Lunactic Pixels es un estudio independiente barcelonés con experiencia en producciones para terceros. Han participado en franquicias importantes; sobre todo en la creación de cinemáticas y modelados 3D. Este pequeño equipo nos trae Alchemic Jousts, un Tower Defense divertido y simpático con algunos elementos de gestión que dan un toque de variedad agradable.
Alchemic Jousts (disponible en PlayStation 4, Steam, y Nintendo Switch) no trata de ocultar en ningún momento su origen tomando como base el juego de móviles Doodle God para expandirlo añadiendo nuevas mecánicas. El objetivo principal del juego es destruir la torre rival usando los elementales a nuestra disposición. El juego itera sobre la premisa y regla base de que la piedra gana al agua, el agua al fuego y el fuego a la piedra (piedra, papel, tijera). Con estos tres elementos básicos, más el aire, y a base de combinaciones entre ellos tendremos un juego con más profundidad de la que en principio nos pueda parecer por su aspecto.
Para conseguir el objetivo tenemos una serie de habilidades a nuestra disposición que debemos combinar. Al principio de cada misión tendremos que elegir el set de habilidades que usaremos para conseguir destruir la torre rival, dado que la cantidad de ellas disponible está limitada por un número determinado de slots. Cada vez que usamos una habilidad tenemos que esperar el tiempo de recarga para poder volver a usarla. Por lo que la estrategia no es sólo saber gestionar los recursos en el combate, si no que empieza por saber crear un set equilibrado para afrontar la misión.
En Alchemic Jousts las habilidades disponibles son de varios tipos, entre ellos elementales, hechizos, mejoras y encantamientos. En primer lugar están los elementales que son las que usaremos para dañar la torre rival. Cuando invocamos un elemental, este avanza por tierra o aire hacia la torre rival hasta que llega a ella causando daño (o recoge una bandera y vuelve a nuestra torre para puntuar). Si por el camino se topa con un elemental rival se produce un enfrentamiento automático cuyo resultado será determinado por la regla básica de los elementos que explicamos antes. Los hechizos son habilidades que provocan un efecto inmediato cuando los ejecutamos, como hacer daño en una zona o acelerar el movimiento de algunos aliados. Las mejoras son potenciadores que podemos aplicar a determinadas zonas del campo de batalla. Sólo los podemos ejecutar en zonas que controlamos y esto quiere decir que si el oponente nos roba la zona también nos roba la mejora que esté activa. De este modo ,por ejemplo, podemos acelerar la regeneración de cualquiera de los elementales en una zona que controlamos si usamos la mejora adecuada. Además tenemos otros tipos que iremos descubriendo a medida que experimentemos con las combinaciones en el laboratorio del juego.
El campo de batalla se divide en zonas que podemos controlar o perder el control, estas zonas son donde podremos aplicar las mejoras y encantamientos siempre que las controlemos. El control sobre las zonas está representado por los colores del los ladrillos del suelo, rojo o azul. Son pequeños elementos que sumados entre sí crean una amalgama de posibilidades más compleja de la que a priori podríamos intuir en un título independiente como este.
Como parte integrada en la jugabilidad, Alchemic Jousts nos propone también gestionar y crear nuevas habilidades. En total hay 180 habilidades disponibles que se desbloquean combinando siempre otras 2 habilidades existentes. Para ello tendremos que, usando la técnica de ensayo error, ir testeando combinaciones hasta que demos con alguna válida. Algunas son más intuitivas que otras. El juego nos invita a experimentar sin miedo aunque es cierto que el número de intentos es limitado. No obstante cada vez que ganamos un combate o misión acumularemos nuevos intentos al número que teníamos disponible. Las recompensas por acabar una misión dependen de la dificultad que escojamos para afrontarla de entre las tres disponibles.
El ritmo del juego es correcto y va aumentando a medida que somos capaces de gestionar potenciadores que reducen el tiempo de recuperación de las habilidades. Por momentos se puede volver casi caótico habiendo partidas realmente emocionantes donde he experimentado remontadas realmente memorables, pero también otras muy repetitivas y tediosas. Y esta es la principal pega que se le puede poner al título y es que puede hacer que tengamos la sensación de estar repitiendo lo mismo una y otra vez, además tampoco ayuda a paliarlo el jugar en el nivel difícil, donde la IA es tremendamente injusta, como si estuviese programado para sacar justo el antagonista al elemental que tú sacas todo el tiempo. El juego cuenta con una opción multijugador local que no deja de ser interesante para alargar la vida del título. No hemos podido probar la opción online del título porque la versión de Switch, que es la analizada, carece de esta opción.
Técnicamente es un juego sencillo, pulido y sin grandes alardes pero que cumple de sobra con lo que pretende, ofreciendo una interfaz clara y funcional. El estilo gráfico es simpático y casa muy bien con la propuesta del título. La música es agradable y acompaña a la acción de forma correcta. Lo que sí es cierto (versión portátil de Switch) es que los textos de los tutoriales se nos antojan muy pequeños y a veces cuesta leerlos con claridad.
Este análisis ha sido realizado con una copia cedida por Lunatic Pixels