Patrice Désilets es una de las personalidades más importantes en la pasada generación de consolas. Como miembro de Ubisoft Montreal, trabajó en algunos de los juegos más famosos de la compañía, siendo su mayor logro el de ser uno de los principales creadores de la popular saga Assassin’s Creed, en la cual trabajó hasta 2010. Ahora, como líder de la desarrolladora Panache Digital Games, se atreve con su primer juego conocido como Ancestors: The Humankind odyssey, que llega a ahora a PC de forma exclusiva en la Epic store, mientras que las versiones de Playstation 4 y Xbox one saldrán más adelante.
Ancestors nos lleva hasta una época que muy pocos juegos se han atrevido a mostrar: nada menos que a los albores de la humanidad, a hace 10 millones de años cuando los primeros homínidos comenzaban su evolución para llegar a convertirse en Homo sapiens. Como miembros de una tribu de simios, tendremos que comenzar nuestro camino de autodescubrimiento y evolución para sobrevivir a los entornos hostiles que nos esperan en este periodo de la era cenozoica.
Nos encontramos principalmente ante un juego de supervivencia en el sentido más literal de la palabra. Tomando el control de uno de los simios, nuestra tarea será la de explorar e interactuar con el entorno con el objetivo de hacer a nuestros protagonistas más fuertes y resistentes a través de la experiencia y el autoaprendizaje. Contaremos con menús contextuales con los que podremos realizar acciones como prestar atención a un sonido u olor concreto para ir descubriendo elementos del escenario. De hecho, cuanto más lo hagamos, más información obtendremos y más mejoraran nuestro sentidos.
Hay que decir que estamos ante un juego con una curva de aprendizaje bastante dura. Tras una breve cinemática inicial en la que un simio y una cría son atacados por un ave salvaje, no tardaremos en tomar el control del pequeño y comenzar a explorar por nuestra cuenta. No nos explican demasiado salvo algunas cosas básicas para sobrevivir en primera instancia, pero todo pasa tan rápido y tan atropellado que no nos dará tiempo a asimilar lo que ocurre y nos sentiremos muy perdidos. Es cierto que en el menú de pausa contaremos con una detallada enciclopedia con todas las acciones que podemos realizar y muchos consejos útiles, pero es demasiada información para asimilar de primeras y lo único que hará será que nos sintamos aún más abrumados, siendo conveniente no echarle un vistazo hasta que hayamos jugado un buen rato y nos hayamos hecho al menos a las mecánicas iniciales.
Lo de supervivencia no es algo gratuito, de hecho, resumiéndolo mucho, se podría decir que todo en el juego representa una amenaza para nuestros simios. En primer lugar nos referimos por supuesto a los depredadores que habitan en la selva, ya sea en forma de serpientes, jabalís o incluso tigres y caimanes, los cuales aprovecharán la mínima ocasión para utilizarnos de merienda. Pero no solo los depredadores suponen una amenaza, ya que algunos frutos y plantas también podrían ser venenosos y acabar con nosotros poco a poco, cosa que solo podremos descubrir mediante el ensayo y error. Por último y no por ello menos importante, nuestra propia habilidad con el mando también supone un peligro, ya que una mala caída desde una altura no deseada puede acabar con nuestra vida. Llevando el realismo y la fidelidad por bandera, cosa que ya indican al principio del juego, Ancestors no se corta en mostrar muertes violentas y animaciones que nos harán pasarlo igual de mal que nuestros personajes -admito que algunas de las muertes y situaciones me han llegado a impactar-, pero así es el mundo real y así es como nos lo han querido mostrar.
Como mencioné anteriormente, la única manera de avanzar será mediante la exploración y la interacción con todo. Cuanto más usemos nuestros sentidos, nos alimentemos de un determinado fruto o utilicemos objetos, más irán mejorando nuestras habilidades y más eficaz será nuestro cerebro. Realmente está muy lograda la sensación de ir descubriendo cosas al mismo tiempo que nuestros protagonistas y saber hasta donde se puede llegar, de manera que por ejemplo un simple palo puede acabar convirtiéndose en una lanza afilada o en una palanca si tenemos un poco de maña y encontramos la manera correcta de hacerlo. Sin embargo, cuanto más juguemos más sensación de estancamiento iremos sintiendo, ya que la forma de mejorar se basa principalmente en hacer lo mismo una y otra vez en las mismas tareas repetitivas que se prolongan desde el principio hasta el final de nuestra aventura.
Contamos con dos maneras de hacer evolucionar a nuestros simios: la primera es el refuerzo neuronal, mediante el cual nuestro cerebro irá aumentando su capacidad de aprendizaje y reacción cuanto más interactuemos con el entorno y nuevos elementos descubramos. La segunda forma es mediante línea de sucesión, lo que hará que una vez que tengamos descendencia, estas crías nazcan con algunas habilidades e instintos mejorados de serie que provienen de sus progenitores. Todo esto lo haremos mediante un árbol de habilidades en el que iremos desbloqueando mejoras para nuestros personajes, utilizando para ello la energía acumulada en nuestras exploraciones. A medida que vayamos consiguiendo mejoras, estas se aplican automáticamente a todos los miembros de la tribu por igual, sin ser necesario que cada uno de los personajes tenga que aprenderlo todo por separado y facilitando bastante la evolución.
La meta del juego no es otra que ir avanzando a través de las diferentes épocas y evolucionando a nuestra especie desde los 10.000.000 de años iniciales hasta los 2.000.000 de años que representa el máximo alcanzable. Para conseguir esto, debemos mantener con vida a todos los miembros de nuestra tribu y conseguir llegar hasta el final. No contamos con un único protagonista, ya que cuando esté muere -ya sea por lesiones o por muerte natural- tomaremos el control de nuevo simio y así sucesivamente. Sin embargo si todos nuestros personajes son exterminados, la partida llegará a su fin y nos tocará empezar de cero. Para solventar esto en cierta manera, a medida que vayamos desbloqueando nuevas regiones y razas podremos comenzar la siguiente partida seleccionando cualquiera de ellas, lo que hace que no se haga tan monótono.
Entrando ya de lleno en el apartado gráfico, hay que decir que no es uno de sus puntos fuertes, ya que a pesar de estar desarrollado en Unreal Engine, los modelados de los personajes flojean un poco y algunas mecánicas no están del todo bien pulidas. Esto se nota especialmente en el tema de la cámara, ya que debido a la alta densidad de follaje y vegetación, en muchas ocasiones nos costará ver lo que tenemos más adelante, obligándonos a realizar «saltos de fe» a la hora de caer desde cierta altura y balancearnos en ramas, lo que puede desembocar en algún hueso roto o -en el peor de los casos- la muerte
en el apartado sonoro sin embargo se da el caso contrario, ya que el sonido toma un papel activo en la propia jugabilidad. A la hora de realizar acciones y utilizar herramientas, habrá que realizar un pequeño QTE justo a tiempo para tener éxito, pero este QTE no se representa de forma visual con botones en la pantalla sino en forma de gruñido de nuestro protagonista qué nos indicará en qué momento debemos pulsar el botón. Las melodías por su parte son destacables pero sin alardes, con una temática muy inspirada en la jungla y en lo tribal, aunque tampoco es que sean abundantes y no llegan a ser molestas.
Finalizando ya, hay que decir que Ancestors: The Humankind Odyssey es una propuesta muy original y arriesgada que quizás no sea para todo el mundo, dirigida más bien a un público muy concreto fuera de todo el mainstream actual. Patrice Désilets ha querido plasmar sus propias ideas en un juego prácticamente de autor que, si bien tiene muy buenas intenciones, no llega a ser todo lo bueno que podría haber sido. Sin embargo, queda abierta la puerta para desarrollar futuros juegos similares que nos lleve a otras épocas, esperemos que la próxima vez con un mejor resultado y con mayor experiencia.
Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Best Vision PR
