El estudio polaco Thing Trunk ha decidido comenzar un curioso proyecto bajo el nombre de «Return 2 Games», con el cual pretenden hacer sus propias versiones de juegos que tuvieron bastante éxito en la década de los 90. Sus planes pasan por crear una serie de 7 juegos diferentes -conocidos como libros– ambientados todos dentro del mismo universo, a razón de nuevo juego cada dos años aproximadamente. Y para comenzar dicha aventura, su carta de presentación es el espectacular libro de los demonios, Book of Demons.

Book of Demons es un sencillo RPG occidental de vista isométrica de los de toda la vida, de los de barra de salud y mana, en el cual podemos escoger una serie de protagonistas diferentes con distintas habilidades y enfrentarnos a una serie de mazmorras hasta llegar al jefe final. Imagino que a estas alturas ya podéis suponer a que juego pretende homenajear: exacto, a Diablo, el famoso juego de Blizzard lanzado en 1996 que supuso toda una revolución en el género.

Aunque normalmente en este tipo de juegos el lore está plagado de mitología y sucesos destacables, aquí la historia es casi anecdótica y sirve como simple excusa para empezar a jugar: en una pequeña aldea del papelverso -ahora profundizamos en este concepto-, el párroco local ha desaparecido y nadie sabe dónde está, coincidiendo además con la aparición de todo tipo de monstruos y criaturas horribles que están empezando a poblar la tierra. Como buenos guerreros buscavidas y experimentados que somos, nos toca a nosotros solucionarles el problema a esa pobre gente.

Volviendo al tema del papelverso, recibe ese nombre por una sencilla razón: todo en el juego está hecho de papel. Tanto los diseños de personajes y criaturas como los escenarios lucen como si fuesen maquetas recortables, lo que le da un toque original y desenfadado al juego. Aunque lo veamos en vista isométrica y todo parezca diseñado en 3D, desde el estudio aseguran que el juego ha sido realizado enteramente bajo un motor gráfico 2D y no hay ningún elemento tridimensional -a excepción de algunos efectos gráficos e iluminación-, lo cual tiene aún más mérito si cabe.

Si tuviese que definir Book of Demons con dos palabras las tendría muy claras: comodidad y adaptabilidad. El juego ha sido diseñado para ofrecer la experiencia más cómoda posible para el jugador, tanto los menús como los controles son muy intuitivos y le pillaremos el truco enseguida, no hay teclas de difícil acceso ni situaciones injustas por culpa de la cámara. El manejo es tan simple que incluso se puede jugar únicamente con el ratón, aunque lo recomendable es utilizar también el teclado. Además todo en pantalla se mueve con una suavidad y una fluidez pasmosas, sin tiempos de cargas ni caídas de frames.

La adaptabilidad es otra de las grandes características de esta obra. El juego cuenta con multitud de opciones para adaptarse a todo tipo de público, tanto novatos como experimentados, así como ocasionales o de largas sesiones gracias a la nueva opción de Flexiscope. Una vez completado el primer nivel se desbloqueará el sistema flexiscope, con el cual podremos elegir la duración y la dificultad de la próxima mazmorra, de manera que tanto si solo disponemos de 10 minutos libres como si tenemos varias horas, podremos escoger lo que más se adecue a nuestras necesidades en ese momento.

Book of Demons no es un RPG normal y corriente, y por lo tanto su jugabilidad tampoco lo es. Nuestra tarea será ir descendiendo a través de una serie de mazmorras generadas proceduralmente hasta llegar al boss final. Nos moveremos a través de una serie de caminos prefijados que podremos recorrer hacia delante o hacia atrás cuando queramos, lo cual no impide que haya estancias para explorar a fondo. Por el camino nos iremos encontrando con enemigos a los que tenemos que ir derrotando haciendo click sobre ellos.

En la parte del roleo tampoco se parece a nada que hayamos visto, ya que nuestro personaje no tiene puntos de stats ni se le pueden subir de ninguna manera -excepto la salud y el mana-, por lo que es prácticamente lo mismo estar a nivel 1 que a nivel 30. Los enemigos tienen una barra de corazones que, dependiendo del tipo de monstruo, vaciaremos con más o menos facilidad simplemente atacando con el ratón. A veces basta con atacar directamente y otras veces debemos romper sus defensas para poder hacerle daño, pero sea como sea a los enemigos de las ultimas mazmorras se les puede matar de la misma forma que los de las primeras, aunque eso no quiere decir que no se hagan más fuertes y peligrosos.

¿Un juego de rol sin rol? ¿y entonces como derrotamos a los enemigos más fuertes y mejoramos a nuestro protagonista? pues mediante un sistema de cartas. Durante nuestra travesía iremos consiguiendo una serie de cartas coleccionables al derrotar enemigos o buscar en vasijas y cofres, las cuales nos darán diferentes habilidades que nos facilitarán un poco las cosas. Estas cartas van desde habilidades pasivas hasta armas secundarias, así como magias elementales o nuevas acciones. A lo largo del juego iremos desbloqueando -previo pago- nuevas ranuras para poder equipar más cartas hasta un máximo de 10, pero no podemos equiparnos todas las que queramos ya que todo depende de nuestra cantidad de mana disponible. Cada clase diferente que podemos escoger -guerrero, arquera y mago- tiene sus propias cartas exclusivas, aunque algunas son comunes en los tres.

Entre mazmorra y mazmorra podremos visitar el pueblo, que es simplemente una pantalla estática con una serie de personajes con los que podemos interactuar. Este pueblo nos sirve como base de operaciones donde podremos curarnos, mejorar y equipar cartas -esto último también podremos hacerlo en mitad del combate-, consultar el bestiario y varias cosas más. Un detalle curioso es que cuando subimos de nivel nos dan un punto de habilidad que debemos repartir entre salud o mana, sin embargo la opción no escogida no se queda sin subir, en su lugar la tabernera se queda ese punto sobrante y si queremos recuperarlo debemos pagarle una buena cantidad de dinero, al igual que ocurre con los tesoros que conseguimos de los jefes finales.

En algunos aspectos copia algunas mecánicas del siempre inspirador Dark Souls: cuando morimos perdemos todas nuestras cartas equipadas y nuestro dinero, pero si regresamos al lugar donde caímos y tocamos nuestra lápida podremos recuperarlas de nuevo. La muerte no es algo por lo que realmente preocuparse, ya que en general es un juego bastante fácil y no tendremos problemas, aunque en ocasiones el número de enemigos y efectos gráficos en pantalla es tan grande y nos rodean todos a la vez que cuesta mucho saber que está sucediendo y es difícil escapar a un lugar seguro.

Algo que sabe hacer muy bien Book of Demons es contentar a todo tipo de público. Si nunca has tocado un juego de estos en tu vida como si devoras todo RPG que cae en tus manos, este juego te dejará satisfecho. Gracias a sus diferentes niveles de dificultad es un juego perfecto para iniciarse en el género o para convertirlo en tu próximo desafío. Y si eres de los que le van las emociones fuertes, contamos con un modo de muerte permanente en el que si morimos nuestra partida será borrada y seremos obligados a empezar de nuevo. Completar la historia principal puede llevarnos unas 12 horas, pero si queremos rejugarlo con el resto de personajes, completar el resto de dificultades y conseguir y mejorar todas las cartas, dicha cifra se puede multiplicar por 10 perfectamente.

Respecto al sonido, contamos con una BSO compuesta por Pawel Blaszczak, todo un veterano que ya ha creado temas para sagas tan conocidas como The Witcher o Call of Juarez entre otras. Nos encontramos melodías de todo tipo que ambientan perfectamente nuestros paseos por las mazmorras. En cuanto el doblaje, a pesar de se encuentra en inglés con subtítulos en español, nos sorprenderá con sus ingeniosas narraciones en verso y algunas referencias a la cultura popular -la canción de los «créditos» finales seguro que os provocará una sonrisa- .

Book of Demons es una excelente opera prima con pocos puntos negro en su haber. Su sencillez y su configuración de partidas lo convierten en un juego muy recomendable para los que quieren adentrarse en el mundo del rol. Quizás su mayor pega es que los más experimentados en el género pueden encontrarlo muy fácil incluso en las dificultades más altas, pero eso no quita que siga siendo un reto bastante complicado. Tras este primer juego, estamos deseando ver como Thing Trunk nos sorprende con el resto de entregas del papelverso y a que juegos homenajearán en el futuro.


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Evolve PR