«Una puerta de colores, una ventana cerrá. Una maceta sin flores y la casa desordená. Vas viajando por todo el mundo, nunca estás en ningún lugar, guardando tus aventuras para luego poderlas contar»

Poner a Los Porretas como una referencia de una entrada de un videojuego, afortunadamente ya no es un reclamo rompe-barato, por la amplitud de tono dentro del mundo del ‘perrorrismo’ de videojuegos. Pero sobre todo, por el crecimiento del tono, irreverencia, y ejecución de los mismos videojuegos.

Pues Thank Goodness You’re Here se presenta solo:

La presentación rápida es que viene de un equipo llamado Coal Supper. Pues empezó con dos nombres, pero como el proyecto tiene muchos más, os dais un paseo por los créditos para conocerlos. Es que el grueso se lo lleva la animación… obviamente… pero dejando un juego muy jugable, mucho, bastante, de acuerdo.

Somos un trabajador que somos mandaos a una localidad británica, porque nuestro/s productos parece que venden bien por allá, ¿vale? Pues eso. Ahí que vamos.

Eh… que somos un trabajador semi-calvo, bajito… muy bajito… hasta el punto de que no tendremos claro en el juego si siempre estamos ahí. Pero ¡Creedme! Siempre estaremos ahí.

Thank Goodness You’re Here es una aventura multiobjetivo, algo que sus creadores han definido como un ‘slapformer’. O sea, un ‘tortaformas’. Porque lo que vamos a hacer es movernos, explorar ¡Y repartir golpes además de saltar mucho!

Es que solo tenemos dos botones de juego directo, saltar y soltar guantazos. Eso vertebra toda la jugabilidad, junto a explorar el bucólico, enfermo, sucio, y desgraciado pueblo de Barnsworth. Y es un sitio rebosante de vida y movimiento.

Tras una introducción combinada de animación y ‘gameplay’, llegamos a ese pueblo británico porque los productos de nuestra empresa son muy valorados allá. No nos reciben, hay que hacer tiempo, y vamos a hacerlo, siendo el elemento externo que mueva las actividades de este maldito pueblo de las narices.

Es que el puñetero nombre del juego te dice lo que vas a hacer durante dos-tres horas: Thank Goodness You’re Here es un juego de recadero.

O sea, ¿y por qué no? Pasa que durante todo el juego solo tendremos dos botones de acción: salto… ¡Y repartir leña! Ah, pero entra en juego las situaciones y los momentos.

Jugablemente es básico, accesible y directo. Yo me he pasado todo el juego, en sus momentos abiertos, saltando y con el botón de golpear como un poseso. Porque este juego combina un impresionante apartado visual, una historia sencilla, pero con un guion muy retorcido, con gameplay básico y efectivo.

Lo que nos dice Thank Goodness You’re Here es que seremos un recadero continuo, en entornos abiertos, otros 2D, minijuegos, y plataformas, en escenarios conectados donde nuestras acciones modifican el pueblo poco a poco.

Te viene a la cabeza/me viene a la cabeza, ese «programa» emitido en South Park donde Russell Crowe se zurraba a lo largo del mundo. Porque nuestra forma de interactuar es soltar guantazos ¿Que más da que seamos un enano calvo cabezón? ¡Veremos como rompemos de todo y hacemos daño a la gente!

Y así, resolvemos sus problemas.

Básicamente Thank Goodness You’re Here es un juego de saltar e interactuar. Y es agradecido que no sea algo limitado y guiado… que hay guía. Pero recorremos las diferentes zonas de ‘pueblo-mierda’ haciendo cosas, combinando escenarios semi-360º , secciones cerradas, plataformas 2D, minijuegos…

Sinceramente, el juego es muy subjetivo para cada cual. Como pasa siempre con estos juegos donde lo importante es seguir una historia, cada individuo se tomará el viaje de cada forma. A mi me ha encantado, he disfrutado, me he emocionado, he sentido asco y repulsión, y he conectado con la gente.

El trabajo de diseño, dibujo y animación es lo más grande del juego. Por eso he enlazado el tráiler de primeras, porque por las capturas mucha gente va a pensar en ‘animación flash’ ¡Y NO! Es genial la vida que transmite el juego, movimiento, entornos, cambios, esas situaciones, interacción…

El guion tiene una calidad de ‘televisión’ en sus situaciones y diálogos. El trabajo de doblaje <solo en inglés> es muy profesional. Y con la proyección del juego ya no es que haya subtítulos en español, además se agradece algo tan básico -pero que se pasa mucho por alto- de ofrecer tamaño de subtítulos. Claro que siendo un juego tan británico, lo que se oye a lo que se lee, pues no siempre cuadra. Yo agradezco esos diálogos con segundas y terceras lecturas anglosajonas, pero no las reflejarán los subtítulos en español.

Así, en unas dos horas y algo habremos disfrutado de una aventura animada, que realmente ofrece mucho más que avanzar y leñar. Hay 36 logros desbloqueables, por todo lo que podemos hacer e interactuar durante el juego.

Y cuando lo terminas no hay selector de capítulos, no. Empezamos el juego de cero, buscando probar nuevas cosas. Volver a Barnsworth a hacer, o no hacer, y completar todo, todo, todo, todo.

¡Lanzo reminiscencias! Porque por músculo artístico y animación, allá tuvimos hace dos años Lost in Play. «Videojuegos de animación». Aquella, una aventura gráfica apañada. Este, un juego de saltar y soltar leña, haciendo la vida en Bransworth más fácil para sus lugareños.

Porque lo dice el juego, Thank Goodnes You’re Here.