Dado que la industria lleva años alargando la duración de sus propuestas, ofreciendo juegos por peso, los estudios de menor tamaño han tenido que buscar alternativas. Dos posibles enfoques son: historias más cortas que traten temas que los grandes títulos no se atreven a tocar o juegos difíciles pero rejugables como los roguelike.
Estos últimos son uno de los géneros más populares entre los desarrollos indies. Desde su popularización masiva con The Binding of Isaac, este género está viviendo una época de esplendor, aunque también de saturación. Cada semana llegan decenas de propuestas nuevas que intentarán abrirse su nicho y atraer jugadores.
PERISH lo podemos englobar dentro de los roguelike shooter, ofreciendo un sistema de combate basado en Doom pero con progreso tras cada muerte. Representantes de este género son, por ejemplo, Gunfire Reborn, Risk of Rain 2 o Returnal, que este mismo mes aterriza en PC. Pero PERISH, ¿estará a la altura o se quedará en el cajón de los olvidados?
ITEM42, el equipo detrás de PERISH, nos propone un mundo griego clásico alternativo donde conviven criaturas mitológicas con armas de fuego modernas. La historia de PERISH se encuentra repartida en diferentes textos que descubriremos explorando sus mapas. A grosso modo, nuestro protagonista es un amyete, un paria que fue atrapado en un ente corpóreo y que deberá demostrar ser digno de volver al Elíseo participando en los ritos del purgatorio.
El título se estructura en una serie lineal de niveles en los que debemos ir completando objetivos que variarán en cada partida, como proteger una zona del mapa o recolectar objetos. Esta variedad alivia el tedio de repetir los primeros niveles ya que siempre que muramos deberemos comenzar desde el principio. Sin entrar en spoilers, algunos desafíos nos cambiarán forzosamente el arma que llevamos y en otros tendremos que ir casi completamente a oscuras, rozando el género del terror.
A tiros contra criaturas mitológicas
Para poder hacer frente a nuestros enemigos podremos emplear una gran variedad de armamento, desde hachas a pistolas, pasando por lanzas, e incluso rifles de precisión. Estas se pueden dividir entre cuerpo a cuerpo y a distancia y, aunque el primero de estos grupos está muy bien diseñado y recuerda a Chivalry, el juego parece estar diseñado para ser superado con el segundo. Cada una de estas armas cuenta además con dos desafíos para desbloquear habilidades pasivas únicas que permitirán alcanzar su máximo potencial.
Para evitar que nos quiten nuestros preciados tres puntos de vida dispondremos de un bloqueo y una esquiva. El bloqueo no dejará que pase nada de daño a nuestra vitalidad y si nos vemos rodeados, podremos salir huyendo con la esquiva, que se recarga cada pocos segundos.
Pero no solo dispondremos de armas en nuestro arsenal, también llevaremos dagas arrojadizas para poder hacer frente a enemigos lejanos y consumibles que podremos personalizar, como granadas o escudos temporales. Para personalizar aún más nuestro equipo dispondremos de seis huecos para anillos y un espacio para runas que nos darán diferentes beneficios y nos harán jugar de manera diferente.
Al ir avanzando iremos obteniendo ventajas únicas para esa partida. Están divididas por rarezas y son muy variadas: aumentar la velocidad de movimiento, un escudo que nos protege una vez del golpe fatal o que nuestras patadas hagan mucho daño…
Entre escenarios habrá un pequeño descanso para recuperar algo de vida y consumibles. Si jugamos en cooperativo podremos ver cuántas bajas lleva cada jugador para garantizar el pique. Además tendremos la opción de volver a nuestro santuario sin penalización, ya que si morimos en batalla, perderemos el 60% de nuestros danakes, antigua moneda griega, que nos permiten desbloquear las mejoras y armas anteriormente mencionadas.
Mejor en compañía
Podremos adentrarnos en sus desafiantes niveles tanto en solitario como en cooperativo en línea con hasta 3 amigos y como suele ser habitual, la diversión aumenta al compartir la experiencia con otras personas. La dificultad está compensada al jugar con más jugadores haciendo que aparezcan más enemigos y haya que resolver más objetivos para avanzar.
Uno de los puntos a destacar es su apartado de accesibilidad. Antes de empezar la partida tenemos un selector de dificultad, donde podremos modificar la rapidez de los enemigos, el tamaño de nuestros proyectiles o activar asistencia al apuntado. Todas estas opciones nos permitirán personalizar nuestra propia experiencia de juego.
En cuanto a su apartado técnico, los escenarios y el diseño de enemigos son geniales y hay mucha variedad en ambos. Antes de los enfrentamientos contra jefes, el juego saca pecho de diseño y nos muestra pequeñas cinemáticas.
Cada mapa tiene un diseño único; recorreremos la forja de Hefesto, unos baños griegos y hasta unas catacumbas. Los enemigos de cada zona serán diferentes y gradualmente más peligrosos. Es, sin embargo, cuando todo se pone en movimiento cuando la calidad decae al no estar las animaciones a la altura del resto del conjunto. La banda sonora ha sido compuesta por el propio equipo desarrollador y aunque irregular, acompaña bien los tiroteos.
Aunque personalmente no he encontrado bugs que hayan arruinado mi experiencia, sí que ha habido alguna caída ocasional de fotogramas y una ventaja no ha funcionado como debiera. Por otra parte, aunque sus textos vienen traducidos al español, la localización a nuestro idioma podría haber sido mejor.
Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por HandyGames