7th Sector, obra del talentoso desarrollador ruso Sergey Noskov, vio la luz por primera vez en PC en 2018, y ahora casi dos años después hace lo propio en las tres consolas actuales. Lo primero que nos llamará la atención de este juego es su enorme parecido a Inside, de Playdead, sin duda una importante inspiración para Sergey, pero que pronto, al comenzar a jugar, veremos que esta aventura narrativa basada en la resolución de puzles toma un camino parecido, pero no el mismo, y que la historia se desarrolla en un segundo plano -nunca mejor dicho- ajeno a nosotros.

Esta inspiración en Inside es un buen primer reclamo, pero no es el único, pues la ambientación del título, en un futuro cercano distópico de estética ciberpunk -¿alguien ha dicho Blade Runner?- sirve de conductor de una narrativa que va desarrollando una historia que sucede mientras avanzamos, pero ajena a nuestras acciones, como si nosotros fueramos meros espectadores del día a día y la rutina, y también de las miserias, de este mundo. Y todo esto lo disfrutaremos tomando forma de una chispa, una corriente eléctrica a primera vista, aunque no será tan simple, pues hay algo más, algo que iremos descubriendo conforme avancemos. Y en avanzar es donde reside la jugabilidad del juego, en sortear cualquier obstáculo mientras observamos en un segundo plano el mundo que nos rodea.

A pesar de la potente puesta en escena, 7th Sector es una aventura narrativa cuyo desarrollo se basa en la resolución de puzles de muy diversa índole para avanzar. Nuestra chispa sólo puede avanzar por los cables o las superficies conductoras dispuestas para ello y continuamente encontraremos el camino bloqueado. En un segundo estadio del juego, nuestra chispa podrá tomar el control de ciertos elementos robóticos o drones para poder avanzar. Centrándonos en los puzles, los encontraremos de muy diversos tipos, de habilidad, precisión, numéricos, sonoros, etc… con algunos encontraremos pistas o elementos necesarios observando el escenario donde se desarrolla, pero en muchos otros no tendremos ninguna ayuda.

Precisamente esta falta de información para entender los puzles que se nos presentan puede ser una delicia para los amantes de los retos, pero también pueda ser un problema insalvable para jugadores con menos paciencia. El número de puzles es abrumador, pues en las tres horas que dura el juego, no dejamos de resolver estas pruebas para avanzar constantemente, y si bien es cierto que algunos puzles son fáciles de interpretar y podremos sortear la zona en relativamente poco tiempo, otros son casi incomprensibles y acabaremos aporreando botones hasta que tengamos pura suerte de poder avanzar, o entrar en una dinámica de ensayo-error hasta que encontremos la solución aunque no la entendamos. En los puzles de habilidad y precisión el control algo tosco de los elementos robóticos que podemos poseer, y la lentitud de nuestra chispa puede jugarnos una mala pasada.

El apartado visual de 7th Sector es uno de sus puntos fuertes y ejerce una poderosa atracción al jugador, sobre todo si somos amantes de la ciencia ficción, y definitiva si además somos fans de la película Blade Runner del director Ridley Scott, obra de la que veremos una gran influencia en la ambientación de este futuro distópico cyberpunk, sobre todo en elementos icónicos como la noche lluviosa en la gran y gris urbe, los vehículos voladores, los elementos japoneses, y los neones iluminando por todos lados la decadencia de esta sociedad. Creado con el motor Unity, se ha conseguido una alta cota de calidad visual, y unido a su apartado artístico y ambientación tan icónica, será un reclamo perfecto para el usuario, aunque también haya sido recurrir a lo fácil y reconocible.

Respecto al apartado sonoro, la banda sonora, de tipo electrónico, acompaña bien durante la aventura, mientras se acentúa en momentos claves, pero a pesar de no estar mal, no deja de ser una mera comparsa que no destaca demasiado. Los efectos de sonido sin embargo, si destacan por el hecho de ser parte necesaria para la resolución de varios puzles, que sin el uso del sonido serían imposibles de resolver.

Esta claro que 7th Sector es una propuesta bastante interesante, y que no sólo cuenta con varios puzles interesantes, sino que sabe sacarle partido a su narrativa del entorno, y a una ambientación muy bien conseguida. Sin embargo también tiene sus claroscuros, como pueda ser un control tosco, que no siempre molesta, pero que en momentos de habilidad y precisión puede jugarnos malas pasadas, o un problema de concepción en los puzles. Este problema de la concepción es debido a la falta de información que notaremos muy a menudo, llegar al siguiente puzle y no saber que hacer será la tónica del juego, y es cierto que en ocasiones tendremos pistas en el escenario, pero otras veces tendremos que probar y probar hasta entender los pasos a seguir. Quizá esto pueda alejar al juego de un público más casual o con menos paciencia.

Siguiendo con la concepción de los puzles pero ya a título personal, la mezcla de tanto puzle distinto, algunos de ellos con resoluciones ilógicas a las que llegaremos por pura suerte, hace al juego bastante indeterminado a la hora de clasificarlo. No es algo necesariamente negativo, al fin y al cabo la variedad de situaciones, junto a la narrativa y a la ambientación mantendrán el interés las tres horas que dura el juego, pero a algunos usuarios podría agobiarles tanta diversidad, no entender a que se enfrentan y acabar pulsando botones a lo loco para que si suena la flauta, y suena a menudo, pasar al siguiente reto donde volveremos a ser tentados a repetir la jugada. A pesar de esto último, que no deja de ser una situación a la que puede enfrentarse el jugador, o no, 7th Sector tiene el suficiente interés como obra de ciencia ficción y como aventura de puzles como para darle una oportunidad.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Evolve PR