Si bien la saga Suikoden nunca ha sido un fenómeno de masas, siempre se la ha tenido como referencia a la hora de crear JRPGs con una buena historia de fondo. No en vano, la idea de Murayama, su creador, aunque solo participó en las primeras dos entregas, era realizar diversos juegos ambientados en el mismo mundo pero en épocas -o lugares- distintas, de forma que lo que pasase en una entrega tuviese efecto sobre las otras dentro del enorme marco que era el mundo -sin nombre- de la saga. Nunca se ha llegado a realizar algo semejante, siendo quizás, lo más parecido, la -enorme y brillante- saga The Legend of Heroes.

En este contexto, no es difícil entender por qué el Kickstarter de Eiyuden Chronicle: One Hundred Heroes fue un éxito rotundo, asegurándose unos 3 millones y medio de euros en un juego que promete seguir el legado de la saga primigenia. Y si bien este juego se va a ir a 2023, para ir amenizando la espera tenemos Eiyuden Chronicle: Rising, un action RPG con pequeñas ínfulas de metroidvania que sirve como prólogo al juego principal y nos permitirá conocer a algunos de los -más de 100- personajes de los que se compondrá la obra. Tras acabarlo, estas son nuestras impresiones.

En Eiyuden Chronicle: Rising conoceremos a JC, una, como se autodenomina ella misma, «saqueadora honorable». Y es que no saquea a los vivos, solo a los muertos. Esta, en edad adolescente, está en pleno rito de iniciación de su gente, una especie de peregrinación cuyo objetivo es encontrar un tesoro mayor que el que encontraron sus padres antes que ella.

Este viaje le lleva a Nueva Nevaeh, ciudad donde se ubica una túmulorruna, una especie de santuario antiguo, llena de tesoros, y donde se rumorea que existe una lente mágica excepcionalmente grande. Lo suficientemente grande como para poder terminar con éxito dicho rito de iniciación. Pero no podrá acceder a la túmulorruna directamente, sino que para conseguir la licencia de entrada, necesitará realizar trabajos para los habitantes de la aldea. Así empezaremos nuestra aventura.

Así empieza un juego que será, en su mayor parte, un metroidvania, con un ligerísimo toque de construcción de la ciudad. Pero vayamos por partes.

La gran mayoría del tiempo estaremos manejando a JC en diversas mazmorras, con scroll horizontal. En total, quitando la propia ciudad,  hay 6 mapas por recorrer a los que regresaremos una y otra vez. Además, JC no estará sola, sino que a lo largo del juego se le unirán dos compañeros más, Garoo, e Isha, lo que da lugar a, posiblemente, la mayor novedad jugable que ofrece el juego: con cada botón del pad atacaremos con un personaje distinto. Por ejemplo, utilizando los controles del Dual Sense, con cuadrado atacará JC, con triángulo Garoo y con círculo, Isha.

Esto permite crear combos devastadores sobre los enemigos atacando consecutivamente con distintos personajes, ya que cada uno de ellos tiene distintas habilidades. De la misma manera, podremos cambiar de personaje a controlar en el mapa de forma sencilla con los mismos botones. JC es más ágil y puede esquivar, Garoo es más fuerte pero más pesado, e Isha puede utilizar la magia y planear. Será necesario combinar las distintas habilidades para moverse por el mapa, sobre todo para llegar a los rincones escondidos, teniendo por ejemplo que utilizar el doble salto de JC y, a mitad del segundo salto, cambiar a Isha y planear hasta la siguiente plataforma.

Los mapas no son especialmente complejos, sobre todo para uno acostumbrado al típico Metroid. En muy pocas ocasiones nos sentiremos perdidos. Aunque alguna vez sí he tenido que sacar el mapa, són bastante lineales y las bifurcaciones que tenemos no llegan a apartarnos demasiado del camino principal.

En general, el juego es ágil y es agradable de manejar. Sobre todo las últimas horas, ya que al principio nuestros movimientos estarán bastante limitados. ¿Cómo los desbloquearemos? Reconstruyendo Nueva Nevaeh.

Como comentaba antes, el juego tiene un ligerísimo toque de construcción de ciudad. Y digo «ligerísimo» porque realmente no hay gestión ninguna, llegaremos a una Nueva Nevaeh arrasada tras el último terremoto y, poco a poco, irán apareciendo personajes que nos irán dando misiones secundarias que iremos cumpliendo para que se vayan construyendo casas y negocios en la ciudad, o que estos mismos vayan subiendo de nivel y teniendo cada vez más productos.

Este quizás es uno de los debes más grandes del juego: esta parte se limita a realizar fetch questsFetch quests altamente repetitivas además. Si digo que me han enviado 15 veces a la zona del Gran Bosque a recoger 3 maderas ligeras, probablemente no exagere. Y el Gran Bosque es la primera zona, con enemigos de nivel 1. E ir a una zona de nivel 1 cuando tenemos nivel 35 pues… no es divertido. No hay reto alguno, simplemente es una forma de ganar horas. De las 14 horas aproximadamente que me ha durado el juego, posiblemente 9 o 10 hayan sido con este tipo de misiones.

Y diría que son misiones secundarias y que no tenemos por qué hacerlas, pero eso es verdad a medias. Ya que estas misiones son las que nos permitirá ir aumentando las existencias de los negocios existentes, y, por ejemplo, nos permitirá comprar nuevas armas para JC que nos permitirán realizar un dash en el aire, el doble salto, o directamente, algo tan simple como poder atacar en dirección arriba o abajo. Así que sí, realizar misiones secundarias es esencial.

Pero de todos modos si estamos aquí, es por la historia, ya que Eiyuden Chronicle: Rising se vende como una historia independiente que sirve un poco de prólogo al juego principal. A ver, aquí voy avanzando que, para mí, lo mejor del juego es la química entre los 3 personajes, sobre todo entre JC y Garoo. Los 3 tienen una personalidad bastante definida, y suficiente carisma como para que te encariñes con ellos, teniendo algunas frases que me encantaría pegar aquí pero prefiero que las veáis por vosotros mismos. Yo ya sé que cuando salgan en One Hundred Heroes, voy a sentir un toquecito de nostalgia.

La historia en sí no llega a tanto. Es una historia interesante, pero que realmente no despega hasta prácticamente las últimas 3 horas de juego -que, eso sí, me han gustado bastante a nivel narrativo-. Se nota mucho su condición de prólogo o, más bien, historia independiente, y su conexión con el juego principal no la veremos hasta prácticamente el final.

Aún con todos estos problemas, he de decir que Eiyuden Chronicle: Rising me ha divertido. No se me ha hecho especialmente pesado, incluso con tanta fetch quest. Quizás a esto haya servido que el juego es especialmente fácil, por lo que se puede jugar de forma relajada. Y cuando digo «especialmente fácil», digo que el jefe final prácticamente ni me tocó. Al pasarse el juego se desbloquea el modo de dificultad Difícil, pero no entiendo por qué hay que pasarse el juego para este tipo de cosas. ¿Por qué no podemos jugar al modo difícil de primeras? Imagino que es por añadir más tiempo de jugabilidad al título.

Tendremos algunos puzles de este tipo que nos tocará completar para avanzar en la historia.

En definitiva, Eiyuden Chronicle: Rising no va a pasar a la historia como juego. Pero como producto menor, como side-project del juego principal, que a la hora de publicarse este artículo tiene un precio relativamente bajo en tiendas digitales y se puede jugar con Gamepass, puede ser interesante. Quizás echo de menos algo más de chicha en la gestión de la ciudad, y me gustaría que las misiones secundarias fuesen más variadas, pero aún así, el juego se deja jugar. Ya tengo ganas de ver a JC, Garoo e Isha en el juego principal.

 


Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por 505 Games