Si bien es cierto que estamos viviendo una nueva edad dorada de los JRPG, la mayoría de los nuevos desarrollos optan por una jugabilidad más clásica con vista aérea o incluso con gráficos 2D. No hay muchos juegos de rol que opten por hacer las cosas a lo grande, con un gran mundo abierto y montones de misiones secundarias. Quizás el ejemplo más reciente de este tipo de juegos sea la saga Xenoblade, pero aquí llega un nuevo juego para hacerle la competencia: Edge of Eternity, desarrollado por la modesta desarrolladora Midgar Studio.

Porque así es, Edge of Eternity ha querido jugar directamente en ligas superiores y enfrentarse a los pesos pesados a pesar de que su estudio desarrollador cuenta con tan solo 9 miembros. Nos vamos a encontrar un JRPG tridimensional con unos escenarios enormes, montones de enemigos que enfrentar y cientos de misiones secundarias. Es posible que hayan querido abarcar demasiado, pero os aseguramos que el resultado no es para nada malo.

La historia nos habla sobre el mundo de Heryon, donde hace muchos años llegó al planeta una raza extraterrestre con dudosas intenciones, hasta que no tardaron en descubrir que querían comenzar una guerra directa. Tras un ataque a gran escala de esta raza y la destrucción del ejército al que sirve, nuestro protagonista Daryon se ve obligado a regresar a su hogar, coincidiendo además con recibir una carta de su hermana Selene en la que le cuenta que su madre ha contraído una extraña enfermedad y planea poner rumbo a buscar una cura. Los dos hermanos se embarcan en un viaje para lograr esto.

Esta historia que se divide a lo largo de 7 capítulos -seis disponibles hasta la fecha en el acceso anticipado, el séptimo y último se publicará el día de salida oficial- es lo suficientemente interesante y atrayente como para seguir jugando, sumado además al carisma y la química de sus protagonistas. A lo largo de la trama encontraremos giros de guion, bastante información sobre el mundo en el que nos encontramos e incluso toques de humor, motivado principalmente por las discrepancias entre ambos hermanos. Todo esto no solo lo veremos en los diálogos y conversaciones, sino también en escenas cinemáticas realizadas con el motor del juego.

Como ya hemos comentado, la principal inspiración de esta obra es Xenoblade Chronicles, con el cual tiene bastante parecido. Como si se tratase de Bionis y Mekonis, podremos recorrer unos amplísimos escenarios de gran belleza, escenarios que además irán variando según el ciclo día/noche. En estos escenarios podremos encontrar multitud de elementos, tales como cofres con equipamiento y objetos, recursos, hogueras para descansar y puntos de guardado. Pero por supuesto, encontraremos enemigos de todos los tipos y tamaños caminando por ahí, enemigos a los cuales podremos ver al nivel al que se encuentran y su nivel de peligrosidad, y será decisión nuestra si nos acercamos para entablar combate o pasamos de largo.

El combate de Edge of Eternity es sin duda uno de los mejores elementos de este título. Se nos presenta un sistema de turnos dinámicos similar al visto en otras sagas famosas en las cuales se mira sin pudor. Sí, hablamos de alguna de las últimas entregas numeradas de Final Fantasy. Se añade un componente táctico al pulsar el stick derecho y pasar a una vista superior donde podremos ver los hexágonos que marcarán dichas posiciones y entre los cuales nos podremos mover para acercarnos y poder realizar ciertos ataques, o por el contrario protegernos de los mismos. La posición en el campo de batalla cobra importancia, ya que podremos visualizar el campo de actuación del ataque de un enemigo y actuar en consecuencia, ya sea moviéndonos a otro lugar o protegernos.

En el combate, encontraremos el clásico sistema ATB –Active Time Battle-, unas barras de acción se van cargando y cuando estén rellenas, podremos seleccionar una acción para realizar -por supuesto, el enemigo también hará lo mismo-. Al contrario que en la saga Final Fantasy, cuando se rellene nuestra barra ATB la acción se detendrá y podremos seleccionar el ataque deseado sin miedo a que el enemigo nos ataque mientras tanto. Se establece así un sistema de turnos reales en los que podremos planear mejor una estrategia a largo plazo, con la posibilidad además de interrumpir los ataques que los enemigos tengan en preparación siempre que sea posible. Además, podremos seleccionar la velocidad de combate por si no queremos esperar a la lentitud con la que las barras se rellenan. En definitiva, los combates son muy fluidos y dinámicos, dando buenas sensaciones y ganas de combatir contra todo bicho que veamos.

El sistema de exploración es el típico en el que, por lo general, se nos muestra la posición y distancia del siguiente objetivo, yendo de un punto a otro de forma bastante lineal. Podremos encontrar objetos por el camino, hablar con NPCs, y conseguiremos misiones secundarias que salpicarán el avance de la historia principal y no será de extrañar que realmente no tengan absolutamente nada que ver con dicha trama principal. Es casi un mal endémico del género que estés salvando el mundo y alguien te interrumpa en tu importante labor para solicitarte que te pongas a buscar grillos para poder cortejar a su amada mientras el NPC observa impasible como realizamos el trabajo sin mover un dedo en lugar de hacerlo él mismo.

El desarrollo del personaje será una parte muy importante del juego. Además de la habitual subida de niveles a base de experiencia, habrá que desarrollar y mejorar al personaje a través de un tablero que recuerda bastante al del mítico Final Fantasy X. En este tablero -cada uno con una configuración y diseño diferente según el arma equipada- colocaremos unas gemas de colores que obtendremos como recompensas al completar misiones o derrotar enemigos. Cada gema tendrá unas características concretas -más puntos de ataque, salud, velocidad…o incluso nuevas técnicas- y tendremos que colocarlas en su espacio correspondiente siguiendo una secuencia lineal, de manera que si colocamos una gema en uno de los caminos, se bloquearán los otros y no podremos utilizarlos. Además de esto, podremos craftear nuevas armas o equipamiento utilizando los recursos recogidos durante nuestra travesía, consiguiendo nuevas recetas a lo largo del juego para tener más objetos que construir.

Pasando ya al apartado visual, se trata quizás de uno de los puntos más polémicos del título, pues lo que nos ofrece por un lado nos lo quita por otro. Edge of Eternity es un juego precioso y con unos gráficos muy buenos, eso es innegable y basta con ver las capturas para darse cuenta, ofreciendo unos escenarios bellísimos y un apartado gráfico digno de esta generación. Donde falla es posiblemente en los diseños y las animaciones, lo primero porque han querido representar unos diseños «anime» pero con un apartado gráfico tirando a realista, lo que acaba chocando bastante. En cuanto a las animaciones, digamos que son…extrañas, tirando a película de dibujos animados de Disney. En ocasiones incluso me han llegado a recordar a las animaciones utilizadas en Los Sims 4, como si las cinemáticas hubiesen sido desarrolladas utilizando el motor gráfico de éste. Si bien ha mejorado mucho desde el early access y se ha ido puliendo cada vez más, es en este apartado donde más se nota que estamos ante un estudio indie al que algunas cosas les vienen grandes

Y si bien el apartado gráfico tiene altibajos, no ocurre así con el apartado de sonido, el cual es sencillamente maravilloso. A pesar de la modestia del estudio Midgar, han conseguido colaborar con una auténtica leyenda de los videojuegos: Yasunori Mitsuda, uno de los compositores más míticos responsable de bandas sonoras como las de Chrono Trigger, Xenosaga o incluso el propio Xenoblade, quien se encarga de componer el tema principal y los temas de batalla de Edge of Eternity. Pero que el peso de este compositor no nos sirva para menospreciar y distraer la atención del verdadero autor, Cédric Menendez, quien compone la mayoría de temas del juego haciendo un trabajo magnífico, con temas orquestales que casan de maravilla con la acción de la pantalla. En cuanto al doblaje, tendremos voces en inglés con subtítulos en español.

Si vamos a piñón fijo a terminar la historia principal y nada más, la duración puede rondar perfectamente las 20 horas. Si en cambio somos completistas y nos detenemos a farmear y cumplir con todas las misiones secundarias, ese tiempo se triplica hasta las 50 o 60 horas dependiendo de nuestro ritmo. Una cantidad más que decente para un JRPG de este tipo.

Edge of Eternity nos ofrece un JRPG magnifico, cargado de contenido y detalles que es difícil pasar por alto. Cuesta mucho creer que un equipo tan reducido haya conseguido crear un juego de tal envergadura, pero Midgar Studio ha puesto toda la carne en el asador para ofrecernos una de las experiencias más plenas de 2021. No es un juego perfecto, hay cosas bastante mejorables, pero teniendo en cuenta las circunstancias y el desarrollo, poco más se le puede pedir a este juego que va a satisfacer a todo amante de los juegos de rol.

 


Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por Future Friends Games