Cuando el Team Reptile, el estudio holandés detrás de Bomb Rush Cyberfunk, definió su último título como una secuela espiritual de Jet Set Radio no podíamos imaginar como de serio se lo estaban tomando, hasta el punto que si le cambiásemos el nombre y le pusiéramos detrás un 3, nadie discutiría el juego como un más que digno sucesor. Todo lo que vemos, jugamos, y oímos nos recordará a la franquicia de Sega, unas cosas al primer juego y otras a su secuela Future, pero sin duda las similitudes no son una casualidad y se nota como el Team Reptile ha capturado todo el flow de Jet Set Radio y lo han sabido insuflar en Bomb Rush Cyberfunk.
Al estudio Team Reptile ya se le había visto las buenas formas en sus dos trabajos previos, Lethal League y Megabyte Punch donde un cuidadísimo apartado artístico y diseño ya apuntaba maneras a lo que Bomb Rush Cyberfunk nos ha acabado ofreciendo. Es imposible no referenciar continuamente a Jet Set Radio, porque es innegable que es la base de partida del título que nos ocupa, pero es justo decir que también se han implementado algunos sistemas bien diferenciados al del título de Sega como el de la puntuación, que ha cambiado su funcionamiento radicalmente y es imprescindible comprender como funciona para avanzar en la aventura, aunque volveremos a esto más adelante.
Estamos en New Amsterdam, una ciudad dominada por bandas de grafiteros en constante conflicto por la pugna de los diferentes territorios en los que se divide la ciudad y con la policía como enemigo común. Nuestro protagonista se llama Faux y es uno de los mejores grafiteros de la ciudad, pero se encuentra atrapado en dependencias policiales hasta que con la ayuda de Tryce se le presenta la oportunidad de escapar. Tryce, líder de la banda Bomb Rush Crew, promete ayudarnos a escapar a cambio de que nos unamos a su banda, lo que sin dudas aceptamos, y casi conseguimos escapar si no fuera porque en el último momento aparece el misterioso DJ Cyber y nos corta la cabeza.
Al despertar descubrimos que en cierto modo seguimos vivos, aunque ya no somos Faux, sino el cuerpo de Faux con una cabeza robótica llamada Red. Tryce que recuperó nuestro cuerpo y nos instaló la cabeza robótica nos presenta a Bel y nos recuerda nuestro trato para unirnos a su banda y luchar por el control de la ciudad a la vez que intentamos recuperar la cabeza de Faux que sigue viva y en propiedad de DJ Cyber. Aquí comienza la conquista de New Amsterdam después de la primera toma en contacto al escapar de la policía y de la práctica de los movimientos básicos en el propio territorio de nuestra banda.
La aventura se desarrollará conquistando los territorios de las bandas rivales, para ello llegaremos a dicha zona y tendremos que gamberrear un rato como mejor sabemos, grindeando y pintando grafitis por doquier, especialmente sobre los de la banda contraria. Llegado el momento nos las tendremos que ver con los miembros de la banda, sin olvidar el acoso de la policía, y finalmente retaremos a los enemigos para hacernos con su territorio. Antes de pasar al siguiente territorio, jugaremos un nivel dentro de los pensamientos de Red con una estructura más plataformera y una apariencia bastante psicodélica. Durante la aventura podremos usar también a Tryce y a Bel -y a otros personajes desbloqueables-, cada uno con sus propios movimientos, siempre que acudamos a un punto de baile.
Hay que explicar como ya dijimos al comienzo el nuevo sistema de puntuación, el cual debemos de entender para poder ganar los enfrentamientos por el territorio rival. En lugar del método tradicional de hacer acrobacias para aumentar la puntuación, aquí la puntuación aumenta conforme más distancia nos mantengamos grindeando y mejor sepamos encadenar largos recorridos ya sea con cambios de dirección, o pasando a otras estructuras donde seguir grindeando sin perder el multiplicador con la peculiaridad de que si pasamos más de una vez grindeando por la misma estructura no aumentará la puntuación por lo que hay que intentar hacerse una idea del mejor recorrido a realizar para optimizar la puntuación. Además en los escenarios tendremos coleccionables colocados a modo de tener que conseguirlos mientras grindeamos.
Audiovisualmente Bomb Rush Cyberfunk es puro Jet Set Radio. Sabe capturar la estética del juego de Sega a la perfección pareciendo realmente una continuación de esta. Ya no es solo el cel shading cuya aplicación a los videojuegos Jet Set Radio estandarizó, es que la banda sonora con temas de estilo dance, funk, hip-hop y house nos da las mismas vibraciones que la del juego de Smilebit nos ofreció en Dreamcast. Además para la ocasión, Hideki Naganuma -compositor de Jet Set Radio y Jet Set Radio Future- ha compuesto tres temas de un altísimo nivel. Hay que destacar que en la versión de Nintendo Switch que es la que estamos reseñando podemos desbloquear el framerate -bloqueado inicialmente a 30 fps- para ganar rendimiento a costa eso si, de cierta inestabilidad, aunque es bastante llevable.
Es evidente que Bomb Rush Cyberfunk es un digno sucesor espiritual de Jet Set Radio, pero también es cierto que hay varios elementos mejorables como su historia, bastante simple y poco desarrollada, lo poco que arriesga en cuanto a mecánicas y situaciones -más allá de la nueva forma de puntuar-, y el combate, que con diferencia es el apartado más mejorable al no presentar contundencia alguna y no saber si estamos golpeando a un policía o al aire. A pesar de estos puntos mejorables, Bomb Rush Cyberfunk es un juego totalmente recomendable, tanto para los que disfrutaron en su día con Jet Set Radio como por el público en general, el juego tiene mucho flow y muy buenas vibes.