Es cierto que el estudio Wales interactive no tiene un largo recorrido en el mundo de los videojuegos, pues fue fundada hace relativamente poco, en el año 2011. Sin embargo, en todos estos años ha conseguido bastante prestigio no solo como editora publicando juegos conocidos como The Bunker o Late Shift, sino también como desarrolladora independiente creando juegos entre los que se encuentran Soul Axiom, el futuro The complex o Maid of Sker, que es el juego que se pone hoy a la venta para Playstation 4, Xbox One y PC, mientras que para la versión de Switch tendremos que esperar hasta septiembre.

En Maid of Sker nos vamos a encontrar con un juego de terror en primera persona de esos que tanto abundan actualmente: nos trasladamos hasta finales del siglo XIX, cuando el joven compositor Thomas Evans recibe una carta de auxilio de su prometida Elizabeth en la que le cuenta que su padre y su tío la mantienen encerrada en el ático de la mansión Sker, un antiguo hotel perteneciente a su familia desde hace generaciones, y que tanto ellos como sus huéspedes están empezando a actuar de forma extraña. Thomas se dirige hasta el hotel en cuestión para rescatar a su prometida y desentrañar el misterio. Como podemos ver, no encontramos nada fuera de lo normal, todo se ciñe a los más clásicos clichés del género que ya hemos visto cientos de veces.

Uno de los mayores atractivos de Maid of Sker es que toma elementos de la cultura popular y de antiguas tradiciones reales para conformar su mundo. La mencionada mansión Sker existe en la realidad -aunque con un diseño muy diferente-, localizada en la región de Gales, en Reino Unido, y sobre ella pesa una buena cantidad de leyendas. Una de ellas es la historia de Elizabeth Williams, una joven que fue encerrada en una habitación de la mansión por su padre para evitar que se viese con su amado. Esta mansión y su folclore también sirvió de inspiración para un libro llamado La doncella de SkerThe Maid of Sker en inglés-, publicado en 1872 por RD Blackmore, con un nombre muy similar al del juego que nos ocupa hoy. Como se puede ver, la inspiración y similitudes con las leyendas reales son más que evidentes en el juego y así lo iremos viendo conforme vayamos avanzando.

Lo primero que me ha llamado la atención es que el juego tiene un terrible input lag en los controles, no solo a la hora de moverse por los menús sino también a la hora de manejar al personaje. Desde que movemos el stick o pulsamos algún botón tenemos un retardo de casi 1 segundo hasta que vemos la acción reflejada en pantalla, lo cual puede afectar a la jugabilidad. La verdad es que no tardaremos en acostumbrarnos a esto y luego ni le prestaremos atención, pero hubiésemos preferido que hubiese estado más pulido.

En cuanto al gameplay, Maid of Sker nos plantea un juego del habitual subgénero «mansión gigantesca con enemigo inmortal e incesante», algo que ya hemos visto en juegos como Outlast o Alien Isolation. El hotel es bastante amplio y detallado, con salas bien diferenciadas y varios pisos por explorar. A lo largo del juego tendremos que ir recogiendo llaves para ir abriendo puertas previamente cerradas para poder seguir avanzando y cumpliendo con los objetivos. También tendremos que resolver varios puzles bien planteados-pero no imposibles- para conseguir nuevos objetos.

¿Cuál es el mayor problema de esto? lo guiado de su planteamiento, pues prácticamente tendremos que seguir en todo momento el camino que el juego nos va marcando. Según vayamos jugando, veremos cómo caminos y puertas que antes estaban abiertas ahora están cerradas mágicamente para guiarnos por el único camino posible. El backtracking es más bien escaso y hasta prácticamente la recta final del juego no tendremos total libertad para movernos por el hotel a placer, y solo será para conseguir el resto de coleccionables que nos queden. Por lo tanto si alguien espera un juego con el libre albedrío de Resident Evil 1 y 2, este no es su juego.

Los huéspedes del hotel y los propios dueños harán las veces de enemigos a los que tendremos que enfrentarnos, metafóricamente hablando, porque no tendremos forma de hacerles frente de ninguna manera más que huir de ellos y evitar que nos cojan. La particularidad de estos enemigos es que son ciegos y se guiarán por el sonido para localizarnos, por lo que tendremos que caminar en cuclillas y aguantar la respiración cuando pasemos cerca de ellos para que no nos pillen. Para poder deshacernos de ellos y salir airosos, no solo podremos hacer ruido a propósito en ciertos puntos para despistarles, sino también contaremos con un artilugio de ondas sónicas -y munición muy limitada- que los dejará aturdidos temporalmente. El problema es que la IA de estos enemigos no está bien optimizada y es muy aleatoria, pues lo mismo rozamos a un enemigo al caminar sin que éste nos descubra que otro puede escuchar nuestros pasos a varios metros y viene directamente a por nosotros sin descanso, a pesar de que volvamos a escondernos y nos quedemos en silencio, lo cual acabará creando muchas situaciones y muertes injustas.

El tono del juego, tanto en su estética como en su planteamiento, me ha recordado mucho a otro de los grandes juegos de la pasada generación: Bioshock, de los cuales toma tintes de todas las entregas de la saga. Esto lo notaremos no solo en el diseño de los enemigos, similares a los splicers, sino también en la estética del hotel donde parece que el tiempo haya quedado congelado en un lugar que antes estuvo lleno de vida. La historia de Elizabeth Williams -y su físico, que descubriremos más adelante- también es muy similar al de Elizabeth Comstock de Bioshock Infinite, al igual que la música cobra una especial importancia en la trama. Como se puede notar, las inspiraciones son muy claras y difícilmente han hecho esfuerzos por ocultarlas.

El apartado gráfico nos va a ofrecer una de sombras y luces, aunque en general nos va a dejar con buenas sensaciones. Gráficamente hablando el juego se ve espectacular, con un estilo realista muy detallado que deja unas estampas muy bellas y una atmósfera inquietante, especialmente en exteriores donde nos quedaremos boquiabiertos. Lamentablemente cuenta con algunos defectos serios, pues he podido comprobar más de una vez como la cámara atraviesa las paredes y nos deja ver estancias vacías y sin texturizar, un efecto ghosting que puede resultar un poco molesto, así como varios glitches indeseados en los que los enemigos consiguen agarrarnos a través de las paredes y objetos, mandando al traste la experiencia y la coherencia de los propios enemigos.

El apartado sonoro también cobra una especial importancia, no solo porque el ruido y los efectos sonoros formen parte intrínseca de la jugabilidad, sino porque en general está muy cuidado. La música es espectacular, contando con algunas canciones populares del folclore galés y una BSO original compuesta por Gareth Lumb que se encargará de ambientar nuestro tenso recorrido por el hotel.

En definitiva, Maid of Sker deja patente que es un juego hecho con amor y cariño con una fuerte inspiración detrás, pero eso no es suficiente para crear una obra maestra. Algunos de sus fallos son palpables y nos pueden resultar una molestia, pero aun así es un juego que nos va a dejar unas sensaciones generales muy buenas y acabaremos recordándolo con cierta simpatía. Bastante recomendable si somos fan de los juegos de terror y exploración en primera persona a pesar de sus defectos.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Homerun PR