En 2013 y de la mano de Naughty Dog nos llegaba a una PlayStation 3 en sus últimos compases -apenas 5 meses antes del lanzamiento de PlayStation 4- The Last of Us, una obra destinada a formar parte por derecho propio al Olimpo de los videojuegos. Neil Druckmann y su equipo nos regalaban una historia de zombis -infectados por un hongo para la ocasión- en un entorno post-apocalíptico de un futuro cercano donde lo menos importante eran los zombis, y lo que brillaba con luz propia era el crecimiento personal de los dos personajes protagonistas, Joel y Ellie, el desarrollo de su relación, y su evolución en un entorno simplemente brutal.

Además, The Last of Us explotaba las capacidades técnicas de la consola como ningún otro título del sistema había hecho. Usuarios y crítica encumbraron inmediatamente esta obra maestra de la veterana compañía de California, que como no podía ser de otra manera, arrasó tanto en galardones como en ventas. Y para júbilo de los seguidores del juego principal, en San Valentín de 2014 llegaba la primera y única expansión del juego, Left Behind, donde Ellie pasaba a ser el personaje principal y descubríamos ciertos eventos anteriores a la historia de The Last of Us, con otra coprotagonista, Riley, amiga y algo más de Ellie.

Aquel mismo verano de 2014  The Last of Us Remastered llegaba a PlayStation 4. Una remasterización de The Last of Us y Left Behind en un solo paquete aprovechando la potencia superior de PlayStation 4. Un port mejorado de la versión original de PlayStation 3 de The Last of Us que contaba con el mismo contenido del lanzamiento original, pero con una resolución de 1080p, modelos de personajes de mayor resolución, texturas, sombras e iluminación mejoradas, 60 cuadros por segundo y la eliminación de varios fallos. También se añadía un nuevo y exclusivo Modo Foto, comentarios del director y los actores de voz para cada escena, y varios packs de mapas para el Modo Multijugador.

Habiendo triunfado tanto en su versión original como en su versión remasterizada, Naughty Dog decidió que el mundo de The Last of Us aún tenía mucho que ofrecer y en 2020 llegaba The Last of Us Parte II a PlayStation 4, otra obra maestra del estudio que aún con la controversia creada -por los sucesos que trascurren en la historia y por la inclusión de un nuevo personaje que polarizó a los seguidores de la franquicia-, volvió a ser un éxito de crítica y de ventas, además de uno de los techos técnicos de la consola. Y poco más de 2 años después de la última aventura de Ellie, nos llega el título que nos ocupa, The Last of Us Parte 1 para PlayStation 5 -y próximamente PC-, un completo remake del juego de 2013 y su expansión, pero manteniendo una fidelidad total con la obra original.

Nos encontramos exactamente ante el mismo juego que en su versión original, pero todo el apartado técnico y visual ha sido rehecho escena a escena y plano a plano con una fidelidad absoluta en cuanto a historia, desarrollo y sensaciones, pero técnicamente muy superior. Nuevos modelados mucho más detallados, escenarios llenos de nuevos detalles y elementos gráficos, animaciones completamente renovadas más reales y fluidas, nuevo motor de iluminación… Estamos ante el mismo juego pero más bonito y visualmente más realista, con un acabado a la altura de los estándares actuales. Además, dispone de dos opciones gráficas: el modo resolución, que funciona a 4K nativo y 30 cuadros por segundo, o el modo rendimiento, con 4K dinámicos y 60 cuadros por segundo, nuestro favorito.

Las novedades no llegan solo al apartado visual y al rendimiento, sino que también se han incluido una serie de pequeñas mejoras jugables para hacer la experiencia mucho mejor y más parecida a la de The Last of Us Parte II. Para ello se ha adaptado el gunplay de la segunda entrega, muy superior al original, y se ha mejorado la IA aliada que fue en su día una de las críticas recurrentes del título original. Es totalmente cierto que los que disfrutásemos de la obra de 2013 o su versión remasterizada nos viésemos sacados de contexto cuando en un tenso momento de sigilo entre enemigos, nuestra compañera se pasease por delante de ellos como si nada, o incluso nos hiciera comentarios a viva voz. Estas situaciones se han mejorado mucho y ya no son tan frecuentes, aunque aún pasan en algún momento puntual.

También tenemos algunas novedades como la distribución de la interfaz o los menús de acceso rápido que se basan en los de la segunda parte. Y como era de esperar se ha hecho un extensivo uso de las nuevas características de PlayStation 5 como los gatillos hápticos, la vibración háptica o el audio 3D, que mejorarán la experiencia e inmersión de forma muy contundente. Otro gran detalle de Naughty Dog ha sido potenciar las opciones de accesibilidad al título a un nivel pocas veces visto antes en un videojuego y permiten configurar muchísimos parámetros. A nivel sonoro más allá del audio 3D, disfrutaremos de la banda sonora y las voces del juego original. Era un apartado que claramente no necesitaba ninguna mejora por la calidad del doblaje y por la superlativa banda sonora de Gustavo Santaolalla.

A nivel de modos de juego, tenemos un par de novedades como la muerte permanente para cualquier modo de dificultad -como en la segunda parte- que permite que lo configuremos para todo el juego, cualquier capítulo o tramo que queramos, y el Modo Carrera de Velocidad que es una clásica contrarreloj para llegar al final lo antes posible. También disfrutaremos de un nuevo y potente Modo Foto, y la ausencia más evidente e importante es la del Modo Multijugador que si compartían el juego original y la remasterización, y que llegó a tener su audiencia. Es una pena que se haya perdido este modo, pero entendemos que el estudio ha preferido centrarse en la experiencia principal monojugador.

The Last of Us Parte 1 completa la experiencia con una nueva sección de extras y una galería cargada de contenido desbloqueable que se puede ir adquiriendo al acabar el juego y con unos puntos que iremos consiguiendo por reunir coleccionables o desbloquear trofeos. Y hablando de los trofeos, ahora son mucho más asequibles que en el título original o su remasterización, y además se ven ayudados por el potente selector de capítulos y escenas que literalmente nos permite revisitar cualquier pasaje del juego, ya sea para repetir por gusto una secuencia o para conseguir cualquier coleccionable olvidado.

Sin duda The Last of Us Parte 1 es la experiencia definitiva y la mejor versión del juego original. Jugablemente es un poco más limitado que la segunda entrega porque se ha decidido ser lo más fiel posible a la experiencia jugable de la primera obra, pero aun así la experiencia es satisfactoria. Se ha optado por hacer pequeños añadidos y mejoras sin abarcar grandes cambios más allá del apartado técnico y visual que ha sido rehecho de cero. Cualquier nuevo usuario que se acercase por primera vez a la franquicia debería empezar por este título, sin duda, pero ¿qué pasa con los que ya hayan jugado al juego original o a su remasterización? En este caso la respuesta es más peliaguda, porque la fidelidad de Parte 1 juega en su contra y las novedades pueden no ser suficientes, aunque volver a vivir la aventura de Joel y Ellie merece muchísimo la pena.

 


Este análisis ha sido realizado en PlayStation 5 mediante una copia cedida por Precision Spain