La realidad virtual nos ofrece la posibilidad de proponer escenarios que antes eran impensables. De ofrecer una inmersión nunca antes vivida incluso con juegos de presupuesto medio, independientemente de sus gráficos. O, como en el caso de Covert, añadir a eso una experiencia cooperativa totalmente inmersiva. Los chicos de White ELK nos traen, hace un año para Oculus Quest, y ahora en su versión PSVR, un juego en el que nuestro objetivo como ladrones será realizar una serie de golpes. Pero donde la principal habilidad del jugador no tendrá que ser su puntería, o sus dotes de sigilo, sino su comunicación y compenetración. Porque todo ladrón que se precie hoy en día, tiene un hacker detrás.

Todo empieza con un simple golpe en un museo. ¿Simple? Ya veremos.

El juego empieza en mitad de un golpe a un museo. Tenemos que hacernos con una reliquia muy valorada en el mercado por petición de una cliente. Pero enseguida llegamos a un vacío imposible de saltar, con una plataforma de carga al otro lado. ¿Se ha acabado el encargo? ¡Para nada! Para eso habíamos contactado con un hacker que, desde la seguridad de su emplazamiento, podrá acercarnos la plataforma y así conseguir llevarnos al otro lado. Y así comenzará una aventura en la que el ladrón se dedicará a pasar desapercibido por distintas instalaciones con la ayuda del hacker, que podrá distraer guardias, apagar cámaras de seguridad, desactivar -temporalmente- láseres o focos…

¿Recordáis aquellas películas donde el héroe siempre está acompañado de un equipo informático detrás? Con Covert, ahora más que nunca, puedes llevar esa sensación a tu Oculus o consola.

La vista del ladrón será esta…

Si bien es un juego para dos jugadores, no jugarán los dos en la consola. El ladrón utilizará los cascos de realidad virtual, y el hacker se conectará al sistema mediante una aplicación que está disponible gratis para iOS o Android. Este segundo jugador podrá ver los mapas de los niveles desde una perspectiva isométrica o cenital, además de a los guardias u otros elementos del nivel, y reaccionar ante ellos.

La comunicación entre hacker y ladrón, y entre ladrón y hacker, será fundamental. Se estarán intercambiando feedback constantemente. Como ejemplo, el hacker siempre tendrá en pantalla la posición de los enemigos, por lo que podrá indicarle al ladrón cuando es seguro moverse. O, por el contrario, el ladrón podrá indicarle al hacker cuando está preparado para que este desactive los láseres. O habrán botones que requerirán de la coordinación de los dos jugadores para pasar. Y así podríamos añadir multitud de ejemplos en una vertiente cooperativa que está muy conseguida.

…y esta será la vista del hacker.

Covert nos ofrece durante todo el juego un ritmo constante que hace que los jugadores no se lleguen a aburrir, ritmo que es ayudado por una -relativamente- baja dificultad. Los puzles no son especialmente complejos, los guardias son especialmente estúpidos y, por si aún así tenemos problemas, el juego ofrece una cantidad importante de checkpoints que, reconozco, he llegado a usar más de una vez, tampoco vamos a engañar a nadie.

Pero en mis partidas a este juego, mi compañera, o hacker, fue mi pareja, cuyo conocimiento del mundo de los videojuegos es bastante limitado y a quien cuyas palabras «juego de sigilo» no causan reacción alguna en su mente. Y aún así, ella con su tablet, y un servidor con las PSVR, pasamos niveles sin especiales problemas, hasta llegar a las 6 horas, más o menos, que dura el juego. Por lo que este Covert es especialmente bueno a la hora de introducir a alguien en el mundillo o, simplemente, a la hora de querer pasárselo bien con alguien con poca experiencia a nivel videojueguil.

A nivel técnico no es una maravilla precisamente, no es un Half Life: Alyx o un The Walking Dead: Saints & Sinners, pero consigue su función inmersiva gracias sobre todo a la realidad virtual. Tampoco se aprovechan demasiado los PSMove, y es una pena porque el juego se presta bastante a ello. En nuestro caso, acabamos cambiando al Dual Shock 4, cuyo giroscopio también ayudó.

En conclusión, estamos ante un juego que nos hará sentir como en cualquier película de espías y ladrones, donde Brad Pitt o Tom Cruise tienen al hacker informático de turno detrás. Además, es un juego divertido de jugar en pareja que, en los tiempos de confinamiento en el que nos movemos, puede ayudar a aislarnos del mundo que nos rodea. Y divertirse en casa, que de eso se trata al fin y al cabo.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por White Elk Studios