más habitual en la desarrolladora, una jugabilidad totalmente frenética y alejada de cualquier atisbo de realidad o simulación.
Nuestro protagonista podrá utilizar diversas armas de fuego que podrán verse mejoradas a medida que consigamos el dinero necesario para ir realizando dichas mejoras, un guantelete más propio de una historia steampunk que del lejano oeste, con la capacidad de electrocutar temporalmente a los enemigos al usarlo de escudo, lo cual además nos dará la oportunidad de realizar contraataques y ciertos combos, siempre que previamente hayamos desbloqueado dichas habilidades y, por último, una escopeta de corto alcance que podremos utilizar para rematar o quitarnos enemigos de encima y que, por supuesto, tiene un uso limitado.
La combinación de todo ello da lugar a un combate muy satisfactorio y frenético en el que podremos optar por combinar la larga o media distancia con la corta. Además, el hecho de que haya un árbol tanto de habilidades como de mejora de las armas, le da un plus bastante grande a la hora de adaptar nuestro avatar a la forma de juego que más nos satisfaga. Por si fuera poco, podremos disfrutar del juego de forma cooperativa con un amigo.
El juego también nos ofrecerá cierto nivel de exploración pero el juego no engaña y sabe que su punta de lanza es la acción aderezada con una historia que sirve para guiarnos por dicha acción. Los momentos de exploración suelen alternarse con los combates y no son realmente complicados en lo visto en esta versión preliminar, sobre todo por el hecho de que siempre habrá unas cadenas señalando los lugares por donde podremos pasar para explorar y, por si fuera poca pista, esas cadenas brillarán de forma muy notoria en el escenario. Tampoco es algo que podamos calificar de negativo, puesto que no es el objetivo del juego ofrecernos una exploración profunda, sino tan solo dar algo de variedad y romper un poco con los momentos de acción para darnos un respiro.
Encontraremos también algún puzle sencillo, el típico de ir a un lugar anteriormente inaccesible, e ir desbloqueando lo necesario para conseguir acceso a la siguiente zona del mapa por la que la historia nos va guiando. También habrá secciones en las que ir guiados, por ejemplo, en una vagoneta que avanza automáticamente pero guiamos de una forma original como es disparando a los cambios de vía mientras, por supuesto y como no podría ser de otra forma, nos vamos quitando a los enemigos de encima y despejando el camino disparando a explosivos. Todas estas situaciones, como decimos, no nos desvían del desarrollo principal pero aportan cierta rotura de la linealidad y aportan un toque de variedad que se agradece.
Desde el punto de vista técnico, no nos encontramos sorpresas sabiendo quien anda detrás del proyecto. Aquellos que hayan visto otras obras de Flying Wild Hog seguramente no albergarán dudas al respecto y, efectivamente y como nos tienen acostumbrados, si bien no nos encontraremos, lógicamente, ante un AAA que haga sudar nuestra máquina, sí que nos toparemos con un apartado artístico y visual muy agradable y bien resuelto.
En cuanto al apartado sonoro, los FX son contundentes y van totalmente acorde al resto del juego, y nos encontraremos con un perfecto doblaje en inglés aparte de subtítulos en español. Los textos de los menús y las descripciones de las criaturas que nos vayamos encontrando estarán igualmente perfectamente traducidas a nuestra lengua, lo cual nos ayudará a disfrutar de la ambientación. La banda sonora se utiliza en los momentos que es necesaria sin hacer alardes, y teniendo en cuenta la ambientación del juego la premisa de «menos es más» se convierte en cierta.
En conclusión, Evil West nos pone a los mandos de un divertido videojuego, frenético, con niveles bien diseñados y cierta variedad en los niveles y profundidad en las mejoras a las que podremos ir accediendo que lo alejan de la monotonía. Posee un equilibrio entre la factura audiovisual y sus requisitos técnicos y se controla perfectamente, lo cual es crucial en un título de este tipo. No podemos más que decir que lo hemos disfrutado mucho y esperamos que Flying Wild Hogs nos siga trayendo juegos de esta calidad.
Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por PLAION