¿Quién de nosotros no ha soñado alguna vez con ser médico, salvar heridos en accidentes y conducir una ambulancia? Seguramente sea una profesión que muchos os habréis planteado, pero para conseguirlo no hace falta estudiar cinco o seis años de carrera, es tan sencillo como conectar nuestra consola. Ambulance Life: A Paramedic Simulator, desarrollado por Aesir Interactive y distribuido por Nacon, es el juego que nos permitirá hacer todo esto y más.

En Ambulance Life encarnaremos a un joven técnico de Emergencias Sanitarias -o paramédico como lo llaman en los USA-, que se incorpora como trabajador en el hospital de la ciudad ficticia de San Pelicano y como tal, tendremos que atender todas las urgencias hospitalarias de las que vayamos recibiendo avisos.

Lo primero que nos llama la atención nada más empezar a jugar es que estamos ante un sandbox de libre recorrido, algo que siendo un juego de conducir ambulancias era bastante obvio, pero además nuestro personaje podrá moverse libremente a pie por toda la ciudad, algo innecesario ya que las únicas interacciones posibles del juego se hacen a través de la ambulancia. Si queremos recorrer el mapa andando simplemente por ver el decorado a pie de calle nada nos lo impedirá, pero no habrá nada que podamos hacer como peatones.

Las primeras misiones servirán como tutorial y nos harán dar los primeros pasos tanto en el juego como en el sector sanitario. Aunque nos irán guiando paso a paso y se repetirán varios de los pasos a lo largo de los diferentes tutoriales, es cierto que tanto por el tema que trata como por su profundidad sentiremos que son demasiadas cosas a tener en cuenta de primeras, por lo que es lógico que al final acabamos volviendo a revisitar estas misiones de práctica para que se nos acabe quedando todo.

Casi siempre seguiremos la misma estructura en cada aviso: tras llegar al lugar del suceso examinaremos a la víctima -y si es preciso la interrogaremos- para conocer su estado, tras seleccionar un diagnóstico en base a las pruebas recopiladas meteremos a la víctima en la ambulancia y la atenderemos  con unos primeros auxilios para estabilizarla, y una vez estabilizada procederemos a trasladarla al hospital más cercano. Es cierto que a veces esto queda un poco al azar y nos saca un poco del papel, ya que solo tendremos capacidad para atender y trasladar a una sola persona a la vez, lo que hace que en los accidentes con varios heridos acabe siendo una decisión personal ver a quien atendemos primero -sí, a quien se encuentre en peor estado, pero esto al juego no le importa-.

La verdad es que la variedad de accidentes y diagnósticos es bastante amplia, aunque es cierto que en las primeras misiones se acaban resolviendo casi todas igual -colocar tensiómetro, mascarilla de oxígeno y traslado hasta el hospital sin más-, será más adelante cuando se desbloqueen nuevas situaciones más complejas de tratar. De todas formas, si en algún momento no sabemos como hacer algo o como tratar una determinada situación, contaremos con una detallada enciclopedia ingame que nos explicará detalladamente lo que necesitamos para tratarlo.

Hay que avisar también de que estamos ante un juego que, por su propia temática, puede resultar psicológicamente duro debido a las situaciones que se van a recrear, especialmente si nosotros mismos tenemos a familiares o conocidos que hayan pasado por situaciones similares. Si queremos evitar esto o suavizar la cosa, en el menú del juego contaremos con una buena cantidad de opciones censuradoras como por ejemplo evitar desnudos parciales o eliminar los atropellos a personas, por ejemplo.

Una vez que hayamos completado un aviso, nos otorgarán una puntuación en base a lo bien/mal que lo hayamos hecho o el tiempo que hayamos tardado, lo cual nos dará puntos de experiencia para subir de nivel. A medida que vayamos subiendo de nivel, se irán desbloqueando elementos como nuevos tipos de misiones, más equipamiento médico e incluso nuevos distritos sanitarios, ya que la ciudad consta de tres zonas jugables.

Y una vez dicho esto, ahora nos toca hablar de la parte negativa del juego, ya que tiene sus defectos y por desgracia no son pocos. La experiencia se ve empañada por una serie de problemas tanto jugables como de rendimiento, pero diría que el principal de ellos es el nefasto control que tenemos. No es solamente que para seleccionar las opciones en los menús haya que hacerlo a través de un incómodo cursor que cuesta mucho controlar, sino que en el propio control del personaje y de la ambulancia las físicas dejan mucho que desear.

Otros de los grandes problemas se dan a causa de decisiones de diseño y bugs, lo que provoca que en algunas ocasiones el tráfico no quiera apartarse al escuchar nuestra sirena y nos mantenga retenidos un buen rato, que a la larga acabe siendo conveniente tener siempre encendida la sirena aunque no sea un traslado urgente porque de lo contrario el tráfico ni se mueve, que algunos semáforos tarden literalmente minutos en ponerse en verde o incluso que nunca lo hagan, o peor aun, que los coches decidan no avanzar aunque el semáforo esté en verde. Esperemos que el estudio acabe tomando nota de todas las quejas y ofrezca una solución, algo que todavía no ha ocurrido.

En cuanto al apartado gráfico, el uso de Unreal Engine 5 siempre es es un arma de doble filo. En manos talentosas es capaz de ser una maravilla, pero en manos inexpertas deja mucho que desear, y lamentablemente estamos ante el segundo caso. Visualmente no destaca demasiado, ya que hace bastante uso de assets predefinidos y de un estilo artístico muy genérico similar a cualquier proyecto amateur lanzado bajo dicho motor, con personajes humanos y NPCs que acaban dando más sensación de «muñeco de plástico» que de realismo.

Respecto al rendimiento, si bien gracias al Unreal Engine 5 consigue un aspecto medianamente realista -algo que se busca en un juego de emergencias médicas-, al mismo tiempo hace que tengamos un rendimiento muy irregular, con caídas de frames en bastantes ocasiones y problemas técnicos a causa del propio motor. Esto es algo que se acentúa especialmente en la versión de Xbox series S, una consola que ya se ha demostrado que puede mover Unreal Engine 5 de manera muy justa haciendo ciertas concesiones, y en este caso deja un aspecto similar a jugar a un juego de PC con la configuración gráfica puesta en bajo.

En conclusión, Ambulance Life, aun siendo divertido, tampoco es un juego que nos vaya a tener pegados a la pantalla durante horas. Es un juego que atrae de primeras especialmente por la curiosidad y el morbo de ver qué tipo de lesiones y emergencias aparecen representadas -y repito nuevamente, son bastantes-, pero una vez pasado el impacto inicial tampoco ofrece mucho más de lo visto en las primeras horas de juego. Si consiguen arreglar los problemas de rendimiento y bugs, quizás sea un juego a tener en cuenta en el género de los simuladores, aunque seguirá sin contar con un largo recorrido.