Hoy voy a hablaros de un remaster un poco inesperado, Blades of Time. A estas alturas, el concepto remaster lo tendríamos que tener bastante interiorizado. Parece que tímidamente desde la generación anterior, y ya totalmente implantado en la generación actual, el mercado de los videojuegos ha ido aceptando esta nueva forma de recuperar juegos antiguos, y no tan antiguos, con pequeñas mejoras técnicas y adaptados a máquinas más actuales. Una forma de recuperar juegos comercialmente extintos, y también un negocio, para que nos vamos a engañar, para dar una segunda vida comercial a estos juegos gracias a la prácticamente nula retrocompatibilidad de los sistemas actuales, salvando por supuesto al PC, y quizá un poco a Xbox One aunque su lista de retrocompatibilidad deja mucho catálogo de Xbox 360 sin cubrir.

La remasterización de Blades of Time es una sorpresa, y no en el sentido positivo de la expresión, sino porque es difícil de entender la elección de este título para ser lanzado en 2019, cuando ya en su día pasó bastante desapercibido. También porque en la plataforma donde se esta re-lanzando, Nintendo Switch, hablar de remasterización quizá es generoso, y parecería más que estamos manejando un port del original. Sin embargo, puede que no sea una mala idea del todo, ya que debido a que el género del hack ‘n slash no está tan extendido en la consola, con permiso de ambos Bayonetta, y del próximo remaster del primer Devil May Cry, y que el precio no es muy elevado, quizá Blades of Time encuentre su público y sirva de aperitivo a los fans del género mientras llega Bayonetta 3.

Sea como fuere, Blades of Time es un hack ‘n slash que salió a la venta en 2012 para Xbox 360, PlayStation 3, y Steam. El juego fue acogido con críticas y ventas muy discretas, donde lo más destacable fue su apartado jugable, su protagonista descocada, y ser el sucesor espiritual de X-Blades, un juego de 2009 que no fue distribuido ni en España.

 

 

Blades of Time nos cuenta la historia de Ayumi, una cazadora de tesoros que encuentra el camino a un mundo perdido e inhóspito llamado Dragonland en el que una vez allí, tendremos que encontrar la forma de escapar con el mayor botín posible, para ello contaremos con la ayuda y colaboración de Zero. Una historia simple, demasiado, que poco interés nos generará, si es que lo hace, y que avanzará como mera comparsa por derroteros políticos sin mucho interés y que no levantarán el ritmo general en ningún momento. Así era en 2012, y así sigue, simplemente para acompañar a la acción y poco más.

Y hablando de la acción, aquí viene lo más sorprendente del juego, pues ante tanta desidia en general, es de buen recibo encontrarse una parte jugable que sorprenda por su variedad y versatilidad. Ayumi dispondrá en su haber más de 40 acciones entre ataques especiales con sus katanas, combos, bloqueos, evasiones, o ataques con armas de fuego a distancia. Pero es cuerpo a cuerpo donde desarrollaremos nuestro potencial, con un desarrollo de habilidades acertado que nos sorprenderá ante los otros apartados del juego, y donde además de los ataques especiales y la gran cantidad de combos, también tendremos como seña propia un dash para acercarnos a los enemigos rápidamente y un remate para finalizar los combos.

Pero todavía hay una mecánica más que es necesario explicar y que dan título a la obra, las espadas del tiempo. Básicamente nos permitirán volver atrás en el tiempo unos instantes, como si el Prince of Persia: Las arenas del tiempo fuera, pero en lugar de hacerlo para evitar una caída, aquí nos permitirán crear un reflejo nuestro que hará la acción que acabábamos de hacer mientras nosotros podremos hacer otras cosas. Esta mecánica se usa para algunos puzles más bien escasos, y para ciertos combates donde necesitaremos más fuerza de la que Ayumi por si misma pueda disponer, incluso tendremos que crear varios clones para los puzles más complejos, sin embargo la mecánica esta bastante desaprovechada a pesar de dar nombre al juego.

 

 

En el apartado técnico y artístico de Blades of Time volvemos al tono general del juego, agridulce. Si bien hay cierta variedad de localizaciones, el juego es bastante ocre, con algunas texturas que no son eran dignas ni siquiera en 2012, y un rendimiento aceptable, que no bueno en el modo dock, y caídas pronunciadas de frame rate en el modo portátil, lo cual es una lástima, porque el juego no es tan exigente. Lo más espectacular son los efectos visuales, sobre todo en el combate y cuando creamos y usamos nuestro clones, pero que no brillan como deberían por un apartado artístico un poco gris. Quizá la excepción sean los enemigos, variados, bien diseñados, y técnicamente trabajados que ponen contrapunto a escenarios bastante genéricos.

En el apartado sonoro nos quedamos igual, alguna pista un poco más épica, pero de las que no se te quedan, y el resto, melodías para acompañar la acción. Funciona, pero no destacan en nada especial que haga al juego mejor. Los efectos de sonido sí están bien, sentiremos la contundencia de nuestros golpes, los sonidos de nuestras espadas, y estarán sobre todo enfocados en los sonidos de los combates en detrimentos de los del escenario, donde son menos abundantes, pero suficientes.

 

 

En conclusión, es difícil entender el atractivo de traer Blades of Time a nuestros días, fue una obra que pasó desapercibida en su día, y va a correr el mismo destino. La propuesta es interesante, pero tiene demasiados puntos oscuros en varios de sus apartados, como un argumento sin interés alguno, unos escenarios poco atractivos, una curva de dificultad cuestionable, con algún pico que no entiendo, y un apartado técnico y artístico ramplón, con problemas de rendimiento contrastado en el modo portátil, y leves en el modo dock.

Sin embargo también cuenta a su favor con una jugabilidad bastante bien llevada, con multitud de acciones entre ataques, bloqueos, esquivas y retroceso del tiempo, un desarrollo constante de estas habilidades que enriquecerá el combate y lo hacen divertido, y una enorme cantidad de enemigos que nos darán una aventura de aproximadamente 15 horas, una duración elevada para el género, pero que podría volverse un arma de doble filo, pues durante esas horas el argumento no nos va a acompañar, y lo único que nos retendrá al mando será el combate a riesgo de que nos cansemos de él.

De todas formas, y debido a su precio reducido, 19,99€ en la eShop, si somos amantes del género hack ‘n slash, en su día no jugamos a este juego, y la espera a la tercera entrega de la bruja se nos está haciendo cuesta arriba, la sexy Ayumi nos puede hacer compañía por unas horas, a pesar de lo mal que suena esto.

 

 

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Gaijin Entertainment Group