Otro día más, otro juego de cartas. Pero el de hoy viene con ciertas peculiaridades. Se trata también de un juego de estrategia, y nos propone una ambientación nórdica. Pero sobre todo, los creadores de Mind Scanners nos ofrecen un verdadero reto. Se trata de un juego difícil y largo, y tenéis una demo para comprobarlo. Nunca suelo hacer tanto hincapié en este asunto, pero Death Howl es un rival difícil de batir.
Death Howl es un juego de cartas y estrategia con cuadrícula. Gestionar recursos, farmear cartas y descubrir secretos serán actividades que haremos de forma constante en este título. Nuestra protagonista ha perdido a un hijo y se adentrará en el mundo de los espíritus para intentar recuperarlo. La historia se lleva a cabo a través de flashbacks y merece la pena prestar atención. No solo es un hilo conductor, es algo más profundo. Se tratan temas como la pérdida y cómo sobrellevarla. Tampoco es la panacea en este aspecto, pero sí que es más elaborado que la media de juegos de cartas.
Una vez nos encontramos con los primeros espíritus, veremos cómo funciona el combate. Unos pocos puntos de acción que debemos de repartir entre movimiento y cartas. Casi siempre mendigaremos puntos de acción, y este es uno de los grandes logros del juego. La economía de acciones es importantísima, y sufriremos en consecuencia. Muchas veces nos veremos superados por los combates, y tendremos que repetir más de uno para poder avanzar.

Hay una buena variedad de enemigos y de cartas. Entre los primeros, algunos nos dispararán, otros se acercarán cuerpo a cuerpo, nos harán contraataques, nos envenenarán y mucho más. Dado que se trata de un juego largo, veremos cierta repetición de enemigos, pero no será la tónica habitual. Si hablamos de cartas, más de lo mismo; podremos montar diferentes estrategias, como descarte, veneno, sacrificio y varios más. Death Howl ofrece mucho contenido, quizás demasiado.
Una peculiaridad de este título es cómo nos obliga a usar las cartas. Personalmente, cuando una combinación me gusta, intento usarla siempre. En Death Howl, el mapa está dividido por zonas, y las cartas van asociadas a esa zona. Si salimos de ella e intentamos usar cartas de otra zona, nos costarán un punto de acción más. Esto será suficiente para que cambiemos de estrategia y usemos otras cartas. Cada zona tiene también unos poderes que iremos desbloqueando.
Esos poderes los desbloqueamos matando enemigos y usando sus almas para conseguir puntos de sangre. No he tenido sensación de que haya que pasar tiempo farmeando, pero es importante saber cuando retirarse; si te mueres, pierdes los puntos conseguidos, pero si descansamos los combates se reiniciarán, con un sistema de puntos de guardado al más puro estilo Dark Souls. Mejorar el personaje es fundamental para sobrevivir a las zonas, e incluso con ello nos costará.

Además de usar esas almas para desbloquear puntos de sangre, también las usaremos para desbloquear cartas. Tendremos que tener suficientes almas y materiales, que encontraremos por el mundo. En cada zona deberemos explorar y patear para poder tener materiales suficientes. Las habilidades del párrafo anterior son opcionales, pero las cartas son totalmente necesarias para poder ganar combates. En el mundo también encontraremos misiones secundarias, algunas más complicadas que otras, que nos ofrecen cartas extra y una dosis de variedad. Por último, cada una de las zonas tiene un enemigo final, muy elaborados y con mecánicas propias.
La exploración será también importante para encontrar el último de los elementos, las baratijas. Iremos desbloqueando huecos y podremos llevar hasta cuatro, que serán también importantes para tener éxito combatiendo. Encontraremos algunos por ahí, y otros haciendo las misiones secundarias. Algunos realmente útiles los conseguiremos fácilmente, y otros estarán detrás de una misión secundaria complicada. Death Howl no discrimina.
Y aún con todo esto, en Death Howl los combates van desde difíciles a realmente difíciles. Personalmente, no he sido capaz de completar el juego, aunque creo que cuando salga a la venta y haya alguna estrategia será más factible. Algunos combates requerirán repetición y otros suerte -como que un enemigo haga otro tipo de acción-. Si os apetece un reto de verdad, creo que este juego os lo ofrecerá. Además, algunas misiones y situaciones se pueden hacer un poco pesadas, creo que el juego debería de cuidar más del jugador, porque puede llegar a ser un tedio en algunas ocasiones.

Visualmente es un juego precioso, que usa el feísmo en enemigos y personajes que salen por el mundo. Es una tierra llena de espíritus moribundos, y eso no va a ser bonito. Las cartas están bien ilustradas, las animaciones tienen trabajo y todo está muy cuidado. Como punto negativo, creo que debería ser más fácil encontrar algunos puntos ocultos, sobre todo porque algunos son muy importantes para la historia. Tal y como están, hay que hacer click en muchos sitios sin parar, y creo que no aporta nada al juego que nos intentan proponer.
En resumen, Death Howl junta estrategia y cartas en una mezcla explosiva y muy complicada. No es un juego para todo el mundo, pero con paciencia y buen hacer, cumpliremos objetivos e iremos eliminando enemigos. Algunos combates son todo un disfrute, y creo que ese reto, junto a una historia elaborada, hace de este un juego especial. Simplemente, mentalizaos antes de comprarlo: vais a sufrir y es probable que no veáis el final; pero el camino es lo importante.
